viernes, 27 de diciembre de 2013

Siempre me place terminar el año utilizando como catarsis algunos poemas o frases que recuerde, para publicarlas en mi Blog, de autores que quiero y admiro. Ahora, al ver este libro en mi biblioteca, me vino a la memoria el maravilloso comienzo de esta novela de JOSEPH CONRAD, "La línea de sombra" (The shadow line). Es una gran novela, de apenas 155 páginas, escrita en los últimos tres meses de 1916, manifiesta un mundo tan alucinante como inaudito. Comienza de esta manera, con dos renglones de Charles Baudelaire en su copete:
"...D'autre fois,calme plat, grand miroir
De mon désespoir.  *  Baudelaire
Sólo los jóvenes conocen momentos semejantes. No quiero decir los muy jóvenes, no; pues éstos, a decir verdad, no tienen momentos. Vivir más allá de sus días, en esa magnífica continuidad de esperanza, que ignora toda pausa y toda introspección, es el privilegio de la primera juventud.
Cierra uno tras de si la puertecita de la infancia, y penetra en un jardín encantado. Hasta sus mismas sombras tienen un resplandor de promesa. Cada recodo del sendero posee su seducción. Y no a causa del atractivo que ofrece un país desconocido, pues de sobra sabe uno que por allí ha pasado la corriente de la humanidad entera. Es el encanto de una experiencia universal, de la que esperamos una sensación extraordinaria y personal, la revelación de un algo de nuestro yo.
Llenos de ardor y alegría, caminamos, reconociendo los lindes de nuestros predecesores (...) Sí; caminamos, y el tiempo también camina, hasta que de pronto, vemos ante nosotros una línea de sombra advirtiéndonos que también habrá que dejar tras de nosotros la región de nuestra primera juventud".
Me dio, inusitadamente, una dicha enorme recorrer con mi Parker el cuaderno anotando estas palabras, un todo armonioso, de Conrad y haciéndolas un poco mías.
Dejé el libro a un costado, sobre el escritorio. Pienso leerlo nuevamente; esto es lo bueno de las grandes creaciones literarias.
J. C. Conde Sauné

lunes, 23 de diciembre de 2013

Cuando comenté este CD doble, "Good Enough To Keep", me referí solamente a Joe  Venuti y Eddie Lang. Pero había prometido hacerlo con el otro, que tenía registros de Charlie Christian, con un total de 23 temas. Si bien figura el nombre de Christian, en el compacto, el líder es Benny Goodman con su orquesta (2 temas), con su sexteto (10 temas) y con su septeto (10 temas) y el tema que completa los 23, es con el cuarteto de Edmond Hall. En el sexteto de Goodman intervienen, aparte de él en clarinete y variando sus músicos: Lionel Hampton (vibráfono), Fletcher Henderson, Johnny Guarnieri, Count Basie y Dudley Brooks (piano), Charlie Christian (guitarra), Artie  Bernstein (bajo) y Nick Fatool (batería). Temas, con alto vuelo, para destacar: "Stardust", "Seven Come Eleven", "Soft Wind", "Till Tom  Special", "Gone With 'What' Wind", "Poor Butterfly", "Good Enough To Keep" y "Six Appeal". Notable en sus solos Goodman, se notan la fuerza y el ritmo de Christian, la fluidez armoniosa en los solos de Lionel Hampton y la presencia rítmica de Fletcher Henderson, Johnny Guarnieri y Count Basie; nadie desentona. En el septeto: Benny Goodman (clarinete), Lester Young y George Auld (se alternan en saxo tenor), Buck Clayton y Cootie Williams (se alternan en trompeta), Charlie Christian (guitarra), Count Basie, Ken Kersey y Johnny Guarnieri (se alternan en el piano), Artie Bernstein (bajo) y Harry Jaeger, Jo Jones y Dave Tough (se cambian en la batería). Aquí también todo es antológico: "I Never Knew", "Lester's Dream" (se sacan chispas Goodman, Young, Clayton, Christian y Basie), "Royal Garden Blues", "Wholly Cats", "As Long As I Live", "Benny's Bugle" y "I Can't Give You Anything But Love". (Aparece la trompeta de Cootie Williams deificando estas composiciones, pero Goodman, Auld, Basie, Christian, Bernstein y Jo Jones se hacen notar). Otra pequeña joya para destacar: "Profoundly Blue", Christian con el cuarteto del gran clarinetista Edmond Hall, Meade 'Lux' Lewis (celesta) e Israel Crosby (bajo) nos dejan estos 4:05 sublimes.
Agrego un comentario: los dos temas con la orquesta de Benny Goodman son buenos y se lucen Christian y Goodman, pero siempre preferí los combos del gran Goodman, el trío, el cuarteto y estos que mencioné ahora. Tengo predilección por las orquestas de Count Basie y Duke Ellington, antes que la de Goodman, los arreglos en aquéllos no me suenan tan convencionales.
J. C. Conde Sauné 

jueves, 19 de diciembre de 2013

Nosotros compramos, las cosas de almacén, en un super-chino cerca de casa. Antes había un matrimonio joven con un nene y ahora lo regentea otra pareja, también joven, con una nena pequeña. Solemos cambiar algunas palabras con ellos, les tenemos simpatía por su disposición al trabajo y el respeto que brindan al cliente. El otro día la señora, que estaba en la caja, me dijo en voz baja que del 20 al 27 de este mes no iban a abrir el negocio, por lo que había pasado. Repentinamente, le dije que me sentía avergonzado por lo que habían hecho con su paisano en Glew y que no todos los argentinos somos así. Me contestó: "sí... sí yo 'sabe' eso". El marido, que estaba cerca acomodando mercaderías, me sonrió moviendo afirmativamente la cabeza. La nena chiquita, en el coche sentada, nos miraba con curiosidad; le sonreí haciéndole un mohín y ella se sacudió riendo. Con mi esposa, que estaba a mi lado, nos sentimos un poco mejor. Todo esto viene a cuento porque quise hacer un inventario, tomando lo anotado en mi "Breviario" y no publicado en el blog, de estos treinta años de democracia. Los escritos en mi "Breviario", como ya dije en otra oportunidad, los comencé en 1996. Pero lo manifestado hacia los fines de año, fue siempre más de lo mismo. Sobre todo en estos últimos veinte años y pico. Así que dejé de lado, otros artículos elegidos para difundir en mi blog. Desde 1983 para acá se podría rescatar, con algunos reparos, el gobierno de Ricardo Alfonsín. La realidad está a la vista, más de una cuarta parte de la población vive en villas miserias o en forma muy precaria. Se fue para atrás en la educación, la salud y el nivel social de la gente. Se restó importancia a la cultura del trabajo y el estudio. Los tan cacareados derechos humanos, no existieron para la gente que murió en el Sarmiento, las inundaciones en La Plata y zonas del gran Buenos Aires; la explosión en Rosario, los asaltos y accidentes de tránsito de cada día. Asimismo para los Quom y otras comunidades nativas maltratadas. 
Uno no pretende agrandar la cuestión, ni tampoco lo hace el periodismo no oficialista, porque todo lo vemos a diario. En cuanto a esta década la podríamos llamar desganada, desesperanzada, descarriada, hastiada o descarada; cualquier adjetivo, menos "ganada". Si no interroguen a los ciudadanos que les saquearon sus comercios y las casas. También a los conciudadanos del pobre chino que le incendiaron el negocio y murió en su interior; más otras catorce víctimas de estos vandalismos. Aclaramos, queremos gobiernos democráticos, pero no este tipo de populismos demagógicos y sectarios que nunca sirvieron para nada. Los resultados son más que elocuentes.
J. C. Conde Sauné    

lunes, 16 de diciembre de 2013

El otro día, en un negocio, una señora le dijo al vendedor: "poneme un turrón más, a ver cuanto suma y si me alcanza la plata". Siempre que escucho una frase suelta por ahí, me quedo pensando. Se acabaron los tiempos, para un trabajador, de los turrones de almendras y avellanas; y nueces para la Nochebuena. Ahora esta señora, de aspecto humilde, llevaba tres módicos turrones de maní. Me gusta más el maní que las nueces, aunque no tanto como las almendras. Pero la cosa es así, llega el fin de otro año, con más ruido que nueces; otro en la Argentina que se fue al garete. Ahora la culpa la tuvo la crisis mundial, antes fue el imperio británico (los trenes que ellos dirigían, eran subsidiados por el estado, como ahora, pero andaban y había ramales hacia los pueblos más apartados). Después el imperialismo yanqui (al que continuamente le pedíamos préstamos para destinos ignorados). Es una suerte, dentro de la desgracia, que podamos echarle la culpa a otros de la incompetencia para gobernar y la nuestra para votar. Dentro de un año y meses, vamos a cumplir 200 años de independencia. Un país joven, se diría; pero con viejas mañas. Enfrentamientos inútiles, rapiña a troche y moche; nunca un plan de consenso para proyectarnos como una nación, sin autoritarismos de caudillos paternalistas y dictaduras militares. Mi padre un inmigrante que trabajó, aún, después de jubilado hasta su muerte a los 83 años y que quería mucho a este país, que no era el suyo, repetía a menudo, ante los continuos desaciertos de los que gobernaban: "!pobre... pobre Argentina¡".
30-12-2008     *     J. C. Conde Sauné  

jueves, 12 de diciembre de 2013

Cuando falta un día para el fin de año, siempre se hacen balances que terminan, para mí, siempre con saldo negativo. No en lo personal y afectivo, pero sí en lo que hace a mi producción literaria y al país con su entorno social.  No corrijo y ordeno, lo que tengo que corregir y ordenar. Todo permanece allí, estancado e incierto. Lo que sí continúo, por ahora, con decisión firme y sostenida, son estas "Imágenes e impresiones". (Ahora "Breviario del ocelote"). Muchas veces, entre lectura y lectura, uno discurre en otros proyectos que nunca se cumplen.
Admiro a esa gente, que toma la escritura como un trabajo y con un horario preestablecido. Un trabajo como cualquier otro. Cuando trabajaba en tareas contables, era disciplinado y hacía con eficacia mis obligaciones; claro, tenía que ganar mi sustento. ¿Y aquí? ¿Ésto no es una obligación? A veces creo que no, me toma un desasosiego en donde la literatura no cambia gran cosa a nadie y menos a la gente, que consume lo que se consume hoy en día. La literatura se hizo baladí, comercial y políticamente vendible. Hay que hacer novelas históricas, hagamos novelas históricas. Hay que reivindicar los ominosos años 70, vamos por los 70. Total mucha gente compra los relatos que le venden. Hay que sorprender y ser transgresor, usemos un lenguaje soez y chabacano; la literatura puede esperar. O para eso están Borges, Bioy, Cortázar o Marechal, nuestros padres de los que hay que renegar, para ser un sujeto posmo.
Los fines de año, traen estas reflexiones: la literatura y las artes en general, sobreviven en un espacio reducido, como la cultura en general y la riqueza en particular. Somos unos tristes náufragos, esperando un viento de popa que nos arrime a buen puerto. !Pero con este timonel...uf¡
30-12-2006     *     J. C. Conde Sauné

miércoles, 11 de diciembre de 2013

El nuevo año me sorprendió trabajando, como en otros tiempos, en un hotel.
Recuerdos fugaces de otros momentos, en los que me sentía con ganas de emprender cosas...
La vida es una trasposición de ausencias y momentos plenos...
Siempre, uno siente que regresa de algo; aunque no haya partido hacia ningún lado.
Tengo cercanas a Malen y a la poesía. ¿No es bastante?
1-01-2004     *     J. C. Conde Sauné      

lunes, 9 de diciembre de 2013

También de un artículo del "Nouvel Observateur", tomé esta frase de Sócrates, filosofando frente a su calvicie: "La hierba no crece en las calles transitadas". Esto me sumió a mí en reflexiones, no tan profundas como las del filósofo griego, pero reflexiones al fin. Aquí en Argentina, en términos generales, se ha perdido la capacidad de pensar y el razonamiento está devaluado. Uno lo ve en los dirigentes políticos, empresarios, sindicalistas y los distintos canales de información, salvo contadas excepciones, nos damos cuenta que se ventilan siempre las mismas ideas. Se dan vueltas a una noria sin ningún sentido: se negocia la deuda externa, se hacen planes para reformar el Estado y el poder político, se estudia el paupérrimo presupuesto de la educación y de la asistencia social, pero se sigue en lo mismo. Los sectores esclarecidos de la sociedad, intentan subvertir esta situación vetusta, pero no se arriba a ningún plan concreto. Se piensa que con solo formar un frente entre gallos y medianoche, ya se transforma el poder existente. Es realmente penoso ver esto día a día, aún en la vida diaria. La falta de iniciativa y voluntad en la gente, que todavía tiene empleo o maneja un negocio, se ha caído en un facilismo alarmante.
Es cierto que hay para rescatar, a los que se niegan a sucumbir sin dar tregua: redes solidarias, movimientos cooperativos, mutuales y asociaciones independientes varias, los que siguen creando a través de las artes, los que hacen medicina o enseñan en condiciones heroicas y los que día a día trabajan con salarios escasos. Son los verdaderos anticuerpos de esta sociedad enferma. Sólo con ellos se puede pensar que han transitado tanto el camino, que el pasto o maleza no pudo crecer.
19-01-2003     *     J. C. Conde Sauné

sábado, 7 de diciembre de 2013

Últimamente nos habíamos alejado de Woody Allen, inclusive no hemos visto la película que se estrenó ahora, "Blue Jasmine". Pero, no obstante, con lo ya realizado, pensamos que él es uno de los directores más importantes del cine. Recordamos, al menos, seis filmes emblemáticos: "Annie Hall (1977), "Interiores" (1978), "Manhattan" (1979), "Hannah y sus hermanas" (1986), "La otra mujer" (1988) y "Crímenes y pecados" (1989). Después las consideraciones de siempre, que él se repite. Se repetía tanto como Bergman (a uno de los que admiraba) o Fellini. Pero cualquiera película menor de los tres, es mejor que algunas que se filmaron en la actualidad; donde no hay guión, sobran truculencias y efectos especiales y la marcación de actores no existe. Hasta los más buenos se desmandan para cualquier lado.
Al fin vimos otro filme de Woody Allen, "Whatever Works" (2009-EEUU), conocido en estas pampas como "Así pasa cuando sucede" o "Si la cosa no funciona"; a gusto del consumidor el título. Es una comedia con guión y dirección de Allen. El tema: Boris, hombre maduro y físico de renombre, discurre un poco con sus amigos y a ratos monologando para la cámara, sobre el sentido de su vida con una retórica un tanto "sartreana". En ese ínterin aparece en su vida Melodie. Ella se ha ido de su casa, por la mala relación con sus padres que se divorciaron. Boris la cobija, aunque ella prefiera el rock antes que Beethoven como él. Pero Melodie se deja querer, con una Evan Rachel Wood magnífica en su papel. Es la chica que uno quisiera proteger y amar; aunque más tarde sepamos que algún gavilán más joven se la va a llevar. Como ocurre cuando ella conoce a Randy. Después aparecen, por la casa de Boris, Marietta y John los padres de Melodie que la andaban buscando. Le recriminan a la chica por haberse ido a vivir con un viejo. Pero todo termina en paz. Hasta el padre y la madre de Melodie, separados, descubren de diversas maneras el amor a la carta. 
A pesar de la trama, un poco rebuscada, la película se deja ver. Sobre todo, por las actuaciones sobresalientes de: Larry David (Boris), la maravillosa Evan Rachel Wood (Woody tiene un ojo clínico para elegir las actrices), Patricia Clarkson (Marietta), Ed Begley Jr. (John)  y Henry Cavill (Randy).
J. C. Conde Sauné 

jueves, 5 de diciembre de 2013

En 1962 fue la primera y última vez, hasta ahora, que pude ver publicado algo mío en un libro. Ocurrió con el cuento "El paso", que figuró en el libro "Solos" de la desaparecida "Editorial Goyanarte". Allí figuraba mi cuento, estaba entre otros once cuentistas, previo resultado de un concurso. Después publiqué algún cuento o artículo, en alguna que otra revista literaria. Expliqué, en estos escritos, el porqué de este largo silencio de casi 42 años (toda una vida o "toda mi vida", como dice el tango). Trabajar y luchar por una publicación, a veces, es muy difícil. Por eso me gratificó hoy, en la SADE de Capital, el acto donde me entregaron el libro y una mención con diploma del "Concurso Nacional 2004 de Narrativa  y Poesía de la "Editorial Pórtico Azul"; donde fui seleccionado y publicado junto a otros cuentistas y poetas. La gratificación fue doble, ya que fui favorecido en los rubros cuento y poesía; mi cuento "El río, esa tristeza inmóvil" (integra el tomo a publicar "Dos veces el mismo río") y mis poemas del Cuaderno IV nros. 3, 6 y 41. Había tres primeros premios, en los cuales no figuré, pero igual estoy contento; por lo menos entré en el libro y no tuve que pagar la edición del  mismo.
10-12-2004     *     J. C. Conde Sauné   

martes, 3 de diciembre de 2013

Poema N° 27 ( Cuaderno IV ) * Los recuerdos


Como muchas de sus tipas,
envejeciendo raíces,
volví a San Isidro;
aquél de mi guardapolvo
enroñado
en fútbol
de potrero.

Me paré en la rotonda de las pepitas.
Improvisé una pipa.
Hubiera querido
llenarla de tabaco
y dar unas pitadas a escondidas.

J. C. Conde Sauné