jueves, 27 de diciembre de 2007

TEMPUS FUGIT


Se escapa, se escapa,
el sonido.
Redoble de timbales
los días que acontecen
y el tiempo por venir;
resabios de otoños gastados
junio mustio adormecido.
Tenue melodía se escapa,
se escapan los sueños: tu fuga
y fuga de anheladas sombras
el sonido de la trompeta;
la poesía que va y viene
diría Wallace Stevens,
otro fugitivo,
y la melodía y el ritmo
que detiene el tiempo
de los calendarios.
¡Aleluya Miles Davis!


J. C. Conde Sauné

Mientras repasaba, ahora con más tiempo, mis cuadernos de poesías escritas ya hace algunos años, escuchaba uno de los primeros CD que compré y es, para mí, una de las mejores grabaciones de jazz que tengo, o al menos de las que más me gustan. Es una del "Modern Jazz Quartet" realizada en el año 1960, en vivo en Ljubljana (ex-Yugosloavia). Son 68' 35" de un jazz magnífico, depurado y de una rara perfección, esa que irrita a algunos puristas del jazz amantes del sonido "dirty", solamente. Escuchar en esta grabación: "It don't mean a Thing", "I remember Clifford", "How high the moon" y "Odds against tomorrow", es una prueba, más que contundente, que el "Modern" ya se había ganado un lugar preponderante en la historia del jazz.
Volviendo a mis cuadernos, siempre pienso hacer una recopilación y tratar de publicar algo y va quedando para una mejor oportunidad. ¿Hace falta la poesía en este mundo?. Este mundo que fabrica armas y conflictos para venderlas. Cesare Pavese en "El oficio de vivir" decía: "Yo comienzo a hacer poesía cuando la partida está perdida. Nunca se ha visto que una poesía haya cambiado las cosas", y yo en esto voy a la zaga del sublime piamontés.
La grabación del "Modern", mencionada, está realizada como dijera en Yugoslavia, durante un festival, cuando todavía no se soñaba con Milosevich y sus genocidios. Difundiéndola en el programa de jazz que tenía, hice mención a ese hecho. Dije algo más o menos parecido: "Eran otros tiempos, cuando se disfrutaba el jazz y no se sufría las guerras. Eran los años que uno siempre añora". Y en esos años, mi poesía rescatada de los cuadernos.
25-01-2003 * J. C. Conde Sauné

jueves, 20 de diciembre de 2007

TRISTEZAS DE UN DOBLE A

Estoy solo, sólo la yeca
o el olvido me esperan.
¿Donde estará aquel alemán,
que entre chucrut y cerveza
y en la cópula fantasmal
con alguna ninfómana
me concibió para que gima?


Sí, estoy solo y triste, eso
es lo más jodido, porque ya no
soy la redención de las milonguitas,
que se perdían en los puticlús
explotadas por algún fioca,
y ya se sabe que en los recitales
o en las discos, los jopendes no me bancan.


Ahora soy estudiado por los jetones
de la literatura, ésos que se acercan
al tango después de haberse envenenado
con los ruidos de moda.
Pronto tendré que ir a la Facultad,
doctorarme en cualquier huevada
y dejar mi asma para la posteridad.

J. C. Conde Sauné

Otrosí digo: No fue "Divina" el último tema del CD de Lucio Demare, en solos de piano, que terminaba con la "La cachila" de Eduardo Arolas. Después de publicar en mi Breviario el artículo sobre Demare, me quedó la duda y al volver a casa, pues no tengo compu, lo verifiqué.
¿De donde había sacado que era "Divina"?. Lo recordé y fui a buscar, en mi discoteca, el CD de Walter Ríos "Luciérnaga curiosa", algo para tener en una colección que se precie. Ahí estaba "Divina", el tema de Joaquín Mora, como último registro, interpretado por Walter Ríos (bandoneón) y Antonio Agri (violín); que marqué como hago en mis libros preferidos, con una (*) E. de excelente. Este gran bandoneón (heredero de una línea concomitante con Leopoldo Federico: "drive", amplitud sonora y fluidez técnica. Facilidad casi jazzística para improvisar, como Rovira o Piazzolla) grabó este registro en el 2do. semestre de 1996. Pasaron 11 años que no se notan y espero que, si se agotó, se vuelva a reeditar. Acompañaron a Ríos, aparte de Agri, Roberto Fast Fernández (fluegel horn), Ricardo Domínguez (guitarra), Bernardo Baraj (saxo), César Franov (bajo eléctrico), Nicolás Ledesma (piano), Domingo Cura (percusión) y Lito Nebbia (sintetizadores). Para destacar,también, como excelentes registros: "Flores negras" (F. De Caro) y "Pequeña" (Osmar Maderna) dúo de Ríos con Baraj; "Yo te bendigo" (Filiberto) Ríos en solo de bandoneón; "El día que me quieras" (Gardel) con un muy buen solo de Fast Fernández y "El día después" (W. Ríos), bien acompañado por Ledesma, Domínguez, Franov y Nebbia. Los temas restantes los tenía marcados con (*) de muy buenos; no soy magnánimo, me gusta la buena música, eso es todo.
J. C. Conde Sauné


 

martes, 18 de diciembre de 2007

El piano suena con lenta parsimonia y extiende su sonido quedamente, como si le costara recobrar el aliento.
Me agrada escuchar estos tangos en una grabación rara y casi olvidada por los difusores del tango, esa raza de persistentes repetidores de grabaciones de mal gusto y criterio. Hasta en eso el jazz es distinto, los que lo difunden seleccionan mejor el material y conocen bien el género; nunca hubo en el tango un Basualdo o un Walter Thiers, para citar sólo algunos. Además las grabadoras cuidan mejor el sonido; en las grabaciones de tango, sobre todo las más distantes, aquel es casi siempre malo.
También, en el jazz, quizás más estimulados por el público, los pianistas hicieron grabaciones en solos de piano, ejemplos: Jelly Roll Morton, Teddy Wilson, Mc. Coy Tyner, Bill Evans, Michel Petrucciani y otros. En el tango, una música tan rica en creación, resulta bastante raro que ocurra. Por eso, escuchar a Lucio Demare en solos de piano resulta maravilloso. El autor de "Malena", "Dandy", "Mañana zarpa un barco" y "Sentimiento tanguero", entre otros, recorre con una sencillez de expresión, que recuerda mucho a Teddy Wilson, aquéllos sus tangos y otras excelentes interpretaciones como "Nunca tuvo novio" o "Divina". Para usar una palabra de moda, que a mí mucho no me gusta, estos "standars" del tango creados por Agustín Bardi, Juan Carlos Cobián, Joaquín Mora y Demare mismo, no tienen nada que envidiar a Jerome Kern, Irving Berlin o Gershwin.
Queda en los oídos resonando "Divina", último tema de este CD. El tango, a pesar del tiempo transcurrido y mi devoción hacia el jazz, sigue siendo mi música.
J. C. Conde Sauné     


 

miércoles, 12 de diciembre de 2007

EN EL BONDI ( 3 ) (Memorias de un pasajero)

Hay gente muy intolerante. Uno viaja, sentado, leyendo tranquilamente en el colectivo semivacío y sube al mismo, lo que los gallegos llamarían un patán y empieza a los puñetazos con la máquina expendedora de boletos. El colectivero se da vuelta y le dice: "¿qué le pasa amigo?". Raro, pero cierto, un conductor amigable. "Me tragó la moneda y no me dio el boleto" - dice el patán. El colectivero manipula el teclado de la máquina, pero la moneda no aparece. Para el colectivo y ahora la emprende él a las piñas con la máquina. "Está bien, vaya y siéntese, no hay problema. Ahora pongo el cartelito y no levanto más a nadie". "Pero si sube el chancho" - dice el pasajero. El colectivero le hace seña que no se preocupe. El pasajero se sienta, pero al rato se levanta y le da otra trompada a la máquina y amaga a dejarla, pero se vuelve y le da dos piñas más. El chofer, se da vuelta e insiste en que la deje. El pasajero, no obstante, ofuscado insulta a la máquina de arriba a abajo, dudando de la moralidad de la madre del que la fabricó y de toda su parentela. Agregando algunas diatribas más para el dueño de la empresa del transporte. A las que el colectivero se prendió: "¿sabe cómo me pagaron a mí el sueldo del mes pasado? Todo en chirolas". A lo que el pasajero asintió: "deben ser con las que nos chorean a nosotros con esas máquinas, ya no hay seriedad". Y dándole un a piña más a la máquina: "diga que uno no se calienta". Cuadras más adelante el tipo baja y se despide con un cariñoso: "!suerte flaco y aguante¡ Algún día la máquina la vamos a tener nosotros".
El colectivo arranca y caen unas monedas, como de milagro, en la cajita del vuelto. "Parece que se arregló" - dice el conductor, como hablando al montón y más adelante para que suban nuevos pasajeros, detiene el vehículo.
Al mundo lo manejan las máquinas, pienso, retomando ahora con más calma la lectura de "Le mythe de Sisyphe" de Albert Camus. Estoy en el capítulo "La libertad absurda" y leo: "Yo obtengo, de esta manera, del absurdo tres consecuencias que son mi rebelión, mi libertad y mi pasión".
J. C. Conde Sauné

jueves, 6 de diciembre de 2007


Hablando de infancia y también de adolescencia: ¿qué cosas perduran en nosotros a través del tiempo?
Esa rueda, en continuo movimiento, hace que dejemos atrás en rauda marcha infinitas cosas.
Canjeando libros, recuperé, por ejemplo, a Conrad, leído en mi adolescencia mal y apurado. No estaba al lado de los narradores que sigo queriendo desde aquella época: Balzac, Poe, Chéjov, Maupassant y Dostoievski. Me reencontré con Conrad, sólo unos pocos años atrás, cuando leí "La línea de sombra" y luego "Lord Jim" y ahora "El corazón de las tinieblas". Uno siente que no supo ver, en su momento, por atolondrado, la grandeza de un escritor notable. Es cierto, que Borges siempre había ponderado a Conrad; pero frecuentemente, solíamos rebelarnos contra la suficiencia intelectual de él.
A veces, creo que sería bueno volver a libros que dejamos de lado, por no interesarnos o que fueron leídos sin dejar huellas en nosotros. Borges, cuando no, decía que, a menudo, no estamos preparados y dispuestos para leer determinados libros. El tiempo puede ser que haga ese milagro, de que nos volvamos a encontrar con ellos. ¿Me pasará con alguno que canjeé en el Parque Rivadavia?
30-04-2000 * J. C. Conde Sauné

miércoles, 28 de noviembre de 2007


Creo haber visto tres o cuatro veces, "Pelle, el conquistador", esa notable película de Bille August. La iguala en cantidad de veces, "Cronaca familiare" de Valerio Zurlini, ese gran realizador italiano, injustamente olvidado.
Un arte, a veces, tan frívolo como anodino y banal como es el cine, nos da esta buena sorpresa.
En realidad uno dice banal, quizás con ligereza, ya que fue tomando ese camino con la gran industria, sobre todo la de Hollywood, adonde ya ni siquiera cuenta el argumento, con algunos efectos especiales y truculencias, se consigue un fast-food fílmico. Por eso reconforta que aparezcan películas como las de Bille August o en otros momentos las de Bergman, Kurosawa o Tarkovsky, para citar algunos de los grandes realizadores.
"Pelle...", es un tema que en estos días está muy latente, como lo es el drama de la inmigración. Nuestros padres lo sufrieron y ahora los hijos y los nietos, van hacia otros horizontes. Y como lo muestra "Pelle...", magníficamente, uno va dejando jirones de sentimientos arraigados; porque la patria más que un himno o una bandera, es el lugar, la casa de uno, los afectos y la idiosincrasia, en fin todo lo que nos hace ciudadanos de un país. En un momento, como el que vive la Argentina de los últimos años, en que la crisis se ha ido agudizando y obliga a mucha gente a emigrar, este filme nos deja con un manifiesto sinsabor. Pero el arte es así, sirve para conmover y para la reflexión. La humanidad siempre busca afanosamente, aún con quiebres, un manera de sobrevivir.
8-02-2004 * J. C. Conde Sauné

martes, 13 de noviembre de 2007

Empecé hace unos meses a leer a Marcel Proust, mejor dicho a leer de nuevo "Du coté de chez Swann". Había leído este libro, cuando estudiaba francés en L'Alliance (promediaba 4º año) e indudablemente mucho no pude disfrutarlo. Continuamente tenía que recurrir al diccionario. Aparte, la intrincada sintaxis de don Marcel hacía bastante pesada su lectura. Me era más fácil leer a Balzac, Maupassant o Camus, por ejemplo. Después de un tiempo, cuando volví a retomar su lectura y con más conocimiento del idioma, aunque densa, se hizo más llevadera.. Terminé, entonces, "Du coté..." y tras cartón me leí "A l'ombre de jeunes filles en fleurs". Me haré un tiempo y seguiré con la serie de la "Recherche...", no obstante confieso, que debo volver sobre "Sodome et Gomorrhe", también leída mal y a los apurones. El estilo de Proust, al margen de la sintaxis, abunda en descripciones e introspecciones sicológicas que se reiteran. Creo que el autor las usa ,deliberadamente, para sumergirnos en ese mundo tan particular suyo; que es el manejo de las sensaciones. Todo está interconectado, las palabras y las sensaciones; y éstas arman la madeja del relato, que es una ecuación de tiempo pasado-presente. Aparte, Proust recrea una época nostálgica de Francia, en la cual la aristocracia se va en retirada para dejar paso a los burgueses advenedizos. Un fresco de época, sólo comparable al de Balzac o Marivaux, en la novela francesa, pero en donde la sicología de los personajes juega un rol preponderante; una suerte de Freud novelista. En la primera obra nombrada, en la parte "Un amor de Swann", hay pasajes realmente memorables: la relación de Swann con los amigos de Odette, su mujer, es uno de ellos. No sé, si ya con más entrenamiento en el mundo de Proust, "A l'ombre..." me resultó más fácil de leer. El capítulo, "Nom de pays: le pays" es realmente fascinante y para releer de vez en cuando.
Siempre fue más importante en la novela moderna, para mí, Kafka que Joyce. Ahora creo que también Proust es más valioso que Joyce. A veces no basta con reinventar la novela, lo que se dice tiene que cautivar y atrapar al lector. Sin lector no hay literatura, es una interdependencia.
Proust como Cervantes, Dostoievsky, Kafka y otros grandes, invitan a la releectura y ahí está lo bueno de una obra literaria.
29-10-2001 * J. C. Conde Sauné

viernes, 2 de noviembre de 2007

Termino de leer "Una larga sombra" ("The long shadow" -1932) de Anthony Gilbert (c0nsultando en Google descubro que es el seudónimo de Lucy Beatrice Malleson - 1899/1973).
Esa novela es una nueva edición de la clásica serie "El séptimo círculo", creada por J. L. Borges y A. Bioy Casares, como se sabe y se inscribe en la mejor tradición de la novela policial inglesa, de escritores como Conan Doyle y Wilkie Collins, entre otros. Además contiene, eso que siempre me gustó en una novela policial, aparte de la intriga, un estudio de la sociedad y sus costumbres. Uno la llama policial, porque casi siempre hay un crimen o delito a investigar; pero muchas veces, como en este caso, supera a las novelas con más pretensiones literarias, por estilo y fuerza narrativa. Esta excelente novela tiene, además, todos los artificios del policial "negro": el crimen como un fin material o la extorsión como método para ejercer un poder sobre otra persona. Algo muy común en nuestros días.
J. C. Conde Sauné

miércoles, 31 de octubre de 2007

Ayer caminando por la Avda. Callao, antes de llegar a Corrientes, al pasar por una librería escuché el piano de Wynton Kelly en la brillante introducción de "Freddie Free Loader" y luego la prodigiosa trompeta de Miles Davis; a pesar de haberlo escuchado tantas veces, me detuve al instante y me quedé sin dar un paso.
Mientras disfrutaba de la música, hojeando algún libro, entre ruidos de vehículos, gente y el trajinar de una avenida céntrica, pensé en el poder que ejerce para mí la música que me gusta, en este caso el jazz y también me acordé de cuando tenía un programa de jazz en una FM, la cantidad de veces que pasé "Kind of Blue"; una de las mejores grabaciones de Miles, sin duda. Cuando terminó ese tema, seguí mi camino y tanteé por los hoteles céntricos el panorama laboral, bastante difícil por cierto. Nunca permanecí más de dos meses sin trabajo y eso, tomando mi tiempo y eligiendo los trabajos.
Seguí caminando por Corrientes, hacia el Obelisco y vi la cantidad de gente que vende cosas por la calle; lo mismo ocurre en Quilmes mi barrio de residencia.
Cinco meses sin trabajo es mucho tiempo, está bien que soy un poeta de costumbres modestas y con Malen nos arreglamos por ahora... Escribiendo estas impresiones me acompañan Bill Evans y Jim Hall: "Turn out the stars", tema que Bill compusiera en memoria de su padre.
Una manera mágica de cerrar el círculo: Miles, Bill y Jim, juntos, me dan ánimos para seguir en este derrotero llamado Argentina.
7-12-2002 * J. C. Conde Sauné

viernes, 26 de octubre de 2007

Transcurren las horas de desasosiego y sin embargo, las acompaño como un amante empedernido; ellas atestiguan mi existencia.


J. C. Conde Sauné

viernes, 19 de octubre de 2007

EN EL BONDI ( 2 ) (Memorias de un pasajero)

Subió radiante y salvaje una noche en Bernal, sacudiendo la modorra de las 23 hs. a los pocos que viajábamos en el colectivo 22. Se paró erguida frente a la máquina expendedora de boletos, casi desafiante como en la selva, cuando junto a Tarzán enfrentaba a tigres y leones.
Esta Jane moderna, tenía el pelo castaño suelto y desgreñado, que enmarcaba una tez color mate y ojos marrones. Vestía una blusita cortita que dejaba el ombligo al aire y el nacimiento de los pechos al desnudo, un pantaloncito tipo minishorts de yin con los bordes desflecados y en vez de sandalias calzaba unas zapatillas deportivas sin medias. Por todo agregado llevaba una mochilita color liana colgada en uno de sus hombros y en la cintura una cartuchera que portaba el celular en vez de puñal.
Uno trataba de imaginar en donde descendería del ómnibus, esta hermosa Diana de la noche, con sus bellas piernas. La única selva posible sería el parque de Villa Domínico; pero no, siguió rumbo hacia la capital. Efectivamente, bajó en Alem y Paraguay. ¿La selva de cemento verde dólar, resultaría tan atractiva para esta chica, como el fulgurante verde de la selva verdadera?.
J. C. Conde Sauné

martes, 16 de octubre de 2007

Contrariamente a Sara Gallardo, Stanley Ellin (1916/86) se propone narrar y lo logra en "La especialidad de la casa" un libro de cuentos (colección Séptimo Círculo), de nivel excelente; donde sobresalen el cuento que da nombre al libro, "La pata del gato", "La reunión en la casa" y "El instante decisivo". Aclaro que es una relectura, a menudo vuelvo a los libros que me gustaron.
Siempre pensé que es más fácil innovar, que atenerse a la lógica al narrar un cuento. Si uno innova y arriesga y le sale mal, muy pocos críticos se dan cuenta y algún esnobista, por ahí, dice que es un nuevo camino para la literatura. Cuando por cierto, hay muy poco nuevo para rescatar. Y lo único nuevo en la literatura, es el ADN de quien escribe: su estilo. Creo que ya lo dije en otra oportunidad, cuando uno crea una composición, siempre hay que tener en cuenta al lector, que es en cierta medida quien completa una obra. Sin lector no hay literatura. Pensar que uno escribe para si, es una burrada. Por suerte Stanley Ellin no pensaba lo mismo. Cuentos como "La especialidad de la casa" (en mi antología personal del cuento, éste sería uno de mis elegidos), nos deja ese asombro de entrar en un mundo ajeno, pero a la vez cotidiano. ¿O no vivimos en una sociedad canibalesca?


10-09-2006   *  J. C. Conde Sauné

sábado, 13 de octubre de 2007

Tardío encuentro con el mundo de Sara Gallardo (1931/88). Había leído algunos relatos sueltos, en revistas literarias y ahora el libro de cuentos "El país del humo". Cuarenta y seis cuentos, de los cuales sólo me gustaron ocho y otros catorce no tanto, el resto es para el olvido. Según se dice, ella experimentó con la "disnarratividad" (?) y los cuentos acumulan palabras a lo Beckett, con la misma persistencia para el dislate.
Cito una entrevista a Alain Badiou: "durante un largo tiempo,el campo del arte estaba minado de dificultades y de oposiciones a las novedades. En el contexto liberal actual, la creación artística representa exactamente lo contrario: todo debe ser nuevo (...) La creación es también la creación de un nuevo estilo y de nuevas reglas, pero no es pura libertad, porque la libertad absoluta es nada de hecho. (...) Si todo es posible, no hay un arte real. (...) La regla que grita que todo es posible y que somos completamente libres, es finalmente la destrucción del arte mismo". En esta respuesta a un reportaje que le hicieran a Badiou, explica mejor que yo, por supuesto, porqué ciertas creaciones de la modernidad y posmodernidad me tienen sin cuidado.
20-08-2006 * J. C. Conde Sauné

martes, 9 de octubre de 2007

¿Cuál, el camino verdadero: el soñado o el que transitamos?
Circunstancias: los sueños y nuestro paso por la vida.
J. C. Conde Sauné

miércoles, 3 de octubre de 2007


¿Donde vi la luna?. Pienso, mientras levanto la cortina de la ventana en la cocina y no la veo por ningún lado, en lo alto del cielo. No obstante,recuerdo haberla visto. Miro por el medio y por las dos puntas de la ventana, nada. ¿Habré alucinado?. Vuelvo a recapacitar: siempre estoy distraído pensando en algo, esta vez mientras enjuagaba una taza.Al apagar la luz de la cocina, intrigado, vuelvo hacia la pileta para guardar el trapo (ballerina) y allí la veo, en un charquito que dejó la pileta, en cuarto menguante. Vuelvo a correr la cortina y otra vez, nada. Miro la pileta y ahí está en el charquito reflejada. En la misma dirección levanto la cortina y sólo alzando mucho la cabeza, pegado a la ventana la veo. Misterio resuelto, pero extraña casualidad la de esta luna que se filtró por un resquicio, entre la ventana y un pliegue de la cortina. Así discurre nuestra vida, entre intersticios, a veces, apenas visible.
J. C. Conde Sauné

jueves, 27 de septiembre de 2007

EN EL BONDI ( 1 ) (Memorias de un pasajero)


Si uno no tiene coche y no sabe manejar, en cierto modo no es un problema, se las arregla con el colectivo, mira el paisaje entretenido y observa a la gente que sube y baja; estudiando las actitudes, es como una suerte de zoo humano. Uno tal vez es observado. Entonces ahí, zas, se hace el tonto y mira por la ventanilla.Todo resulta muy entretenido y hasta divertido. Por ejemplo, ver como un señor distraídamente, como sin darse cuenta, roza a una mujer con persistencia, eso que en la jerga cotidiana se llama "franelear". La mujer, también distraídamente, dispara un codazo hacia atrás y el tipo se retira con recato. Segundos y afuera.
Está el otro señor de pie, que semblantea a un posible pasajero a descender y cuando esto ocurre, pone pierna, codo y portafolios, protegiendo el asiento a ocupar.
Pero lo más terrible para el que no tiene coche y no sabe manejar, es distinguir un auto entre una marca y otra. Esto me ocurre a mí, viajero fisgón, cuando por alguna ocasión especial pido un remis y me dicen de la remisería ahí va un "sierra", un "duna" o lo que fuera y atribulado, le pregunto de que color es el coche que envían, para reconocerlo mejor. Se produce un silencio del otro lado de la línea y la chica de la agencia no sabe si le estoy tomando el pelo. Pero no, soy un chapado a la antigua que no ha entrado en la modernidad; no identifico marcas de coches, no poseo celular y menos aún computadora, aunque sé usarla en el trabajo. Me considero un pasajero vip de bondi, algo es algo. Al fin, vivo en un país sumergido y más que de autos, tendría que saber submarinos, valga el consuelo.
J. C. Conde Sauné

miércoles, 26 de septiembre de 2007


Con la aparición de los CD, mi temor era que ya no se volvieran a editar los temas de jazz que tenía en L.P; ya que el vinilo con el tiempo y las pasadas se gasta.
Me sorprendió ver surgir de a poco, más con este auge de la música descartable, mis discos de jazz queridos, siempre al lado de la clásica en las bateas.
En el artículo de la revista "Ñ" Nº 167, Jorge Fondebrider le hace un reportaje a uno de los responsables que eso suceda, Eduardo Dulitzky, el prod-manager de SONY-BMG, en el rubro de jazz y clásica. Recién tomé en cuenta, que casi el 70% de mi discoteca en L.P, cassette y CD son de ésos rubros.
Además dice Dulitzky que le tocó, entre otras reediciones que hizo en CD, "Jeru" de Gerry Mulligan. ¡Mi asombro!. "Jeru" con "Tango en Hi-Fi" (ahora editado en CD como "Lo mejor de Astor Piazzolla"), fueron los dos primeros L.P. que tuve, con otro en formato medio del "Octeto Buenos Aires" también de Astor; rayados y de imposible audición, después de tantas pasadas. En la reedición de "Tango en Hi-Fi", falta la explicación, tema por tema, que Astor había hecho en la contratapa del L.P. Algo similar ocurrió con el paso a CD de "Tango vanguardia" de Eduardo Rovira y para colmo se omite "Nostálgico" de Julián Plaza, con un maravilloso arreglo, sólo para cuerdas, de Rovira; los difusores del tango son tan patéticos, como ignorantes.
Me siento reconfortado que, aún, alguien apueste a la música que muchos apreciamos, sabiendo que la venta no será masiva, sino sostenida y progresiva como afirma Dulitzky. ¡Ah, ya me pongo en la busca de "Jeru".
7-01-2007 * J. C. Conde Sauné

lunes, 17 de septiembre de 2007

¿Volvemos a la poesía?. Me acordé de una entrevista que le hicieron a Wallace Stevens, en la cual dijo: "Mientras la poesía va y viene, la filosofía nace y muere".
¿Qué tal una parte de "Peter Quince at the clavier?.

"Just as my fingers on these keys
Make music, so the selfsame sounds
On my spirit make a music, too"
(Así como mis dedos sobre estas teclas
Hacen música, así los mismísimos sonidos
En mi espíritu hacen una música, también.) Traducción: E. L. Revol

Sure, Mr. Wallace

J. C. Conde Sauné

Sentir la desazón o dejadez, que implica no hacer lo adecuado.Inventar o crear palabras que signifiquen algo, el arduo pero a la vez fugaz ejercicio de la escritura.
Abrevar en la vida o en los hechos cotidianos que desechamos, a veces, para tomarlos luego. Creer sólo en la persistencia de los pensamientos y sentimientos que no son más que... ¿Hitos? ¿Transmisión genética?. (Un artículo del poeta Charles Simic, sobre Witold Gombrowicz, me sugirió lo precedente).
Y decía Gombrowicz: "El verdadero arte es conseguir que alguien lea lo que uno escribe".
Leí "Ferdydurke" hace años y no me gustó mayormente.
¿Pruebo con algo más de don Witold?.
J. C. Conde Sauné

viernes, 7 de septiembre de 2007

Terminé de leer el libro con piezas de teatro de Chéjov.
Había quedado para lo último "Ivanov", a pesar de estar en primer término en el texto. Es una vieja manía que tengo, de no seguir, a veces, el orden establecido; sobre todo en los libros que se pueden saltear (cuentos, obras de teatro, ensayos, etc.)
"Ivanov", obra que no había visto ni leído nunca, a pesar de mi pasión por Chéjov, me parece que preanuncia un poco a los autores existencialistas, sobre todo a Sartre. El personaje transcurre la vida buscándole un sentido y a sabiendas de no conseguirlo, culmina al fin con su suicidio.
Escribió "Ivanov" a fines de 1887 y quizás el personaje fue inspirado en su hermano Alexandre; sin embargo, daba cuenta del malestar social que ya imperaba en esos años y el desacomodo de una clase, que haría eclosión en 1905.
La obra, corregida varias veces por Chéjov y considerada por la crítica inferior al "Tío Vania", "La gaviota" o "El jardín de los cerezos", a mí me gustó mucho; aún teniendo en cuenta, que leer teatro no es lo mismo que verlo representado.
Recién, como dije, terminé de leer el libro, con el gusto de hacerlo lentamente para disfrutarlo más tiempo.
J. C. Conde Sauné

sábado, 1 de septiembre de 2007


La lluvia tediosa y obstinada de invierno. El poeta (yo) escribiendo sentado en la cama, de un lado Malen durmiendo y en el otro, el libro de Chéjov "Ivanov" (suivi de neuf pièces) en la mesita de luz, otras de las tantas ofertas conseguidas en las librerías de canje y usados. El nombre posible de su anterior dueña, en la primer hoja, Patty Co..., coinciden las dos primeras letras de su apellido con el mío y hasta, quizás, su pasión por Chéjov. Aunque cuesta creer, que se haya desprendido de este libro. Salvo...
Son pensamientos al desgaire, en esta noche de invierno. "Le chant du cyne" y "Tragédien malgré lui"; hasta aquí , la maravilla de Chéjov leída y el asombro de hacer profundo lo sencillo. De cautivar sin artilugios. ¿Otra vez la magia del cool en el jazz, me viene a la memoria?. Medito, mientras la lluvia pega en la ventana del living y Malen se da vuelta en la cama y me mira, semidormida, con asombro...
El viernes sucumbe, mansamente, ante el sábado.
¡Ah, muy buena la traducción al francés del libro de poche!.
Bonne nuit...
J. C. Conde Sauné

miércoles, 22 de agosto de 2007

DIALOGOS ENTRE CRONOPIOS

1
Crono 1 - ¡Llueve!
Crono 2- Sí llueve, pero podría haber sol.
Crono 1- Claro es otra posibilidad.
Crono 2 - No, sólo una de las tantas. Podría estar nublado o uno estar durmiendo y no saber nada del tiempo.
Crono 1- Me rectifico entonces, llueve sólo para aquella gente que no rechaza lo evidente.
*********
2
Crono 1- Estoy enamorado de una chica de ojos claros.
Crono 2- El amor es una falacia y el color de los ojos también.
Crono 1- Me apenan tus conclusiones fáciles.
Crono 2- Soy un cronopio facilista, no lo niego.¿Pero qué otra cosa se puede ser en nuestro país?.
J. C. Conde Sauné
A veces, se entretejen sueños que se mezclan con lo cotidiano. Y la realidad se entrecruza con los sueños. Esto es una rara mescolanza, que suele desconcertar al más avispado.
Me gustaba fantasear, cuando era niño, con cosas que podrían suceder y luego más tarde, ya adulto, sucedieron.. Como por ejemplo, que mi amado tren Retiro-Delta no existiera más. Me despertaba una mañana (entonces vivía frente a la estación "Las barrancas") y el tren ya no estaba, una inmensa avenida reemplazaba a las vías. Un día, algo de eso sucedió y aunque algunos años, más tarde, volvió como Tren de la Costa y la estación se llamó "Barrancas", ya no era lo mismo. No era ese tren cotidiano que tomábamos para ir a la escuela; ahora era una rara avis para curiosidad de los turistas. Esto quizás no sea malo, pero quedó como algo exclusivo y clasista, cuando antes era el tren de todos. ¿Efectos de la economía de mercado?. ¿De la globalización. ¿O de la idiotez reinante?. Apostaré por las tres causas.
J. C. Conde Sauné

martes, 14 de agosto de 2007


Cuando trabajaba en la contaduría de una industria pesquera, traje un día a casa un paquete de abadejo. Frente al plato en la mesa, preparado a la cacerola con papas, cebollas, ajos y todo lo que debe llevar en condimentos, me puse a pensar mientras comía. A veces la comida, sirve también como punto de reflexión.
En la Argentina, siempre, desde que tengo uso de razón, lo llamaban bacalao al abadejo. Recuerdo haberlo comido guisado hecho por mi madre, aquél que venía de Noruega y que había que dejar, previamente, en remojo. ¿Ahora a qué viene esta nueva moda de llamarlo abadejo? Asimismo haber leído en "Don Quijote", que éste fue un día a comer en una posada y por ser viernes no había sino unas raciones de pescado y aclara que el pescado era abadejo, como lo llaman en Castilla, éste mismo en Andalucía es bacalao y en otras partes curadillo o truchuela. Estas consideraciones vinieron a mi mente, frente a este plato de abadejo que por cierto está muy bueno; Malen, mi esposa, ha hecho una buena tarea en la cocina.
Si en el ambiente de las industrias pesqueras, abundan los lectores del Quijote, algún día me encontraré comiendo curadillo o truchuela o de nuevo bacalao. Los argentinos somos bastante renuentes a los cambios de ideas, pero muy proclives a incorporar nuevas acepciones en el lenguaje.
J. C. Conde Sauné

viernes, 10 de agosto de 2007

TRAMA DE GATOS


Gatos negros, gatos amarillos, gatos blancos y demás pelaje; casi todos los gatos del mundo, asistieron al simposio de los gatos sabios.
Ellos abogavan por la ecología. Los ratones habían casi desaparecido, a causa del uso abusivo de los raticidas y del ruido de las grandes ciudades. Ni siquiera hablar de los ratones blancos, que eran usados por los laboratorios como experimento con drogas.
Por otra parte, el hígado y hasta el bofe, que antes los regalaban para los gatos, ahora eran muy caros y el alimento preparado, incomible. Entonces no había nada para comer.
El líder-gato maullaba feroz: "!Gatos compañeros, abran bien los ojos. Debemos tomar medidas en defensa de nuestros intereses!".
Hablaron otros gatos delegados, pero no arribaron a ninguna propuesta en concreto. Terminó el simposio, que sólo sirvió para trabar relación con alguna que otra gata.
El líder-gato dijo, tristemente, alejándose: "No creo que lleguemos vivos al siglo venidero. La estupidez privó sobre el sentido común".
J. C. Conde Sauné

Podemos caer y levantarnos treinta, cuarenta veces y hasta romper todos los relojes; pero el universo sigue girando como afirmaba Galileo, como soñaba Copérnico.
Y sigue girando con todas sus ignominias y mezquindades. Y otros Galileos son resistidos por la mediocridad e ignorancia reinante, aquélla que José Ingenieros describía muy acertadamente.
¡Y bien!. La desmesura y la injusticia, giran en una gran parte del mundo. La miseria acompasa el sueño de los excluidos, de los cautos, de los libres de la primera piedra arrojada.
"Eppur, si muove".

27-12-2000 * J. C. Conde Sauné

jueves, 2 de agosto de 2007

LAS EMOCIONES DE LIV


Se sentía, en realidad, como una arcilla en sus manos. Ella misma aseveraba que coleccionaba las expresiones de los otros, para usarlas en el momento adecuado, cuando el guión escrito por Ingmar se lo exigiera, entonces daba rienda suelta a sus vivencias guardadas durante tanto tiempo en su interior. Ella lo decía: "me veo a mi misma como un tamiz. Los sentimientos del mundo fluyen a través de mí, pero soy incapaz de retenerlos".
Era buena para eso, simular penas o alegrías y también para andar suelta de cuerpo como si nada le ocurriera. Porque a veces Ingmar, no sólo le exigía dramatismo, sino tal vez ambiguedad. Y nos gustaba ver a Liv en esa circunstancias y amarla sin reservas, ni ambages, a ella o a sus personajes. ¿No eran una misma cosa?.
Más de una vez, al salir del cine, Liv nos daba vueltas en la cabeza, dejábamos a Ingmar Bergman de lado, aunque sabíamos que movía los hilos entre bambalinas. Pero vivíamos cautivados por Liv Ullmann, en esa pasión que se sabe, de concesiones a través de una pantalla, pero que perdura como un hechizo a través del tiempo. ¿No nos había pasado antes con Ingrid Bergman o Catherine Deneuve?. Alguna vez habrá que replantear, que nos lleva a entrar en una sala oscura, en donde se sabe antemano que todo va a ser una ficción, que nada de lo que allí ocurra puede ser verdad, aunque fuera tomado el argumento de la vida real. Queremos asistir a ese engaño de actuación, guión y montaje, porque sabemos que podremos experimentar las mismas emociones que siente Liv, por ejemplo, en una trama que sucede con nuestra complicidad y anuencia.
J. C. Conde Sauné





viernes, 27 de julio de 2007


El hombre escribía, obstinadamente, en un cuaderno. Corría del mismo las golosinas o baratijas de los vendedores ambulantes en el tren.. Me llamó la atención porque usaba un cuaderno, como hago yo. ¿Escribiría una novela, un cuento o un ensayo?. A pesar de mi curiosidad, no pude averiguarlo. Estaba sentado, contra la ventanilla, en al fila de asientos del costado. Después aparecieron los músicos, charango y guitarra en manos; se mandaron sendas canciones folklóricas, pero el hombre siguió escribiendo, sin que nada lo perturbara. Y vendrían otros vendedores, que pondrían sus mercaderías sobre el cuaderno, pero él no se detenía, las hacía a un lado y continuaba su tarea. Me dio una genuina envidia, ver que nada podía distraerlo. Yo que había empezado a leer un libro Chéjov, con obras breves de teatro y que llevaba para ese largo trayecto Quilmes-La Plata, abandonaba cada tanto la lectura y me entretenía mirando a través de la ventana y comprobando, además, que a ese hombre perseverante nada lo iba a detener.
Me bajé en la estación Quilmes. Él continuaba sus escritos y los vendedores ambulantes, adelante con sus rutinas.
Hay que venerar tanta constancia en ese hombre y en los otros.
J. C. Conde Sauné

PARA EDUARDO ROVIRA, UN FUEYE OLVIDADO

"En un rincón está el fueye sin vida,
un genio incomprendido lo estiraba,
haciendo milagros con sus teclas;
su sonido semejaba a cien
órganos de místicos hechizos.
Era un tanguero distinto a otro
cualquiera, menos tradicional,
innovador nato y no hacía concesiones".

Se entristece todo, más aún,
en las calles y en algunas veredas;
y esta tarde lluviosa
ofrece un raro réquiem,
para este hombre ninguneado por el tango.
Y es raro, porque el gotán
no sabe de olvidos, ni es ingrato.
¿Es que nadie lo recuerda junto
a Orlando Goñi, Osmar Maderna,
Alfredo Gobbi y el tano Fiore?

1925 lo vio nacer, una era
casi romántica para el tango
y en un invierno fulero,
como diría el negro Cele;
se tomó el raje hacia
un cielo de fueyeros y armó
otra orquesta de vanguardia.

J. C. Conde Sauné

sábado, 21 de julio de 2007


Todo es fugaz como el tiempo. ¿Entonces porqué me aferro a esta fugacidad?

J. C. Conde Sauné


jueves, 19 de julio de 2007

PODER DE SÍNTESIS


"Algún día escribiré un libro que sólo tenga una página; tal vez sea un contrasentido, no lo niego.
Pero en ella, trataré de expresar todo de una manera breve pero sintética.
Será el gran libro, ya que no costará trabajo leerlo y su costo será muy reducido y el lector, agradecido por supuesto.
Además no pienso ponerle título, lo que sugerirá diversas propuestas de lecturas y significados, tan vastos como sea la imaginación del que lo lea".
Todo esto planeó el escritor, hace tiempo, pero no ha pasado de la primera palabra: "Comienzo..."
J. C. Conde Sauné
"...seguir al poeta aún donde el
verso
queda oscuro.
Mantener alta la cabeza por él".
(1982) Reiner Kunze
Seguir siempre al poeta, en la derrota y en los días aciagos.
En la felicidad y la melancolía.
En el amor y los desencuentros.
En la ignominia, en la injusticia y en un futuro que venza tanta frustración.
La poesía y la cabeza, siempre altas, como estandartes y guías de una civilización.
30-11-2000 * J. C. Conde Sauné

Nunca supe, porqué quiero tanto los crepúsculos y las noches.
¿Porqué la pausa de cuando anochece y parece que todo se detiene, guarda para mí tan celoso secreto?.
¡Y la noche!. Densa mansedumbre de estrellas. Acompasados pasos por una acera y algún gato que maúlla llamando a su gata. Y las chicas frágiles taconeando por las calles, a la espera de su gato dadivoso.
Todo es tenue y fugaz en los crepúsculos y en las noches. Mi existir permanece errático en esas horas... y ciertamente soy feliz. En esas horas lo grotesco y algunas miserias se ocultan en las sombras...
Me vienen a la memoria unas estrofas de "Placeres nocturnos":
"También nosotros nos detenemos a sentir la noche
en el instante en que el viento está más desnudo: las calles
están frías de viento , todo olor ha terminado;
las narices se alzan hacia las luces oscilantes..."
Y sí, Cesare Pavese, como casi todos los poetas, amaba la noche.
J. C. Conde Sauné



jueves, 12 de julio de 2007


Ni una sola nube ocultó el crepúsculo.
Acaso, la ociosa tarde color naranja cayendo hacia la noche, guardaba su último misterio.
Así acontecen los días y así la vida, teje su madeja fugaz y obstinada; en la tarde color naranja cayendo hacia la noche.
27-05-2001* J. C. Conde Sauné

¿Cuándo uno reconoce que un poeta es grande?. A veces, es difícil precisarlo en esta época, en que cada intelectual concibe un canon particular, en el cual abundan los olvidos y se florean las vanidades personales.
Recuerdo esos tres renglones maravillosos de Salvatore Quasimodo, de su poema: "Y enseguida anochece".
"Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
y enseguida anochece".
¿Se necesitan más palabras, para develar el sentido de la existencia, filosofando a través de una bella metáfora? Y todo dicho, de una manera tan simple como fugaz. ¿Cuántas palabras o versos más se necesitan?
Quasimodo y otros poetas herméticos italianos, comprendieron la ineficiencia del palabrerío hueco y barroco. La poesía se despoja con ellos, de un ropaje tan vano como inútil. La palabra cobra ya un sentido y un significado que hasta entonces era inusual. Son los tiempos que corren, un tiempo expreso en el cual el verso es contundente efímero.
Es decir: la palabra es como la vida, en este siglo que termina, tan lleno de soledad, con pequeños rayos de sol y aguardando la oscuridad final.
14-12-1999 * J. C. Conde Sauné

miércoles, 11 de julio de 2007

LA TENTATIVA

El tren se detuvo, aquella mañana, en la última estación.
El viajero bajó del tren y dio unos pasos sobre el andén.
Miró hacia el horizonte y no supo a que atribuir una rara sensación de malestar.
Decidió permanecer allí, hasta que otro tren lo devolviera al punto de partida.
"Es una suerte que haya sacado boleto de ida y vuelta". -pensó.
J. C. Conde Sauné

viernes, 6 de julio de 2007

Vagas cosas, rumores de una tarde, lejanas y anheladas lluvias.
Fuimos todas esas cosas, esos rumores en esas tardes y las lluvias interminables de abril.
Ahora el tiempo se detuvo, pero el umbral no es el mismo que atravesamos entonces.
Sí, sólo rumores de aquella tarde.

1-09-2000 * J. C. Conde Sauné

viernes, 29 de junio de 2007


Tal vez fue Mondrian y su "L'arbe gris" o "L'arbe bleu", que me dan esta sensación de fugacidad de la vida.
O quizás esas eternas quimeras, que ahora sólo son un gris-humo nebuloso y en el medio, unas confusas ramas.
Otra vez el árbol gris y otras vez esta extraña persistencia, de horas que se acumulan y años que pasan; sabiendo que ya nunca más el árbol será azul y se podrán recuperar las horas y las hojas. ¿Sonríes Piet? Nuestro porvenir en este planeta-tierra es todo un árbol gris y tú ya lo sabías, en 1911.
J. C. Conde Sauné

miércoles, 27 de junio de 2007

TANGO CRONOPIO

Era una mina solitaria,
minga de bola a los chabones.
Era una mina morocha,
que tenía un bulo muy posta
en la calle Cazandotarios
del barrio Lapizjaponés.

J. C. Conde Sauné

sábado, 23 de junio de 2007


Escribir de madrugada, con el sueño vencido y hasta diría para repensar el día, es un extraño ejercicio.
Ahora como en el crepúsculo todo se ha detenido, ni un vehículo en la calle, nada, la soledad es más persistente y recordar algunas cosas cuesta muy poco..
Me acuerdo de mi padre, que cuando se levantaba para ir a trabajar, me veía escribiendo y que no me había acostado, decía: "ahí está el fantasma, todavía dando vueltas en la noche". Sí me había ganado el mote de "fantasma" y me lo repetía a menudo. Y a mí, ciertamente, me agradaba...
Ahora, en este momento, una lejana sirena de ambulancia nos dice que alguien se siente mal y necesita ayuda. Las dolencias también recrudecen durante las noche.
En las noches quietas, ("Quiet nights". ¿era una grabación de Miles Davis?), suele suceder y entonces nos damos cuenta que la trama sigue su curso y el nuevo día tendrá algún sentido.
J. C. Conde Sauné

TEMA SUPERADO


X se encuentra con Z y hablan largamente de W. Ahora, W ignora completamente la existencia de ambos. En sucesivas veces que se ven, el tema de conversación sigue siendo W, lo que llega a oídos de éste, que empieza a preguntarse quienes son X y Z; al no tener respuesta se despreocupa de aquéllos. Ante esta tesitura X y Z cambian el tema de conversación, lo que de todas manera molestó un poco a W.

J. C. Conde Sauné

miércoles, 13 de junio de 2007

REORDENAMIENTO ADMINISTRATIVO

Entró en la casa, casi como un autómata. Deshizo el nudo de la corbata y la ató en el respaldo de la silla.
El gato lo contemplaba, mientras movía la cola y empezaba a jugar con el extremo de la corbata. Afilando las uñas, le sacó algunas hilachas.
Él lo miró, maravillado por su destreza. Luego lo alzó cariñosamente y le dijo: "¿sabés una cosa Mishio? Vamos a correr la coneja. Fue mi último día de trabajo en el Banco. Hubo reformas y me despidieron".
J. C. Conde Sauné 

martes, 5 de junio de 2007


Volver a errar el camino y encontrarse en Túnez pero no con Dizzy, como entonces, sino con Ella Fitzgerald. Encontrar, en medio de la arena, la prodigiosa voz de Ella, que me sonríe a lo Satchmo...
Ahora ellos no están; tampoco Miles o Dorham y me parece que la trompeta dejó de gustarme.
Volver a errar el camino y hallar de nuevo mi vieja Regent; los pistones un poco duros y la cabeza sin ideas. Pero hay que dejar correr la imaginación y pensar que nada cambió, que todo sigue igual. La música chatarra, magnificada por la electrónica, todavía no apareció y parece que el vuelo original existe...antes que venga la debacle y se lleve todo hacia un atajo, sin salida...
Irremediablemente...
Volver a errar el camino y no gozar de "a night in Tunisia".
J. C. Conde Sauné

ENCUENTRO

I.M. de Julio Cortázar
"La tierra no habría sido habitable para mí, si no hubiese
tenido a nadie a quien admirar".
(Simone de Beauvoir)


Sucedió allá por los años setenta y tantos, que yo caminaba al anochecer, desaprensivamente, por la Avda. Córdoba. Al llegar,casi, a la esquina de San Martín, fue que lo vi. Caminaba enorme y erguido, al lado de una mujer que le llegaba,apenas, al hombro. Conversaba entre divertido y jovial, con ese aire de niño travieso. Posiblemente, hiciera alguna broma ingeniosa, eso supuse, cronopio al fin. Casi sin pensarlo, le atajé el paso y le extendí mi mano húmeda y verdosa: "¡Julio admiro su obra!- alcancé a farfullar, abrumado por el peso de las circunstancias y el azoramiento del caso- Además quiero agradecerle que ud. elogiara un cuento mío publicado en la revista 'Cero' ".
Cortázar me miró con un aire tierno y extraño. Seguro, se habrá preguntado: "¿Es un comportamiento adecuado para un cronopio o andará medio mareado por las luces del centro?".

J. C. Conde Sauné

viernes, 1 de junio de 2007

EL RETORNO

Luego de haber andado en el espacio, durante casi un año, el astronauta deseó fervientemente el regreso.
Cuando le anunciaron que la nave espacial iba a regresar, le brotaron las lágrimas.
Y no supo cómo recordó que, cuando era niño, le gustaba jugar con la tierra que había en los canteros de los parques.

J. C. Conde Sauné          
La página en blanco , en todo, es un desafío o como decía Mallarmé: "Sur le vide papier que la blanchure défend...". ¿Porqué entonces, siempre, esa obstinación de los poetas o escritores a violar esa blancura? Quizás, como aseveraba Fernando Pessoa: "La literatura es la prueba. que la vida no es suficiente". Y así nuestro paso por la tierra, mientras otra gente vive obsesionada por juntar dinero o perjudicar al prójimo, el artista procura crear. No es seguro, a veces, que lo logre. Pero cuando eso ocurre, el mundo tiene un sentido, vivir no fue en vano y el haber discurrido sobre un papel produciría, es posible, el acercamiento a otra gente y a otros designios no tan ajenos a los del poeta.

J. C. Conde Sauné

Puentes que se entrecruzan, largas
filas y caravanas, desvíos que no
conducen ninguna parte, callejones
sombríos...
Desviar la mirada hacia adentro
y anhelar y añorar la
perspectiva de los dieciocho años,
cuando todos los ramales, parecían
conducir hacia alguna parte. Cuando la sangre
era joven y gustaba bañarse en
sonrojos.
Sí, sólo imágenes. Sólo desvíos
en el camino. Atajos, imágenes
de un insomne...

J. C. Conde Sauné