lunes, 30 de agosto de 2010

Allá por los años 60, leí "El llano en llamas" de Juan Rulfo. El libro lo presté y nunca supe de él. En cada trabajo que estuve, siempre encontraba a algunos compañeros que leían. Las oficinas no las ocupan sólo gente mediocre, como se supone. Compartir libros, que iban de mano en mano, era algo común; pero, a veces, no volvían a su dueño porque alguien, abruptamente, dejaba el empleo.
Del libro de Rulfo, siempre recordaba el cuento "Luvina", que lo tenía en mi antología personal; al leerlo, ahora, lo volví a conformar. Al adquirir el libro nuevamente, siempre se corre el riesgo que no guste tanto como antes. Pero por suerte, eso no pasó y por algo, a menudo,se nombra a Rulfo como un escritor importante.
Esta edición fue patrocinada, por la fundación que lleva el nombre del escritor mejicano. Es espléndida y está hecha por RM Verlag SL, impresa en Chile, con una tipografía inspirada con originales elaborados en 1685, por el húngaro Miklós Kis, en un papel opaco que facilita su lectura. Una obra de arte, también, el diseño de la tapa.
Me fui un poco por las ramas y no comenté el libro. Bueno, 17 cuentos, en los cuales Rulfo dejó que hablen sus protagonistas. Él permanece, un poco a la sombra y los anima para que relaten su vida, desencantos y frustraciones, con pobreza y muerte; la muerte merodea, siempre, en sus vivencias. Reivindico, como afirmara, a "Luvina"; destaco además: "La Cuesta de las Comadres", "Es que somos muy pobres", "Macario", "El llano en llamas", "¡Diles que no me maten!" (El preferido de Elías Canetti y Günter Grass, según la contratapa del libro), "Acuérdate" y "La herencia de Matilde Arcángel". Los restantes son muy buenos, pero siempre hay preferencias personales.
Con Rulfo, siempre estoy en deuda, no leí su "Pedro Páramo". Pero, como decía mi padre, si sigo vivo no faltará oportunidad.
J. C. Conde Sauné

jueves, 26 de agosto de 2010


"4 meses, 3 semanas, 2 días", es una película rumana del año 2007, dirigida y escrita por Cristian Mungiu. La acción, transcurre en Rumania en l987. Los personajes principales, son Otilia (Anamaría Marinca) y Gabitza (Laura Vasiliu); dos estudiantes universitarias. Gabitza queda embarazada y pide ayuda a Otilia. Aquella decide abortar y como allí no está permitido, acude al médico, el Dr. Ruscu (Icon Spadaru), para que lo haga en forma clandestina. Como no les alcanza el dinero que juntaron, el médico para hacer la tarea, les exige a las dos sexo a cambio. Ellas, después de una breve negativa, ante la amenaza del médico de retirarse, aceptan. De ahí en más, con el aborto realizado, nada volverá a ser igual, que antes, para ellas. En el medio, el cumpleaños de la madre del novio de Otilia, donde ella acude después de haberse entregado a otro hombre y el novio que no comprende lo que le pasa; sólo le confiesa, a su requerimiento, lo del aborto de su amiga.
El film termina de una manera abrupta y sorpresiva, con las dos amigas en el hotel, donde se habían hospedado para aquel fin. En la pensión de estudiantes, donde vivían, hubieran despertado sospechas. Y queda el final, para que uno imagine como seguirá todo después. Una película muy buena, donde lo sugerido excede a la acción. El cine que, a nosotros, nos gusta ver.
J. C. Conde Sauné

viernes, 20 de agosto de 2010

Poema Nº 20 ( Cuaderno I ) * Acuarelas

TURF

Tarde de césped con brillo,
acústica, crecida a gritos sedientos
de hallar un fin trascendente en el disco.

Otro sábado,
para volver
a San Isidro,
no hay encono.

J. C. Conde Sauné

sábado, 14 de agosto de 2010

Patricia Highsmith decía, que las mejores ideas le venían cuando estaba haciendo otra cosa, que escribir. Adhiero a ese pensamiento, en mi caso nunca me propongo sentarme a escribir tal o cual cosa. Una de mis aficiones actuales, es cocinar. Cocina sencilla, no soy un chef, con la hojita de menta o de rúcula adornando un plato. Hago por ejemplo, unos buenos ñoquis o tallarines caseros, no como los ha "fatto mamma", pero por ahí ando. Y mientras tanto, a veces, muchas ideas me vienen a la cabeza. Eso me pasa desde que era niño, me daba vergüenza contarlo a otros chicos, tenía miedo que me tomaran por loco. La otra vez pensaba: porqué en ciertos casos esas inventivas prosperan y en otros no. Dejando de lado, las ganas o un plan determinado; nunca o casi nunca lo tengo, voy para adelante y sólo paro cuando se acabó la tinta de mi lapicera y cargo otro cartucho. En ese ir y venir, tal vez termina todo y queda trunca aquella idea floreciente. No hay que desesperar, vendrán otras y otras; es como un torrente de sueños que se abarrotan y luego salen hacia afuera y de pronto se detienen.
Otra coincidencia con Patricia Highsmith: manifestar el mundo que le es propio a uno; en alguna ocasión dije, que es como el ADN y ella alega, que es como la huella digital, vamos para el mismo lado. No me esfuerzo, como ciertos esnobistas, en ser nuevo y original; apuesto a mi mundo interior y lo que mis sentidos captan. ¿Qué es lo nuevo y lo viejo? ¿Cervantes o Dante son lo viejo?
Después viene hilar fino: si lo que uno escribe, vale la pena leerlo o no. Bueno, de eso que se encarguen los lectores.
J. C. Conde Sauné

lunes, 9 de agosto de 2010

Poema Nº 19 ( Cuaderno I ) * Acuarelas

AVENIDA SANTA FE

Una arteria
es una laxitud
que espera,
soporta,
musitando
el neumático rodante.

Hay un halo frustrado
en la gente que camina.

Los escaparates,
el flirt,
lo cómico,
se hunden en el asfalto
con auténtico esnobismo.

J. C. Conde Sauné

miércoles, 4 de agosto de 2010

Poema Nº 18 ( Cuaderno I ) * Acuarelas

REFUGIO NORTE

Terrenal invierno de sosiego
en el mojón: diecinueve kilómetros.

Sorteándolo, podemos ignorar
esta sublimación de Buenos Aires.

Parque del destierro premeditado,
que huye de la capital caótica.

Acassuso: cierre confinante del grito.

J. C. Conde Sauné

lunes, 2 de agosto de 2010

La película "About Schmidt", editada en DVD como "Las confesiones del Sr. Schmidt", de Alexander Payne, podría enseñar de que modo se hace un buen cine con tan poco y con un argumento muy utilizado: el fin de la vida activa de un hombre, al jubilarse y envejecer. Es cierto, que Payne tiene, nada menos que, a Jack Nicholson, Kathy Bates, Hope Davis y un elenco destacado.
El personaje, que interpreta Nicholson, ya jubilado y con la repentina muerte de su mujer y ante el casamiento, para él desacertado de su hija, se encuentra en una situación de vacío total; todo parece venirse abajo. Anterior a la muerte de su mujer, un día haciendo zapping en los aburridos programas de televisión, encuentra un aviso que más tarde tomará en cuenta, logrando que su vida tenga algún sentido. Se hará cargo de los gastos, para la educación de un chico que reside en un hogar de ayuda, para niños carenciados.
Para algunos, que buscan un cine más elaborado y con sutilezas ocultas, puede llegar a no satisfacer, totalmente, el film de Alexander Payne. A los que nos gustan crear historias , leerlas y eventualmente verlas filmadas, nos sentimos reconfortados por este tipo de cine, que poco abunda.
J. C. Conde Sauné