domingo, 28 de abril de 2013

La importancia de algunos pianistas de jazz como Jelly Roll Morton, James P. Johnson, Willie Smith, Duke Ellington, Count Basie, Earl Hines, Teddy Wilson, Bud Powell, Oscar Peterson, Telonious Monk, Bill Evans, Erroll Garner, McCoy Tyner y me quedan varios en el tintero; hacen que otros, también importantes, permanezcan en un cono de sombra. Recuerdo, entre éstos, a: Billy Taylor, Hank y Jimmy Jones, Wynton Kelly, Jimmy Rowles, Red Garland, Tommy Flanagan... En este rango está Dick Hyman (Richard Roven Hyman), un pianista y organista muy dúctil; interpreta con maestría desde el "rag-time" hasta Cecil Taylor. Se lució junto a músicos de la talla, entre otros, de Benny Goodman, Red Norvo, Kai Winding y Urbie Green. Colaboró, además, musicalmente en algunos filmes de Woody Allen. Cito su nombre ahora, para comentar uno de los mejores CD que tengo: "Scott Joplin-Piano Works-Dick Hyman"; grabado en 1975 para RCA VICTOR.
El "rag-time" (tiempo sincopado), del cual Scott Joplin es el más importante de sus precursores, era una música compuesta y pianística, a la que le faltaba todavía lo preponderante en el jazz: la improvisación. Se la incluye dentro del jazz por su swing; aunque elemental, lo acerca a él. Scott Joplin, a pesar de ascendencia negra, fue un músico educado en la escuela clásica del piano, cercana a Chopin y más, aún, a Liszt. Usó, asimismo, "ghost notes" (notas fantasma); se tocan con un grado variable de suavidad, se sienten o se insinúan, más que escucharse. En el piano, dentro de la armonía predominante, cumple una función rítmica e introduce un elemento adicional de swing. Scott Joplin las usó para sugerir armonías internas.
Esta grabación, que interpreta en el piano Dick Hyman, tiene los temas compuestos por Scott Joplin (1868-1917). Abarcan desde 1899 hasta 1904, 16 en total, y son los siguientes:  "Maple Leaf Rag", "Original Rags", "Swipesy" (en colaboración con Marshall), "Peacherine Rag", "The Easy Winners", "Sunflower Sow" (en colaboración con Hayden), "The Entertainer", "Elite Syncopations", "The Strenuous Life", "A Breeze from Alabama", "Palm Leaf Rag", "Something Doing" (con Hayden), "Weeping Willow", "The Chrysanthemum", "The Cascades" y "The Sycamore". Son 57:42, el tiempo total de este maravilloso registro. De Dick Hyman no conozco su obra total grabada, tengo algunas de sus colaboraciones esporádicas en conjuntos de jazz; pero me atrevo a decir, que ésta puede resultar una de las más importantes que realizó. Es realmente notable y la acompaña un folleto relevante con una pequeña biografía de Joplin y un comentario sobre sus composiciones.
J. C. Conde Sauné    
 

lunes, 22 de abril de 2013

FUIMOS


Seis letras llevaron tu risa
a la calle resbalando tedio,
a los techos muertos de goteras.

Abrí el cerco rasurado
de la endeble fuga,
danzando ágil de olvido
en el charco trágico de veredas;
sintiendo y abrazando
tu cuerpo renuente.

Sin embargo, cruje el otoño
mirado por el tiempo.
Y te trae nueva de lluvias,
de cenizas y horas resignadas.

J. C. Conde Sauné

viernes, 19 de abril de 2013

Y se vino el "18A", en las esferas del gobierno se especulaba si hubo menos de un millón de personas o más de un millón. A vuelo de pájaro, creo que hubo más personas que en otras manifestaciones. Lo que se ventila en el ambiente periodístico, es que ni el partido oficialista o la oposición, podrían juntar tal cantidad de gente. Otros, también del círculo del poder, dicen que más cantidad de gente se quedó en la casa; una obviedad que no viene al caso. Éstos suponen, como en mi caso, que no fui a ninguna de las marchas, que estoy con el gobierno. Lo cierto es que nunca los voté, ni estoy de acuerdo con su manera de gobernar. Así que es otro cálculo errado. Como decía César Bruto: "Siempre colocan la regadera lejos de los malvones". Entre esas apreciaciones, se les escapa la realidad; que está ahí no más, enfrente, si se la quiere ver. Y así pasan su mandato, tratando de aguantar hasta que dure y la ciudadanía vote a otro partido. Además, son cargos bien remunerados; más los privilegios.
Un consejo del "Tao Te King" de Lao Tse, para el que arribe: "El mejor gobernante es aquél de cuya existencia la gente apenas se entera. Después viene aquél al que se le ama y alaba. A continuación, aquél al que se teme. Por último, aquél al que se desprecia y desafía. (...)".
J. C. Conde Sauné  

martes, 16 de abril de 2013

Tomado de una nota de Ezequiel Alemian, de "Perfil"-Cultura del 26-07-2009: "En 1960, en Buenos Aires, vuelve a verse (se refiere a Witold Gombrowicz) con Roberto Santucho, a quien ha conocido dos años antes en Santiago del Estero. El discurso de Santucho, 'tonto, presuntuoso y apodíctico,  imbuido de una retórica de la que no es capaz de extraer las narices', le produce el mismo sentimiento de impotencia que le provocaba el discurso de Hitler. En Santucho ve Gombrowicz celos, complejo de inferioridad, superficialidad y confusión. 'Miraba su cabeza y su mano, una mano dispuesta a matar en nombre de una niñería. No hay que olvidar que los que no escriben con tinta escriben con sangre'". Las afirmaciones de Gombrowicz, fueron tomadas de su "Diario (1953-1966)". No obstante mi fallida lectura de "Ferdydurke", siempre tuve deseos de leer su "Diario"; encontraría no pocas certezas semejantes a las mías.
30-07-2009   *   J. C. Conde Sauné 

miércoles, 10 de abril de 2013

Mi amigo, el argentino-malagueño, G...... hizo un viaje de apuro por un problema familiar. Antes de regresar a España, se acercó hasta Quilmes City y nos visitó. Como sabe que somos amantes del buen cine, nos trajo de obsequio tres DVD: "El piano" (J. Campion), "Hiroshima mon amour" (A. Resnais) y "Sacrificio" (A. Tarkovski).
De las tres, nos abocamos a la que todavía no habíamos visto, "El piano": obviamente, las dos restantes  nos pondrán contentos de volver a frecuentarlas. "El piano" es una coproducción de Nueva Zelanda, Australia y Francia. Fue un filme muy comentado, porque había ganado la "Palma de oro" (Cannes 1993) y Holly Hunter a la mejor actriz. El guión y la dirección, es de la de neozelandesa Jane Campion y en sus roles principales actúan Holly Hunter (Ada), Sam Neill (Steward-marido de Ada), Harvey Keitel (Baines-vecino y amante de Ada) y Anna Paquin (Flora-pequeña hija de Ada). El tema del filme, se desarrolla tomando a Ada como eje central. Ella queda viuda con una niña pequeña y su padre le acuerda un matrimonio con Steward, un granjero de Nueva Zelanda. Ada deja su Escocia natal con su hija y se dirige hacia allá. Esta mujer es muda, su hija le sirve de interprete y reemplaza su mudez, para expresarse, con la música y se aferra a su piano.  El nuevo marido, hombre rústico, no aceptará el piano que ella llevó a su hogar y lo dejará abandonado en la playa. Baines prendado de Ada, rescata el piano lo lleva a su casa y con el pretexto que ella le enseñe a ejecutarlo, consigue que lo frecuente. Tendrá que dejarse acariciar por él, por cada nota que interprete. Ella al principio se resiste, pero él impone las reglas y termina accediendo. La relación de Ada con su nuevo marido es fría y apenas como de compromiso. Baines, a través de la música, la ayudará a recobrar su libido. Ésta es la parte más notable de la película; el sexo fusionado con la tensión del arte. Como para atestiguar, que el arte por el arte no existe. Dejo lo que sigue, para incitar a los que no la vieron. Este filme (conocido también como "La lección de piano"), que transcurre en la Nueva Zelanda del siglo XIX, está muy bien ambientado. Contó con un guión y una dirección impecable de Jane Campion y un elenco de actores excelentes; la pequeña, entonces, Anna Paquin por momentos se roba el protagonismo.
J. C. Conde Sauné

sábado, 6 de abril de 2013

Mateo Booz publicó "Santa Fe, mi país", libro que ya comenté, en 1934. Vuelvo a él para recordar, de ese libro, su cuento "Los inundados". Sus personajes eran una pareja refugiada en un vagón del ferrocarril, al quedar sin hogar por una inundación. En el noticiero, a raíz de las recientes inundaciones en Capital, La Plata, Saavedra y otros lugares, un hombre comentó que él estuvo durmiendo, en el piso de una escuela, más de un mes, tras la ocurrida en Santa Fe en abril del 2013. Entre aquélla y ésta, transcurrieron casi 80 años de aquél cuento de Mateo Booz.
Yo suelo acudir a la ficción y a la poesía para situarme en la vida real, ellas son muestras fidedignas más que cualquier "ficción" sociológica o apotegma del discurso político, de lo que acontece en la sociedad. Los sucesivos acontecimientos, nos fueron desbordando también la vida cotidiana. Uno experimenta atribulado continuas muertes por asaltos, accidentes de tránsito, crímenes diversos, ferroviarios como el del Sarmiento y de nuevo con las inundaciones. El gobierno asegura que la prensa, no adicta a ellos, exagera en la información; así fueran pocos casos, la prensa tiene la obligación de manifestarlos. Aparte, de muchos hechos delictivos, ni se hace la denuncia.  
Referente a las crecidas, se habla del cambio climático, del poco cuidado de la naturaleza: contaminación ambiental, talado de árboles y reducción del espacio verde; cuya responsabilidad, no cabe duda, es del estado. Además no hay una planificación edilicia (se construyen edificios altos y cocheras hasta con dos subsuelos en lugares factibles de inundarse), falta de mantenimiento de los desagües pluviales y encarar las obras que faltan para ese fin; también de coordinar y tener preparado, de antemano, un plan de emergencia con las distintas provincias y municipios. Se echan la culpa de una fracción a otra del arco político, pero la responsabilidad mayor es la del poder gobernante que tiene el manejo de la caja; en un país que es federal sólo de palabra.
Después, en víspera de las elecciones, van a salir a difundir su relato a cerca de un país mejor. Ustedes ya saben como termina ese cuento.
J. C. Conde Sauné 

martes, 2 de abril de 2013

Poema N° 21 ( Cuaderno IV ) * Los mitos


¿Cómo no ser kafkiano, cuando la vida nos golpea la puerta del absurdo?
Praga puede ser Buenos Aires, Nueva York, Berlín, París y tantos otros lugares; por tantos otros lugares se asomaba Franz Kafka. Cansino y ya de vuelta de todos esos territorios.
Mitificó lo inaudito, porque lo inaudito ya estaba arraigado. Pero sólo él supo verlo; y lo hizo más allá de su muerte.

J. C. Conde Sauné