sábado, 31 de octubre de 2015

El otro día escuché, que viven en el exterior casi un millón de argentinos y los que habían ido a votar, la mayoría, optó por Cambiemos. Después estuve leyendo un artículo, en lanacion.com, del 12-08-2009 y allí manifiestan, en ese entonces, que viven más de 800.000 argentinos. Lo interesante, son los comentarios de los lectores en esa página. Casi todos dicen, que no están arrepentidos de haberse ido y que acá no tenían futuro. Cuando vienen de visita, a ver a sus familiares, encuentran todo cada vez peor; aparte, muchos de ellos, los ayudan económicamente. Eso nos habían dicho, nuestros amigos que viven en España desde hace tiempo. Un vecino que había estado allí de viaje, le pregunté como lo había tratado la crisis. Me contestó: "ojalá nosotros tuviéramos una crisis como ésa, seríamos Gardel con los guitarristas".
Los intelectuales, si se los pueden llamar intelectuales, que defienden este "modelo" (no sé cual), lo hacen por conveniencia pecuniaria y fingen no darse cuenta de nada. Siguen con su cháchara hermenéutica (palabra que usan a menudo), para crear un presente virtual y un pasado a medida.
Esta última elección da un atisbo de cambio; pero no hay que engañarse, la mayoría sigue estando en poder del peronismo. Llámese FPV o Frente renovador (UNA). En cualquier momento se vuelven a juntar en el congreso; sobre todo si gana la elección, para presidente, el PRO y sus aliados (Cambiemos) en la segunda vuelta. Tienen, desde siempre, una mentalidad totalitaria, donde ellos son los únicos dueños de la verdad. No entienden lo que es democracia, por eso no la practican. Además en la vida, nunca los sentí hacer una autocrítica de sus errores; la culpa siempre la tienen otros. De todas maneras, el pueblo es el responsable para que eso no ocurra; si siempre vota lo mismo, aun con diversas variantes. Esperemos que esto se revierta; los políticos tienen que comprender que el país no es un coto de caza y que todos los ciudadanos tienen derecho para expresar sus ideas u opiniones. Son los que aportan, con su trabajo, el sostenimiento del país.
J. C. Conde Sauné            

martes, 27 de octubre de 2015

"Confidencias muy íntimas" (Francia 2004) filme de PATRICE LECONTE, es muy interesante para ver, por su tema y como está tratado; además con un guión estupendo.
Anne acude al sicólogo por un problema que tiene con su pareja. Equivoca la puerta del consultorio y entra en el despacho de un asesor impositivo. Éste, William Faber, la recibe y sin darle tiempo a nada, apenas se sienta, ella le confiesa que con su marido sufre una frigidez preocupante. Que nada de él la excita y que hace tiempo que no tienen relaciones sexuales. El contador le dice que se equivocó y que él no es un doctor. Ella le contesta: "sé que los sicólogos no son médicos, deme una cita para la semana que viene y estudie mi caso". Anne se retira sin darle tiempo a nada. Causa mucha gracia ver la cara de William, permanece impávido sin atinar a lo cierto. A la semana siguiente vuelve Anne y le sigue contando sus intimidades. Su marido, le dice, la induce a tener sexo con otro hombre para despertar su libido. Allí él la interrumpe y le dice la verdad: "yo estoy para asesorar personas por temas impositivos y contables". Ella le dice que lo sabe, pero que le gusta que él la atienda. William termina yendo a ver a Monnier, el sicólogo que está en el mismo piso y le cuenta su caso. Aquél le dice: "usted me sacó una paciente, pero igual no me preocupa, porque los contadores y los sicólogos hacemos la misma tarea, sacamos a relucir lo escondido del ser humano". Anne y William siguen viéndose, haciendo una terapéutica de ida y vuelta. Esta película está catalogada como drama, pero hay momentos realmente desopilantes ante la mirada inquisitiva de la secretaria de William, que no entiende que viene hacer Anne en la oficina de aquél; ya que ella le lleva anotados todos sus asuntos. La vida de William, muy estructurada, entra en un dilema. ¿Qué hacer?
Este filme, a pesar de lo moroso, mantiene su intriga hasta el final. Ayudan mucho las actuaciones sobresalientes de una SANDRINE BONNAIRE, seductora en su rol de Anne y de FABRICE LUCHINE, como William Faber. Completan este magnífico elenco: Michel Duchaussoy (el sicólogo Monnier), Anne Brochet (Jeanne, amiga de William) y Hélène Surgère (la señora Mulon, secretaria de William); en los roles principales. El guión está basado en la obra de teatro "Confidences trop intimes" de Jerôme Tonnerre, que colaboró en el mismo con Patrice Leconte y una música, muy al tono, de Pascal Estève.
J. C. Conde Sauné

miércoles, 21 de octubre de 2015

"Un aire mortal" (1957), novela policial de MARGARET MILLAR, es otra de las muy buenas que he leído últimamente. Aquí tampoco hay detectives y la policía actúa de oficio; todo hace presumir un suicidio. Se podría tomar como una ficción con trama amorosa, en donde el adulterio es frecuente y a veces consentido. Ron Galloway desaparece, después de despedirse de su esposa Esther y su dos hijos; iba a reunirse, un fin de semana, con unos amigos en una casa afuera de la ciudad, en Canadá. Sus cuatro amigos: Bill Winslow, Joe Hepburn, Harry Bream y Ralph Turee, lo esperan pero él no aparece. Más tarde se enteran, que tuvo un accidente con el auto y murió. Días después Esther, su mujer, recibe una carta de su marido, enviada antes del hecho luctuoso; ahí le dice que va a tener un hijo con Thelma, la mujer de su mejor amigo Harry Bream y en la cual da a entender que se quitará la vida. Quedan todos con esa presunción, que nunca le termina de cerrar a su otro amigo Ralph Turee; el intelectual del grupo, enseña economía en la Universidad de Toronto. Aunque el cadáver de Ron apareció con él en su auto, al volante y con el cinturón de seguridad. El argumento tomará un giro inesperado, por un hecho eventual en el que intervendrá Ralph. Esta novela de Millar tiene un gran suspenso y un análisis de los personajes, que sobrepasa la simple novela policial. Fue publicada por la recordable "Fabril Editora" (Bs. As.) en 1960 y con una muy buena traducción  de Aníbal Leal.
Margaret Millar (Margaret Ellis Sturm / 1915-1994) Canadá; toma el apellido Millar cuando se casa con Kenneth Millar que ya escribía, antes que ella, publicando algunos libros con ese nombre. Cuando Margaret comienza a escribir y adopta ese apellido, él se lo cambia por Ross Macdonald, afirmando que no podía haber, en un hogar, dos escritores con un mismo apellido.
J. C. Conde Sauné 

sábado, 17 de octubre de 2015

"BUD POWELL IN EUROPE" es un CD difundido por "Jazz Life", con grabaciones del "Essen Jazz Festival" (Alemania) - Abril 1960 y en un estudio (París-Francia) - Julio 1964.
Los cinco temas del Essen Jazz Festival, fueron realizados por el trío de Bud Powell (piano), Oscar Pettiford (bass) y Kenny Clarke (drums) y encuentran a un Powell estupendo:
1) "Shaw 'Nuff" (Gillespie-Parker) 3:05 - Ritmo endemoniado e integración total. 2) "Blues In The Closet" (Pettiford) 5:15 y 3) "Willow Weep For Me" (Powell) 3:55 -Pettiford se luce a sus anchas. Powell lo deja hacer, pero está ahí completando estas maravillas. 4) "John 's Abbey" (Powell) -Powell vuelve a lo que más le gustaba. Ritmo bopper, desplazando y contraponiendo acordes; bajo y batería no se quedan atrás. 5) "Salt Peanuts" (Gillespie-Clarke) 3:10 -Clarke hace presencia con su tema y le saca chispas a la batería.
Los siete temas grabados en Francia, con el trío de Powell (piano), Michael Gaudry (bass) y Arthur Taylor (drums):
6) "In The Mood For A Classic" (Powell) 5:44 - 7) "Una Noche Con Francis" (Powell) 3:30 - 8) "Relaxin' At Camarillo" (Parker) 4:14 - 9) "Blues For Bouffemont" (Powell) 5:42 - 10) "Little Willie Leaps" (Davis) 4:04 - 11) "My Old Flame" (Johnston-Coslow) 4:17 y 12) "Moose The Mooche"  (Parker) 3:42 - En estas interpretaciones el piano tiene a otros acompañantes de óptima categoría, pero a Powell lo notamos con menor relevancia. A pesar de todo, donde hubo fuego quedan brasas. Una prueba de ello, los registros 6, 7, 8 y 10.
EARL RUDOLPH (BUD) POWELL (1924-1966) Estados Unidos, fue un pianista fundamental en la era moderna del jazz (bebop). A los dieciocho años, ya había tocado con Charlie Christian y Charlie Parker en Minton's. Era un pianista virtuoso, pero sin llegar al "suicidio pianístico", como pasó con algunos pianistas posteriores a él; según afirmaba Joachim Berendt. Sufrió de una enfermedad mental, que lo apartaba por períodos de su profesión. Pero dejó una impronta notable en el jazz.
J. C. Conde Sauné

martes, 13 de octubre de 2015

"En la plaza oscura" (1931), novela policial de HUGH WALPOLE, difundida en la colección "El Séptimo Círculo" por EMECÉ, es una gran obra de aquel género que acabo de leer. Se podría decir que es una ficción extraña, en donde se comete un crimen pero no hay detectives tratando de resolverlo. Osmund, el asesino, ayudado por tres amigos, se encargan de arreglar todo para que el muerto desaparezca. Su personaje principal, Ricardo Gunn, cuenta esta historia y como se vio involucrado, casualmente, en ese homicidio. Él deambula por las calles casi sin dinero; tenía sólo media corona y un tomo de don Quijote que usaba como talismán, cuando ve a Pengelly, un viejo truhán que conocía. Lo sigue y ve que entra en un edificio. En la escalera tropieza con otro conocido, Charlie Buller; éste le confiesa que está al acecho de Pengelly, que los ha delatado a la policía por un intento fallido de robo, junto con Juan Osmund y Hench, y debieron cumplir una condena menor. En ese edificio, en un departamento, arriba del Piccadilly Circus, vive Osmund con su mujer Elena y esperan a Pengelly que ha solicitado una entrevista con los tres amigos. Intrigados lo esperan, sin saber si viene a pedirles perdón por su felonía o a qué y le piden a Gunn que los acompañe, como viejos camaradas que fueron y aquél accede. Y allí comienza el drama, que concluye con el asesinato.
Hay todo, en este relato, un examen exhaustivo de los personajes. También momentos, se podría decir, rondando lo satírico y la pasión amorosa; lo leí muy complacido. Muy buena la traducción de Cecilia Ingenieros.
Hugh Walpole (1884-1941), escritor inglés nacido en Nueva Zelanda, consideraba esta novela, cuyo título en inglés es: "Above the Dark Circus. An adventure", como la mejor. Sentía por ella el afecto que siente una madre por la más fea de sus hijas; esto lo decía Borges en el prólogo, de la edición de esta obra, en su Biblioteca Personal.
J. C. Conde Sauné   
   

lunes, 5 de octubre de 2015

"En una u otra medida, toda ficción tiene un carácter autobiográfico". Encontré esta frase, del escritor francés JEAN ECHENOZ, en un artículo de "Perfil-Cultura" del 26-04-2015 y la frase me pareció acertada. La definición de la RAE.ES, para la palabra "autobiografía", nos dice: "vida de una persona escrita por ella misma". Todo lo que uno escribe, tiene algo de autobiográfico como lo define Echenoz; porque está conectado no sólo con lo que uno vivió, asimismo con su imaginación, con lo que conoció y vio en la vida diaria. Es cierto, como dije la vez pasada, que el escritor con su fantasía completa la trama. Escribir es vivir sintiendo, todos los días, esa sensación.
J. C. Conde Sauné   

viernes, 2 de octubre de 2015

Poema N° 4 ( Cuaderno IV ) * Nenúfares

Noche: milagro viviente
de eternas estrellas.
Vuelve tu silencio tan
hecho de ternura.
Recorre, tus largos campos oníricos,
la mansedumbre de tu lento brincar.
He merecido tu navegar
de lunas por mis ojos,
tu rocío de pana salvaje,
tu aletear esperando mis ausencias.
J. C. Conde Sauné