jueves, 29 de diciembre de 2011

 Mientras el tiempo transcurre, la poesía permanece. O "va y viene", como decía Wallace Stevens. Está aquí, cerca del borbollón en el año que se va; pero incólume. Y aquí les dejo fragmentos de la buena poesía; ésa que supera el paso del tiempo. No se olviden que Lope de Vega, Quevedo, Dante, Mahadevikayya, Baudelaire, César Vallejo, Borges y unos cuantos más sobreviven a las calamidades del mundo. 
"Este mundo es una flor que se marchita y muere. Lo ofrecería como tributo para conservar a mi amada".
HAFÍZ  (Los Gazales)
" (...) !Oh flor del pimentero¡ ¿Porqué te inclinas así, como para pedir perdón? Bien sé yo que no puedes detener el día".
LI TS' ING CHAO (Segunda antología de poesía china)
"(...) Hubo un tiempo tan mágico/ como el definitivo,/ tan ilusorio como el real (...)"
HÉCTOR RICO  (Claroscuro del cuerpo)
"Entre la fe y la incredulidad tan sólo un soplo existe. Entre la convicción y la duda, también un soplo. Goza del soplo que vives ahora, pues la misma vida está en el soplo que pasa".
OMAR KEYYAM  (Rubáiyat)
"Adiós. La noche ya nos hace irreconocibles/ Tu rostro está disuelto en la ausencia. Oh adiós/ Suelta tu mano de mi mano y tus dedos de mis dedos abandona/ Dejando caer entre nuestro espacio el tiempo/ Solitario extranjero el tiempo cubierto de espacios".
PIERRE JEAN JOUVE  (Mélodrame)

J. C. Conde Sauné

viernes, 23 de diciembre de 2011

El piano últimamente se adueñó de mis oídos y espíritu. En él, encuentro ese refugio y equilibrio,que la histeria de los tiempos actuales agreden y desequilibran. En este caso, el piano en el jazz es mi refugio.
Otro de los CD que escucho, a menudo,es "Finesse" de la pianista japonesa Toshiko Akiyoshi. Un trío que formó con Monty Budwig en bajo y Jake Hanna en batería. Proveniente de la escuela de Bud Powell, esta notable pianista y arreglista, creó su propio estilo. Llegó al bop, pero con un toque pianístico de la música clásica y conservando el estilo jazzístico.
El CD que comento tiene 8 temas: "Count your blessings" (F. Gofre - I. Caeser), "American ballad" (T. Akiyoshi), "Love letters" (Victor Young - E. Heyman), "Wouldn't it be loverly" (F. Loewe - A. J. Lerner), "Mr Jelly Lord" (Jelly Roll Morton), "Warning! Success may be hazardous to your helth"  (T. Akiyoshi), "You go to my head (Fred Coots) y "Solvej's song" (Edvard Grieg c/arreglo de T. Akiyoshi). Este es un registro de los que llamo "redondo"; para el lado que uno lo escuche, suena a perfección. Con grandes acompañantes en Monty Budwig, que casi desafía al piano y un Jake Hanna que bate los timbales en el momento preciso o usa las escobillas con maestría en "Solvejg's song".  Cuando lo escucho, una vez me embelesa con su armonía melódica "American ballad", otra "Love letters" me asombra por su ritmo y precisión o "Mr. Jelly Lord" que Jelly Roll Morton aplaudiría a rabiar, diciendo "esta mujer es increíble". También Edvard Grieg exclamando: "miren la maravilla que hizo esta japonesita con mi 'Peer Gynt'". De más está decir, que ahora me voy a la cama mientras resuena en mis oídos "You go to my head".
J. C. Conde Sauné

martes, 20 de diciembre de 2011

Patricia Highsmith, es una de las autoras de novelas, con temas policiales, que más me atrae.  Pero si bien la novela que leí ahora, "La máscara de Ripley" (1970), no llegó a convencerme del todo en los tramos finales; sigo pensando que es muy buena novela. Su personaje Tom Ripley, es el prototipo del vividor mundano con plata conseguida en el delito. En la novela, que comienza esta serie, "El talento de Mr. Ripley" (1955) ya había sido sospechoso del crimen de un amigo y la desaparición de otro; pero el hombre tiene su talento para zafar. Y ahora, en la que comento, otra vez asesina porque están a punto de descubrir falsificaciones de cuadros, de un pintor que se suicidó, pero no apareció su cuerpo. Ripley, con complicidad de dueños de una galería, donde se exhiben sus cuadros, dirán que vive oculto y deprimido en México; en un lugar desconocido donde sigue pintando. Un pintor amigo de ellos, Bernard Tufts, se encarga de la tarea. Así se arma esta madeja, hasta que aparece un norteamericano, llamado Murchison, que sospecha de la maniobra y lo paga con su vida. Me gustó en esta ficción, como la narradora describe a los personajes principales: Tom Ripley, su mujer Heloise, el pintor que falsifica Bernard Tufts y los dueños de la galería; es lo mejor de la novela, sin duda. La policía trabaja a ciegas, casi sin pruebas y es una ficción policial donde los detectives tienen poca participación. Además el trato de gente con plata, como se sabe, es distinto. Hacia el final, ya lo dije, la trama me pareció poco verosímil; pero el peso de lo narrado tiene su sustento. La conclusión es abierta o continúa posiblemente en "El juego de Ripley" (1974); donde concluye la trilogía.
Vuelvo a repetir, la novela vale por lo que cuenta y lo que sugiere; en algunos casos delictivos todo queda en agua de borrajas.
J. C. Conde Sauné

jueves, 15 de diciembre de 2011

Siempre recuerdo dos películas, que me parecieron excelentes,que ahondan el paso del tiempo en las relaciones humanas. Una, "Cuando huye el día" de Ingmar Bergman y la otra, "Y nos habíamos amado tanto" de Ettore Scola. Ahora acabo de ver, "El tiempo" (Shi gan) del 2005 dirigida y escrita por Kim Ki-Duk. Aquí el paso del tiempo es tomado, si bien trata de la relación de una pareja, más por una obsesión por la imagen y su cambio a través del paso del tiempo. Una obsesión moderna donde todo es apariencia, mostrarse y agradar; lo demás es secundario. Alguien puede ser un inmoral, pero si da buena presencia todo vale. Y pasa en Corea del Sur, adonde fue hecho este filme, como aquí en occidente. Sus protagonistas principales son Sung Hyun-ah (como So-Hee), Ha  Jung-Woo (Ji-Wood), Park Ji-Yeon (Se-Hevi) y Kim Jeon-Min (un médico de cirugía estética). Éste realiza operaciones de cirugía estética, a gusto del que la solicita. Una cara a medida, como quien dice; corrigiendo defectos y quitando años. El ambiente de la película es paranoico. So-Hee le pide a su pareja Ji-Wood, para tener sexo, que piense en otra mujer porque le parece que ella ya no la excita. Luego ella se aleja de él, porque piensa que ya no le apasiona y se muda del lugar que habitaba, sin dar su nuevo domicilio a su amante. Cambia de personalidad por medio de una cirugía estética y también de identidad. Ahora no es más So-Hee y pasa a ser Se-Hevi interpretada por la actriz Park Ji-Yeon; tratando de reconquistar a Ji-Wood con la nueva apariencia y el engaño de ser otra mujer.
Como se ve, en todas partes se cuecen habas. La globalización de la estupidez humana, ya es un hecho. Para agradar y triunfar hay que recrearse. Kim Ki-Duk hizo una muy buena película, donde hay un final que uno ve venir, pero igual golpea. Este gran realizador conoce bien su oficio, la fotografía e imágenes juegan un rol más, al unísono con actores excelentes.
J. C. Conde Sauné 

lunes, 12 de diciembre de 2011

"Contes du lundi" de Alphonse Daudet, el libro de "poche" que volví a leer. Siempre me engancho con relecturas. Primero busco un libro en mi biblioteca; veo las marcas en los cuentos, como en este caso y me decido. 
Este tomo consta de dos partes: "La fantaisie et l'histoire", con 26 cuentos y "Caprices y souvenirs", con 16 cuentos. Son cuentos simples, pero queribles; muy a lo Maupassant, donde la claridad citada, por Anatole France, para aquél le cabe a Daudet. Tenía marcados, en la primera parte, para mi gusto: "La dernière classe", donde narra la invasión alemana a l'Alsace y posible pérdida del idioma francés, impuesta por el invasor. "La partie de billard", un general muy enfrascado en una partida de ese juego, mientras sus soldados mueren en el frente. U otros cuentos como "Le bac", "Un décoré du 15 août" o "La bataille du Pére-Lachaise", todos ambientados en esos turbulentos años, para Francia, de 1870 y pico.
De la segunda parte releí con placer: "Un teneur de livres", un empleado que se contenta con muy poco, "Le dernier livre", un escritor que muere y un editor ansioso para obtener su último libro, "Maison a vendre", la codicia de los parientes para venderle la casa a un viejo, "L'empereur aveugle", un cuento que a Borges le hubiera gustado escribir en esa época y "La soupe au fromage", en donde una simple sopa de queso, que se cocina a fuego lento, es la protagonista del relato y que el morador de la casa, no ve la hora de llegar para saborearla. Todos unos cuentos magníficos, del autor de "Lettres de mon moulin", "Le petit chose" y "Sapho", entre sus obras destacadas. Daudet había nacido en Nimes en 1840 y muere en París en 1897.
J. C. Conde Sauné

viernes, 9 de diciembre de 2011

Poema Nº 56 ( Cuaderno I ) * Variaciones

EXISTENCIA

Buscarás la tarde en que nacías,
como un tul amorfo;
inaccesible al gemido transparente.

A la mirada.
A la ligazón oculta,
que tu cuerpo ruge;
tendrás otras formas natales.

Esa singladura.
Ese alumbrar experimental,
a la deriva,
al profundo choque del misterio.

J. C. Conde Sauné

viernes, 2 de diciembre de 2011

"Una historia violenta" (2005-EEUU), la muy buena película de David Cronenberg, que acabamos de ver, nos dejó pensando en el mundo que vivimos; el primero y el tercero no se diferencian en mucho. Hechos de violencia se suceden, también, aquí en la Capital y en el interior de nuestro país.
La historia de Cronenberg, ambientada en USA con los roles protagónicos de Viggo Mortensen, María Bello y Ed Harris, es un policial negro; pero sin detectives que investiguen sino con delincuentes que establecen sus propios códigos y reglas, dejando aún más a la vista un estado ausente. Uno se las tiene que arreglar como pueda y encomendarse a lo que la suerte le depare. El protagonista del film, con un pasado no muy limpio, que la familia ignora; se ve obligado, por un asalto a su negocio, a responder de una manera contraria a la vida pacífica que llevaba. De ahí en más todo cambia: relación de pareja, con los hijos y hasta la mirada de sus vecinos. La violencia se va adueñando del film hasta el final; no diría feliz, de reencuentro con la familia , que lo acoge de nuevo en su seno. Me parece que la actitud inteligente de Cronenberg, fue no proponer nada moral o justiciero, aunque el desarrollo de la película pareciera indicarlo. Más bien, a mi entender, refleja la anomia de la sociedad norteamericana y algunas otras como la nuestra, donde uno no puede forjar su propio destino, sino tratar de vivir o sobrevivir a lo que la suerte le depare.
La película aquí golpea, porque la situación es igual para el que delinque, sin expectativas para rehabilitarse y para el ciudadano honesto, posible víctima indefensa expuesta a la delincuencia que genera la exclusión social y cultural.
29-11-2005   *  J. C. Conde Sauné