viernes, 28 de febrero de 2020

BILL EVANS Trío With Symphony Orchestra, es un CD difundido por "Verve" y grabado en 1965. Los arreglos de los temas 1, 2, 3, 5, 6 y 8, son de Claus Ogerman; asimismo la conducción. El trío de Evans, estaba compuesto por él en piano, Chuck Israels (bass) y Larry Bunker, Grady Tate (drums). En esta grabación, interpretan ocho temas que son los siguientes:
*1) "Granadas" (E. Granados) -5:51-  *2) "Valse" (J. S. Bach) -5:47-  *3) "Prelude" (A. Scriabin) -2:55-  *4) "Time Remembered" (B. Evans) -4:04-  *5) "Pavane" (G. Fauré) -3:56-  *6) "Elegía" (C. Ogerman) -5:08-  *7) "My Bells" (B. Evans) -3:44-  *8) "Bue Interlude" (F. Chopin) -6:03.
Éste es uno de los CD  que tengo y que me agrada escuchar siempre. El piano de Evans, entró en mis oídos para quedarse. Su manera de improvisar, modal, es magnífica y muy particular en el jazz.
Las ocho interpretaciones son para valorar, pero me gustaron mucho las que hizo con las obras de Granados. Bach, Scriabin. Fauré y Chopin. Se dio el lujo de hacer jazz, con estos grandes de la música. El crítico Joachim E. Berendt, dijo que Evans era el Chopin del moderno piano de jazz y lo comprobé cuando lo oí interpretar el "Blue Interlude".
En un pequeño comentario, de Evans, que hay en el folleto que acompaña a este compacto, él agradece a Claus Ogerman por lo arreglos que hizo; ya que le permitieron improvisar libremente a su manera. Hay también allí, otro comentario muy bueno de Lewis Freedman, alabando la trayectoria de Bill Evans.
J. C. Conde Sauné                  

viernes, 14 de febrero de 2020

Sigo con la colección de "El Séptimo Círculo"; leí otra novela de EDEN PHILLPOTTS, "Una voz en la oscuridad". Anteriormente había sido "Mr. Digweed and Mr. Lumb" y la de ahora me gustó tanto como la primera. En la que voy a comentar, John Ringrose, un detective que era de Scotland Yard, ahora jubilado va a pasar en el hotel de un amigo, que lo invitó hace tiempo, unos días de descanso y dispuesto a salir de caza, pero una circunstancia fortuita, lo lleva a comprometerse para investigar la muerte de un chico que estaba, en ese hotel; al cuidado de una persona, que le puso su tío cuando murió su padre.
Una señora, Mrs. Bellairs, le cuenta el caso al detective Ringrose; refiriéndole, también, de unos gritos de terror del chico, que escuchaban en la pieza vecina de ese hotel, donde habitaban con su dama de compañía Susan Manley. Gritos que también había oído, tiempo después en la noche que se alojó en ese hotel, el detective. El chico, a la muerte de su padre, heredaba su fortuna; que ahora quedaba en las manos de su hermano Lord Brooke, tío de Ludovic Bewes, el niño cuya muerte fue sospechosa.
El detective empezó, por su cuenta, con la investigación del caso y no dándolo a saber a nadie; salvo a las dos mujeres, que le comentaron el caso. Aparte no usó su nombre real, sino dos seudónimos. Y el hecho, que se complica, a medida que avanza la trama, le resultó difícil resolverlo.
Eden Phillpotts supo mantener el interés del relato, aun con momentos que rozan lo fantástico y es una gran novela, con 300 páginas que atrapan; con una traducción muy buena de Lucrecia Moreno de Sáenz.
J. C. Conde Sauné