viernes, 28 de diciembre de 2012

En enero del 2002, anoté en mi "Breviario", una parte de la carta de un lector al diario "Le Monde": "j'ai peur que les argentins sortent de cette crise (se refiere, obviamente, a la política y económica) comme ils l'ont toujours fait (...). Ils ont le tango et du très bon vin pour supporter leurs "angustias" (esta última palabra en castellano). Repasando los cuadernos me había propuesto, durante todo el mes de diciembre, aparte de esta carta, seguir adelante con lo que seleccioné, de años anteriores, no publicado; referente a los fines de año. Pero desistí por lo reiterativo del caso y me quedé con lo publicado anteriormente de fecha 25-05-2007; que coincide, posteriormente, con el inicio de mi "Breviario" en el blog el 1-06-2007.
Toda mi vida, hacia el final del día, antes de acostarme, hago una revisión de lo actuado durante el mismo y confieso que soy bastante autocrítico. Lo que hago o dejo de hacer nunca es culpa de los demás, como se estila en nuestro país.
En mis años de trabajo en Contaduría y Tesorería, en distintas empresas grandes y pymes, me dieron un amplio conocimiento de cómo se maneja en ellas el dinero. Una vez el dueño de una empresa, cuando yo le solicité un soporte mejor para la parte contable en la computadora, me preguntó porqué causa y me dijo: "mire Juan Carlos que la plata no la cagan los perros". Recién cuando se lo expliqué, accedió a mi petición. Pero fue una frase que recuerdo siempre, cada vez que veo como se dilapida el dinero que el estado recauda. En algunas empresas hay una auditoría interna y otra externa. El estado tiene una auditoría, pero no la toma en cuenta; total la plata es de los contribuyentes. Para mí, es lo principal; aparte de su manejo distributivo que tiene que ir a la salud, la educación y la capacitación para el trabajo. Esto último tomado como fundamento; sin trabajo, salud y educación el país no existe. Los planes sociales son algo para una emergencia temporal, no para un lapso de diez años. Recuerden 2002/2012. Después de eso se podría hilar más fino: el fútbol para todos con plata de la ANSES, propaganda innecesaria en medios que no lee y ve nadie, subsidios varios... En fin, lo digo con total sinceridad; que en el 2013 no sigamos repitiendo, la misma cantilena de la demagogia populista. Parafraseando al francés de la carta: !Bonne chance¡ Unos tragos de buen vino y cantemos un tango: "Vivir es cambiar,/ en cualquier foto vieja lo verás./ !Chau, no va más¡.../ Dale un tiro al pasado y empezá,..."
J. C. Conde Sauné

viernes, 21 de diciembre de 2012

Alguna vez pensé que las cosas no serían iguales. El porvenir sería distinto y en este país, mi país, el nuestro, todo podría cambiar. Hoy no lo siento así, cada día todo se deteriora más: el medio ambiente, los gobernantes y la gente, si no toda, una gran parte. Estamos los que todavía resistimos y nos aferramos a aquello que nos inculcaron nuestros padres. Ellos no leían a Freud o Lacan, pero sabían educar a sus hijos, aún en la pobreza y con necesidades insatisfechas. La honestidad, el ansia de educarnos para que seamos gente de bien, eran sus prioridades; aparte de inculcarnos la cultura del trabajo. Ser solidarios, era casi una norma. Se veía, a menudo, chicos agregados temporariamente, en la casa de un vecino, por enfermedad de uno de sus padres. 
Estos pensamientos vienen hacia mí, cuando veo los noticieros en la televisión, después la apago y al día siguiente, otras calamidades tapan a las anteriores: robos, crímenes, accidentes de tránsito por falta de control, manejo fraudulento de los bienes públicos, contubernios políticos, etc, etc...
Tenía razón André Malraux: "Cada pueblo no tiene el gobierno que se merece, sino el que se le parece".
25-05-2007   *   J. C. Conde Sauné     

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Para algunos críticos de jazz, la guitarra apareció como una  intrusa en él, sustituyendo al banjo; Charlie Christian la emancipó y le dio fuerza dentro del mismo, con la amplificación electrónica. De Christian derivan las guitarras modernas: Wes Montgomery, Tal Farlow, Jim Hall, Barney Kessel y Kenny Burrel, entre otros, hasta llegar a los guitarristas del jazz-rock/fusión. En este grupo se encuentra Pat Metheny, voy hablar de él y de un CD, "Rejoicing", difundido por ECM, grabado en New York en noviembre de 1983; por el trío conformado por Pat Metheny (guitarra), Charlie Haden (bajo) y Billy Higgins (batería). Son ocho temas de los cuales yo obviaría dos y después les cuento porqué. El primero de ellos, "Lonely woman" (Horace Silver) es un tema de una belleza sonora impagable; hay melancolía, ansias de pasión y soledad. El trío lo interpreta con una excelencia de integración total, muy cercana al blues. Los 2º, 3º y 5º: "Tears inside", "Humpty dumpty" y "Rejoicing", son tres composiciones de Ornette Coleman y en ellos afloran la riqueza armónica de su autor y llevan al trío a contraponer acordes en un ritmo alucinado; con una ejecución brillante. "Blues for Pat" (Ch. Haden), es el cuarto que también guardé entre mis preferencias. Llegamos al tema 6º, "Story from a stranger" (P. Metheny), aquí Metheny tras un breve punteo le da rienda suelta al sintetizador; pero lo escuché con agrado. El penúltimo "The calling", para mí sonó como una convocatoria al ruido. "Waiting for an answer", el último, también es de Metheny como el anterior; aquí ya no esperaba más nada. Los dos del cierre son para el olvido.
Este CD, adquirido hace bastante tiempo, no lo tengo entre mis preferidos, que son esos que se pueden escuchar de una punta a la otra. Pero "Lonely woman", "Tears inside", "Humpty dumpty", "Blues for Pat" y "Rejoicing", salvaron la inversión.
J. C. Conde Sauné   

sábado, 15 de diciembre de 2012

De Giuseppe Tornatore, habíamos visto dos películas para recordar, "Cinema Paradiso" y "Stanno tutti bene"; sobre todo la primera. Ahora alquilamos, para el fin de semana que pasó, "La desconocida"  (La sconosciuta), también de Tornatore filmada en 2006. El rol principal lo interpreta Kseniya Alexandrovna Rappoport (para los amigos cinéfilos, simplemente Xenia Rappoport; una actriz rusa notable en su papel de Irina. Esta chica llega a Italia desde Ucrania, donde ha sido explotada por un rufián del cual escapa y aquél la busca en Italia para cobrarse una supuesta deuda. Además el proxeneta la hacía embarazar, para venderle luego sus hijos. En Italia consigue trabajo de mucama y luego de niñera; pero la persiguen las pesadillas de su pasado en Ucrania. Siendo niñera se encariña con Tea (rol encarnado por una niña maravillosa, Clara Dossena); además piensa que es hija suya, según una información que tiene. Todo se complica cuando la encuentra Muffa el rufián, Michel Placido en ese papel causa aprensión. Y aquí paro de contar...
El film nos pareció muy bueno, con algunos reparos. Hay escenas un tanto truculentas y reiterativas. Pero el buen elenco actoral, cubre un poco ese exceso. Aparte de Xenia Rappoport y la pequeña Clara Dossena, están muy bien Michel Placido, Marghetta Buy y Ángela Molina. El guión es de Tornatore y Massimo De Rita. Un fondo musical al tono, del conocido Ennio Morricone.
J. C. Conde Sauné

martes, 11 de diciembre de 2012

Algo   anotado   sobre  "Le  degré  zéro  de   l'écriture"   de   Roland Barthes: siempre pensé fuera de la "Poética" de Aristóteles, si los libros posteriores que se escribieron hasta hoy, sirvieron de algo para dilucidar la función del escritor en la sociedad; incluidos mis admirados Sartre y Camus. Hoy en día, cuando escucho decir a Viñas que Walsh es más importante que Borges; pienso si lo periodístico vale más que lo creativo en la literatura. El periodismo, al que no dejo de valorar, cumple una función testimonial dentro de la sociedad. Crear es otra cosa, Cervantes creó "Don Quijote" para ridiculizar las novelas de caballería que pululaban en esa época y su genialidad creativa lo llevó, también, a mofarse de la Inquisición. Un ejemplo de testimonio-literario. "Operación masacre" y otros libros de Walsh, no creo que alguien los lea más de una vez, cosa que sí sucede con Cervantes o con Borges y ahí está la diferencia.
En el capítulo III (Escritura y Revolución-2da. parte) Roland Barthes sostiene que Maupassant es una sub-escritura derivada de Flaubert. ¿Habrá leído toda la obra de Maupassant? De haberla leído, hubiera comprobado que Maupassant está más cerca de Flaubert que del "naturalismo" de Zola como él afirma y tomada en su totalidad, más importante que la de aquél. El libro de Barthes es interesante, si uno lo toma como referencia informal hacia donde se dirige el arte y los distintos estadios de la historia que atraviesa.
Me pareció más atractiva, la segunda parte, capítulo VI "La utopía del lenguaje", cuando afirma: "...la escritura literaria expresa a la vez la alienación de la Historia y el sueño de la Historia...". Y además para mi conocimiento, fue "Elementos de semiología", un tema del que sólo tenía alguna información y había leído poco. Sigo creyendo, que la mejor guía para un escritor es la buena lectura. Su imaginación, talento y perseverancia hacen el resto.
1-02-2006   *   J. C. Conde Sauné

viernes, 7 de diciembre de 2012

Un primo de mi padre, que había vivido en Portugal y luego en Brasil, solía comprar una revista brasileña; creo que era "O Cruzeiro". Allí  aparecían unos relatos de José María Eça de Queiroz (1846-1900), un escritor portugués que yo leía con sumo placer; siempre tenía en deuda leerlo de nuevo. Ahora me conseguí "El mandarín", un libro que consta de cuatro cuentos; incluido el que le da  título al libro. El primero, precisamente "El mandarín", es un relato fantástico en el cual la trama se extiende en forma excesiva, pero se deja  llevar. Luego viene "El tesoro", el tema, como en el anterior, es la ambición; también lo leí con placer. El tercero, "Memorias de una horca", es el mejor para mí. En una fantasía narrativa, un ilustre roble habituado en el bosque al canto de los pájaros y la naturaleza toda; se ve mutilado para llevarlo a un patio, en donde servirá como poste para adosar una cuerda y convertirlo en horca. Cumpliendo así el triste cometido contrario a la vida, la muerte. Es un cuento triste, pero maravilloso y en donde ese pobre roble, ahora una horca, escribe sus memorias. Me hizo acordar a otro cuento notable, "El maizal" de Cesare Pavese.
Y cierra el libro "La catástrofe", una invasión que sufre Portugal, posiblemente la napoleónica; aunque en el cuento no se menciona y la escasa preparación para resistirla. La amargura del país ocupado y la desazón que conlleva toda guerra. Esta narración, a veces suena a declamatoria; pero es una enérgica crítica al gobierno de Portugal y al pueblo esperando algo de él, sabiendo a todas luces, su ineptitud. Esto es lo rescatable, de este último relato. Me gustaría leer algún  otro libro de Eça de Queiroz. Portugal me resulta familiar. Mi padre si bien era español, había nacido en Ourense, vivió en su adolescencia y parte de su juventud en Portugal y siempre me contaba sus andanzas en ese país.
J. C.Conde Sauné

lunes, 3 de diciembre de 2012

Poema N° 10 ( Cuaderno IV ) * Los mitos


David Oistrakh logra, que el sonido de su violín, sea más eterno que las radiosas estrellas de la vía láctea. Mendelsohn y Tchaikovsky nutren su cuerda sentimiento; bella y rara agonía prevaleciendo cuando anochece.

J. C. Conde Sauné

viernes, 30 de noviembre de 2012

En los años 60, leí por primera vez "Poemas escogidos" de Giuseppe Ungaretti (1888-1970) y me encontré con un gran poeta. Después me enteré que había sido fascista y adhirió a Mussolini. Luego al ver la película "El comisario Pepe" de Ettore Scola, lo vi realizando una arenga al pueblo a favor del "Duce"; en un agregado documental que Scola hizo en la misma. Cuando llegué a casa, busqué el libro en mi biblioteca y me dispuse a tirarlo; cosa que nunca hice con un libro. Antes de efectuarlo, dudando, lo abrí y me salió al cruce el poema "Plegaria": "Cuando me alce/ del torbellino de la promiscuidad/ en una límpida y atónita esfera.// Cuando mi peso se me haga ligero.// El naufragio concédeme Señor/ de aquel joven día en el grito primero". ¿Cómo un devoto del "Fascio" pudo escribir algo tan sublime? Abrí otra página y leí "Si tú, hermano", poema dedicado a la memoria del hermano y sentí otro golpe en el plexo izquierdo. Cerré el libro y lo puse, en el escritorio, a un costado de la biblioteca. Y ahí quedó, en el purgatorio, hasta su redención; volvió al estante, tiempo más tarde, entre Turgueniev y César Vallejo. Hoy lo saqué y lo llevé, para leerlo de nuevo, antes de dormirme; dejé de lado su pasado y pienso sólo en su poesía.
Este libro de Ungaretti, fue editado por "Fabril Editora" (Bs. As. 1962) con una traducción, selección y prólogo de Rodolfo Alonso; uno de nuestros grandes traductores. Es una selección de seis libros de Ungaretti: "La alegría", "Sentimiento del tiempo", "Poemas dispersos", "El dolor", "La tierra prometida" y "Un grito y paisajes".
Ungaretti, al igual que Salvatore Quasimodo,encontró una manera simple y no de poemas forzados hacia afuera de su misma esencia; para construir una poética de valor perdurable. Encabezando el prólogo, Rodolfo Alonso colocó una estrofa de su poema "La pietàd": "¿Ho fatto a pezzi cuore e mente./  Per cadere in servitú di parole?". Un verdadero lema para su obra. Él está entre mis preferencias poéticas y le debo no poco.
J. C. Conde Sauné  

martes, 27 de noviembre de 2012

El caso de Roberto Goyeneche, entre los cantores de tangos, es casi único. Es uno de los pocos que obvió la escuela gardeliana. Cantó, prácticamente, como si no lo hubiera conocido a Gardel. Su canto se asemeja más a un cantor de jazz, que a uno de tangos. Su fraseo es imprevisible, hay pausas espontáneas, dialogo con los instrumentos y hasta pequeños "scat"; sobre todo en su última etapa, cuando su voz había menguado.
Su trayectoria tiene cuatro hitos importantes. Uno con la orquesta de Aníbal Troilo. Antes había cantado con Horacio Salgán, reemplazando a Horacio Deval y era muy buen cantor, pero recién con Troilo encontró su estilo y su mote de "Polaco". Se comenta, que un día Pichuco esperaba que él terminara de charlar, con alguien, para comenzar el ensayo y Goyeneche no terminaba nunca; hasta que le dijo: "che Polaco dale, vení que empezamos de una vez". Y ahí le quedó el apodo. Después que dejó su orquesta, se volvieron a reunir más de una vez. En 1971 para grabar el LP "Te acordás Polaco" (título que aproveché para dedicarle un poema). Entre los temas que recuerdo estaban: "Fueye", "Barrio de tango", "Toda mi vida" y "Trenzas"; una grabación antológica. Otro tramo de su carrera, para destacar, fue junto al trío y la orquesta de Baffa-Berlingieri. Y también con la Orquesta Típica Porteña; si bien no figura en la tapa del disco, creo que los arreglos y dirección estaban a cargo de Raúl Garello. Y la última importante, para mí, con Atilio Stampone. Aquí su voz ya declina, pero mantiene la ductilidad y fuerza que siempre le fueron características.
El secreto de su éxito y perdurabilidad, a través del tiempo, es muy sencillo. Fue un cantor personal, manejó su voz con un oído envidiable. Contó una vez Néstor Marconi, que con otro músico le hicieron una broma, alterando el ritmo de una canción. Goyeneche los miró de reojo y esperó que la música avanzara y en dos saltos del compás, alargando y acortando los tiempos, volvió a acompañarlos con su voz. Otro mérito suyo, para destacar, fue la elección de los temas. Por lo general los cantores de tango, tienen un gusto pésimo para elegir los temas. Goyeneche se apoyó, casi siempre, en poetas de la jerarquía de Alfredo Le Pera, Homero Manzi, Pascual y José María Contursi, Homero Expósito, Cátulo Castillo, Enrique Cadícamo y Enrique Santos Discépolo, entre otros; lo mejor de lo mejor para un cantor de su talla.
J. C. Conde Sauné 

jueves, 22 de noviembre de 2012

NUEVAS FRASES MODIFICADAS (SEGÚN USO Y COSTUMBRE)

*   Es más fácil encontrar una aguja en un pajar, que un funcionario del gobierno pobre.

*   No hay mal que dure cien años, a veces dura más de doscientos.

*   Antes era la oligarquía vacuna. Ahora nos vacuna la oligarquía estatal.

*   Dijo un opositor: "Estos son mis principios, si no les gustan me hago oficialista".

*   Dijo otro opositor: "Estos son mis principios, si no les gustan, .... la verdad que no sé a que me opongo". 
     
*   Dijo un oficialista: "Estos son mis principios y a mí me dan buenos resultados; si no les gustan, se joden. !Y no me vengan conque soy autoritario¡".
   
*  Contó un jubilado: "Anoche soñé que nos otorgaban el 82% móvil. Luego desperté y me dije, lo que es soñar al pedo".

*   Una señora acaudalada deslizó: "No me enteré del '8 N', porque estuve ocupada al tanto de lo que pasaba en el Congreso del PC Chino. Ahora soy comunista y es cheto, viste". 
      
 J. C. Conde Sauné 

lunes, 19 de noviembre de 2012

Con los libros de EUDEBA, me pasa lo mismo que con los del "Séptimo Círculo"; no sé la cantidad de ellos que he leído. Pero "Tini y otros relatos" de Eduardo Wilde, estoy seguro que no. Lo había hecho, con ese maravilloso libro de su tío José Antonio Wilde, "Buenos Aires, desde setenta años atrás"; precisamente lo tenía a mano para releerlo. Pero ahora me aboqué a "Tini...", EUDEBA lo editó en 1960 con una portada de Carlos Alonso y me encuentro con otro libro sorprendente. "Tini" es un cuento simple, casi un boceto como el resto del libro. Abunda en él, ternura y desazón ante lo inevitable, como es relatar la muerte de un niño. Hay además, unas semblanzas muy buenas como la del Dr. Ignacio Pirovano al que conoció porque Eduardo Wilde, como su tío José Antonio, también era médico. Otra de Nicolás Avellaneda (que un día le dijo a él, que tenía aspiraciones políticas: "usted no será jamás popular, mi doctor, es usted demasiado universitario..."). Y la del coronel Estompa, que lo habían nombrado jefe de la frontera, para evitar la invasión de los indios a los poblados. Siempre tiraba cañonazos, para cualquier lado, pretendiendo disuadirlos. Imponía disciplina, arrestando a una compañía entera y ejecutaba soldados de su tropa a boca de cañón. Recién, después de todo eso, se dieron cuenta que estaba loco. A pesar que Wilde, como casi toda la generación del 80, consideraba al europeo un ser superior al indígena o mestizo, su relato es impiadoso y crítico. Leyéndolo uno entiende, como antes a la generación de Mayo, lo que vino de aquí en más y subsiste con los aborígenes. Después de estas biografías, viene para mí lo mejor del libro, "Aguas abajo", su autobiografía en la que se esconde con el nombre de Boris; están allí sus padres y hermanos, todo visto con la visión de un niño. En el capítulo "Astronomía-Meteorología-Ligera reseña del cielo, del infierno: "El infierno es una sucursal del cielo, las almas rechazadas en éste, son las únicas que aquél acoge (todo el mundo lo sabe)" En otro de sus capítulos "Origen del mundo-La luna, la tierra y sus enseres"; dice con ironía que "Dios había creado el mundo de la nada y de paso se había creado a si mismo. Eso no entendía Boris, pero así estaban las cosas". Termina esa hermosa letanía, que es "Aguas abajo", hablando de sus hermanos: María, Cristina, Vicenta (la más querida por él), Tomás, Gregorio, Patricio y Alberto; todos ellos tratados con igual cariño.
Eduardo Wilde nació en 1844, en el sur de Bolivia, su padre se había exiliado allí en la época de Rosas y murió en Bruselas (Bélgica) en 1913. Siendo médico, colaboró en 1870 durante la epidemia de fiebre amarilla, cumplió su tarea sin aceptar remuneración alguna y ocupó luego algunos cargos públicos. Florencio Escardó, crítico de la generación del 80 (para mí una réplica de la Revolución de Mayo), decía que obraban de manera contraria a como escribían. Ricardo Rojas los llamaba "prosistas fragmentarios". Aníbal Ponce y Sarmiento, los alababan. Yo tengo una visión distinta, no pienso si Echeverría, Sarmiento, José Ingenieros (cuya "Sociología argentina" considero lo mejor que se escribió hasta ahora) o Eduardo Wilde, en este caso, coinciden conmigo; lo que valoro, es que me ayudan a pensar en donde estamos parados ahora y porqué sigue sucediendo lo que ocurre. Y porqué nunca se tomó al país como un ente armónico e igualitario. La literatura suele ser ese espejo que a veces necesitamos; ahora más que nunca.
J. C. Conde Sauné  

viernes, 16 de noviembre de 2012

En octubre de 1958 se realizó esta grabación, teniendo como líder al pianista Cecil Taylor. Acompañado por John Coltrane (saxo tenor), Kenny Dorham (trompeta), Chuck Israels (bajo) y Louis Hayes (batería). En 1962 BLUE NOTE la difundió de nuevo con el título: John Coltrane - "Coltrane Time", que es como figura en este CD que tengo. En casi todos los temas, aparece Cecil Taylor armando lo sustancial. En "Shifting down" (K. Dorham), el primero, Taylor prepara el clima, le sigue Coltrane en un solo aceptable (pero no el mejor Coltrane), a continuación Dorham con un solo para el canon trompetístico, Israels y Hayes hacen lo suyo manteniendo la tensión del ritmo, de eso saben mucho. "Just friends" (Klenner-Lewis), Dorham y Coltrane comienzan la diversión. Taylor hace maravillas en su solo, Dorham no se queda atrás, Coltrane tampoco y terminan todos amigándose. El tercero, "Like someone in love" (Van Heusen-Burke). Hermosa y suave melodía la de este tema. Dorham conserva su calidez en un solo de singular sencillez, lo mismo Coltrane y Cecil Taylor, en contraste, lo extrapola; pero conserva lo esencial. "Double clutching" (Ch. Israels). Un cierre fenomenal, con todos muy inspirados en esta composición del "bass": Dorham, Coltrane, Taylor, Israels y Louis Hayes sugiriendo el ritmo. 33:40 dura este compacto, parece poco, pero está lo perdurable del buen jazz.
Agrego algo sobre Cecil Taylor: estudió en el New England Conservatory de Boston, influyó en él Béla Bartok y Debussy. Pero, en el jazz, viene de una línea directa: Ellington-Monk-Tristano y llega al "free-jazz". Dijo en una ocasión: "Siempre expongo los valores de la cultura negra. Es mi camino, es parte de mi vida".
J. C. Conde Sauné

viernes, 9 de noviembre de 2012

En el nº 472 de "Ñ", se menciona que "El Buscador" anduvo por la librería "La Zona" de Quilmes. Le comenté, a uno de los dueños, el artículo aparecido en la sección de la citada revista; me dijo que una persona ya se lo había dicho antes. Pero que él y su socio, no tenían idea de cuando ese señor anduvo por ahí. Es una suerte de fantasma, que hurga libros usados en esas librerías. Casi por la misma fecha, o tal vez antes, yo también estuve huroneando por "La Zona". Me conseguí una perla que "El Buscador" no vio o le gané de mano.  El libro en cuestión: "Prosa" de Robert Frost, del gran poeta norteamericano. Dado a conocer por "Ediciones Troquel" (Bs. As. 1969), encuadernado lujosamente y con señalador. Hoy en día una rareza. Son quince ensayos que abarcan, entre los años 1924 y 1959. Con un compilado y prólogo de Hyde Cox y Edward Connery Lathem; y una muy buena traducción de Nina De Kalada y Alberto Girri. Son 136 páginas que las leí y releí volando; no hay desperdicio. En "La imagen que un poema crea", leemos: "Un poema puede ser trabajado una vez que ha nacido, pero no puede obligárselo a existir. Su cualidad más preciada seguirá siendo la de haberse desarrollado a si mismo, arrastrando consigo al poeta". 
Se decía de Frost que , en poesía, no se entusiasmaba fácilmente por ninguna moda, ni por ningún cambio de moda. En el comentario que le dedicó a la poeta Amy Lowell, acota: "Es absurdo pensar que el único modo de averiguar si un poema es perdurable es esperar y ver si perdura. El buen lector de un bello poema puede afirmar en el momento mismo en que este le impresiona que ha recibido una herida mortal; que jamás se repondrá de ella (...) No debe aguardar la prueba del tiempo".
Algunos de estos escritos, fueron conferencias dadas en algunas universidades, otros prólogos de algunos libros. En todos ellos, Frost demuestra la fluidez sencilla de sus poemas, extendido hacia la prosa. Decía que era imposible explicar un poema, si uno lo intentaba, iba a usar unas palabras distintas y de inferior calidad, desvirtuando el mismo. Este libro que definí como perla, por su presentación, lo es obviamente por su contenido. No creo que lo hayan editado de nuevo, si no lo hicieron, prepongo que lo hagan. Vale la pena.
J. C. Conde Sauné  

lunes, 5 de noviembre de 2012

Poema N° 9 ( Cuaderno IV ) * Los mitos


TOUJOURS MALENKA

Malenka: ningún sol acaricia tanto como tus ojos,
los que me miran porque son soles.

J. C. Conde Sauné

viernes, 2 de noviembre de 2012

Siempre leí fragmentos del "Diario de Adán y Eva" de Mark Twain, en revistas o diarios. Ahora lo encontré, en la librería que voy de tanto en tanto y aproveché la oportunidad. Es una edición de "Corregidor" (1973), con una tapa muy vistosa y original; una manzana mordida y en el centro, las primeras frases del "Diario de Adán": "Esa nueva criatura de pelo largo me sale al paso a cada rato. Siempre anda rondando y persiguiéndome. Esto no me gusta; no estoy acostumbrado a la compañía...". Es una lectura para el deleite y la distensión, el humor de Mark Twain. Quien viva en pareja o en matrimonio, aún en una relación armoniosa, no dejará de sonreír, ante esa mujer que ordena y mantiene la casa; como en el caso de Eva, el bosque. Ella gusta de poner nombres indicativos: "Parque cataratas del Niágara", "No pise el césped", "Por aquí al remolino"; para desconcierto de Adán, que gozaba del paraíso sólo para él. Más confusión aún, cuando ella le dice que su origen es una costilla de él, constatando que no perdió ninguna costilla. No le gusta, además, la relación de Eva con la serpiente; ve que se vienen problemas y piensa en emigrar. Y al fin Eva, como se sabe, prueba la manzana y se viene la ira divina. Ella alega que la serpiente la engañó, diciéndole que la fruta prohibida era la castaña y no la manzana. Se terminó el Paraíso, pero hay que seguir viviendo y el bosque es grande para buscar otro lugar. Y ahí, Adán termina prendado de Eva y al fin de su vida, pone este loable epitafio en su tumba: "Donde quiera que ella estaba, allí era el Edén".
Samuel Langhorne Clemens era simplemente Mark Twain (1835-1910). En mi niñez ya conocía su nombre, cuando leía y disfrutaba de las "Aventuras de Tom Sawyer".
J. C. Conde Sauné

viernes, 26 de octubre de 2012

¿TE ACORDÁS, POLACO?


El Polaco se lleva a la rastra
a la orquesta de Pichuco,
en "Cómo se pianta la vida".
Arranca con todo, como si de ése
tango dependiera esa vida
y el gordo seguidor le hace
una gamba de arpegio,
para que la voz de Goyeneche
descanse entre las frases vocales.
¡Qué extraña conjunción la de
estas rara avis del tango!
A veces pensamos, y perdón Marino,
Floreal y Fiore, que el Polaco
nació para acoplarse con
la orquesta de Troilo.
Si los escuchamos en "Fueye",
"El motivo" o "A Homero",
nadie dudaría que el cantor
es una prolongación del
bandoneón quejoso de Pichuco.
...se detiene la grabación
en el audio, nos acercamos
a la ventana contemplando
la tarde que también se detiene,
casi un momento, para que la noche
asome en la ciudad, casi tímida
por encima de los edificios...
Semipenumbra, noche, ciudad:
una eternidad ganada por el tango.

J. C. Conde Sauné

lunes, 22 de octubre de 2012

Yo la había visto hace unos años, pero no "mia donna". Entonces la alquilamos de nuevo y al hacerlo se valoran más cosas que la primera vez. Me refiero a "Mi ricordo, si io mi ricordo", el documental sobre Marcello Mastroianni (1924/1996). La realizó Anna María Tató, la mujer que vivió con él los últimos veinte años. Difundida aquí como "Yo recuerdo", es un film simple y maravilloso; donde Mastroianni, con su carisma inigualable, rememora y actúa a la vez. Le sale el actor de adentro. Cuenta sus comienzos, su trabajo en el teatro con Luchino Visconti. Hablando de teatro, decía que lo atraía más Chejov y su medio tono, que el impetuoso tiempo dramático de Shakespeare. Detestaba además la televisión, un invento maravilloso; pero le parecían chabacanos los programas, donde la frivolidad y la incultura abundaban.
También habló de su labor junto a Fellini, cómo preparó éste "La dolce vita". Dijo que Fellini había pensado primero en Paul Newman para su papel, pero le pareció que Mastroianni tenía aspecto de hombre común y se adaptaba más al personaje; cosa que a él no lo ofendió, pues no se considera un "latin lover". "Hola hombre", dirigida por Marco Ferreri, fue la película que más le gustó en las que actuó. "Viaje al principio del mundo", la última película en la que trabajó, la dirigió Manoel De Oliveira, y le sorprendó la vitalidad de éste con sus 88 años.
Al hacer un recuento de su vida, cita en resumen, el cuento de Kafka "El pueblo más cercano": la vida es asombrosamente corta, aún para ir al pueblo más cercano, en el lapso de una vida normal y feliz, no alcanza para empezar el viaje; aún teniendo buena suerte.
 El acierto de Anna María Tató, en este film, es referirse sólo a lo primordial de la vida de Mastroianni; éste sí menciona, la felicidad que le causó el nacimiento de su hija Chiara, que tuvo con Catherine Deneuve y los dibujos escolares de Barbara, su primera hija.Esta película, excelente para nos, hecha en Portugal por Tató, que también colaboró en el guión con Francesco Tató y Giovanni Fiore Coltelacci y una fotografía muy buena de Giuseppe Rotunno; dura 98 minutos que pasaron volando. Un adicional en el DVD, de regalo: la escena impagable del baile de "Ginger y Fred", con Mastroianni y Giullieta Masina, aquella inolvidable película de Federico Fellini.
J. C. Conde Sauné

lunes, 15 de octubre de 2012

¿Adónde conseguí este libro? Imposible acordarme, quizás en una librería de usados por Avda. de Mayo o el Parque Centenario. Me sucede a menudo, compro un libro, lo "picoteo", como le llamo yo a la lectura de un libro salteando hojas. Pero ahora lo leí de cabo a rabo: "Balzac en pantoufles" por León Gozlan. La edición de "Calmann Lévy Éditeur" (París 1890). El libro, verdadera joya, está bien cuidado y creo que fue encuadernado, de nuevo, por su antiguo propietario.
León Gozlan (1803/1866), novelista y ensayista francés, fue amigo de Balzac (1799/1850) y se propuso hacer una biografía de él, en pantuflas (tomando el sentido literal), pero más bien de "entrecasa". Un poco a la manera del "Borges" de Bioy Casares, pero no llevando un diario como éste, sino con un texto más estructurado de 14 capítulos. En el prólogo Gozlan asevera: "Estos testimonios son raros hoy en día, dentro de algunos años serán dudosos; más tarde seguramente equívocos". Así nos enteramos, que Balzac llevaba una vida a espaldas de la popularidad. Escribía de la medianoche hasta el alba; si tenía amigos invitados a cenar, a las siete de la tarde se despedía y los dejaba para irse a dormir, se levantaba a las doce y escribía hasta el día siguiente. Su preocupación era la construcción de su casa "les Jardies", en las afueras de París. Volvió loco al arquitecto, porque quería unas habitaciones espaciosas, en sus dos plantas y con vista por los cuatro costados; por lo tanto omitió la escalera, con la casa ya terminada. Cuando aquél le dijo: "M. Balzac, cuando quiere que le haga la escalera". Entonces, hubo que hacerla pegada a una pared exterior, otra no le quedaba; en invierno, para ir al piso superior tenía que ir bien abrigado.
Gustaba comer verduras y frutas en gran cantidad; menos mal, que luego lo compensaba tomando mucho café y té. Cuando no escribía, le gustaba salir a pasear de noche y se perdía sin tener noción del tiempo y al lugar que arribaba. Tuvo aspiraciones de escribir teatro y contrató a un colaborador que le iba a aportar ideas. Vivió en su casa un tiempo y cuando le preguntaba si se le había ocurrido algo, aquél le contestaba: "yo no tengo ninguna idea y ud.". También, a pesar que detestaba al periodismo, sobre todo por sus críticas, quiso hacer "La chronique de Paris"; que, supuestamente, iba a financiar el hijo de un banquero con pretensiones en las artes. Después de una comida en su honor, contrayendo deudas, aquél les respondió, refiriéndose al dinero a invertir: "Señores, yo hablaré de vuestro asunto a papá". No obstante este fracaso, "La chronique de Paris" apareció en 1854, pero por poco tiempo. Hizo un alegato escrito en defensa de un tal Peytel, un presunto asesino de su mujer y una sirvienta; según Gozlan, presuntuoso y nada convincente. El acusado fue luego condenado a pena de muerte. Aparte Gozlan, transcribió todo el testimonio hecho por Balzac, en el libro, y me resultó la parte menos interesante.
Pero Balzac era así, desconcertante, como cuando se le ocurrió todas las noches, ir a romperle la pared al vecino con una vara de hierro, sólo porque lo odiaba. Gozlan se preguntaba, como un hombre talentoso podía hacer tamañas chiquilinadas. O las deudas inverosímiles que contraía; ganaba bien como autor, no tanto como Alexandre Dumas, pero suficiente, sino que gastaba más de lo necesario.
En el último capítulo, describe la visita de Victor Hugo a la casa de Balzac, "Jardies". Él admiraba a Hugo, pero prefería a Stendhal, cuya prosa fina y pulida como un cristal, era su parecer, el prototipo de toda prosa, después de la suya. Pero lo recibió bien y pasaron un buena velada; aparte Hugo, le había elogiado la propiedad. Este capítulo es muy interesante, por el encuentro y lo que hablaron estos dos grandes de la literatura. Gozlan se propuso, acertadamente, aportar algunos datos  de la personalidad de Balzac, sin mayores detalles sobre su trabajo literario. El valor de éste, es más que obvio y él sabía que era una obra que sobreviviría el paso del tiempo.
J. C. Conde Sauné

viernes, 12 de octubre de 2012

I REMEMBER CLIFFORD


Arremete, se atropellan
las notas, caen
como cascadas y se abren
hacia afuera. Gorgoteos
gillespianos sacuden
su vibrato y quedan como
flotando en la superficie.

Aguijones de avispas sus agudos
y suaves salpicadas sus bajos.
Clifford un duende raro y
querible. Se fue temprano,
cuando esperábamos que su
magia fuera perdurable
entre los sonidos del siglo.

Está y estuvo siempre de este
lado de lo sensible, aquí
en el disco que gira y
nunca se detiene, como el mundo,
como la savia inacabable,
como el zumbido de una abeja
que llega con la primavera;
y los primeros estíos y las primeras
flores. I remember Clifford.

J. C. Conde Sauné

martes, 9 de octubre de 2012

James M. Cain (1892-1977), según lo que leí en la solapa del libro que voy a comentar, murió casi olvidado. Fue el autor de dos obras maestras del suspenso-policial: "El cartero llama dos veces" y "Pacto de sangre", ambas llevadas al cine. "Mildred Pierce", mi última lectura, escamotea lo policial, pero está presente la naturaleza humana y sus límites. Alguien puede mentir y chantajear impunemente, sin ningún problema de conciencia. Esta novela de Cain, que EMECÉ publicó en 1991, la hizo conocer como "El suplicio de una madre". Un  título bastante errático, para mí, que no se ajusta a la narración. Mildred entabla con su hija Veda, una relación sado-masoquista; la quiere cuidar y protegerla, pero la acosa y sufre humillaciones por parte de aquélla. Es un juego de ida y vuelta. Mildred, casada con Bert, un negociante que experimenta la quiebra en la época de la gran depresión, se separa de él y encara un pequeño emprendimiento. Le va muy bien y usa las ganancias sin ningún control. Satisfaciendo los caprichos de su hija y manteniendo a Monty su amante. Éste de la clase alta, pero ahora quebrado, pasa a ser su gigoló. Un poco, también, para competir con Veda que estudia piano y después canto, llegando a triunfar. El final se avizora en el horizonte, pero la tensión del relato se mantiene. Cain es un especialista en el manejo de sus personajes y construye una novela muy buena; que también se adaptó al cine. La dirigió Michael Curtiz, Joan Crawford fue Mildred y Ann Blyth encarnó a Veda.
J. C. Conde Sauné

viernes, 5 de octubre de 2012

Poema N° 8 ( Cuaderno IV ) * Los mitos


EL TIEMPO, TAMBIÉN UN MITO

Fui hecho con retazos de tiempo y soy savia imaginativa, que se nutre de silencios. Recorrí las calles, que no eran sino bosquejos de mi infancia y de una adolescencia, en donde prevalecía una sola tarde; la que existía porque yo la recordaba.
Era distinta, apenas esbozada por los van goh de las civilizaciones, los que pintan y cincelan armonías perfectas.
Era muy tenue, la distancia entre lo expresado y lo vivido; apenas delineada y muy distante para deletrear su entonces.

J. C.Conde Sauné 

lunes, 1 de octubre de 2012

Gracias a la librería de canjes, que visito cada tanto, voy hacia la literatura como un anticuario. Veo un libro bien encuadernado, algo raro hoy en día, con buen diseño y voy hacia él. Lo miro por dentro, leo algunos párrafos al azar y estimo si puede interesarme. Me ocurrió con un libro de Hulbert Footner, alguien al que nunca leí y luego de hojearlo lo adquirí. Es una novela policial, "Orquídeas trágicas". El título en inglés era "Orchids to murder" (Orquídeas para asesinar). Edición Lauro de José Janés (1946) de Barcelona.
Hulbert Footner (1879-1944), es un escritor canadiense que vivió en Estados Unidos. En el prólogo de Cristopher Morley, comenta que escribió algunas novelas y comedias de menor importancia; pero su verdadera obra para valorar, son sus novelas con temas policiales que suman treinta, que escribía para ganarse la vida. Creó a la detective Mme. Storey, que luego fue reemplazada por Amos Lee Mappin. Y en esta novela que leí, "Orquídeas trágicas", él es el protagonista muy a lo Sherlock Holmes o Maigret. Investiga el crimen de la actriz Mary Stannard, que además era amiga suya. Un núcleo reducido de sospechosos, pruebas fortuitas que no lo convencen;  la policía apremiada por la prensa piensa valerse de ellas. Él, como investigador privado, le informa a aquélla lo que averigua; para que el comisario, con quien tiene una buena relación, no se enoje. Pero sigue investigando a su manera; siempre le da buenos resultados. Aparte le importa poco, si luego la policía se lleva los méritos de la solución del caso. Ironía, intuición y sobre todo cierto análisis sicológico de los sospechosos, lo llevan a Mappin a buen puerto. Quedé satisfecho, me pareció muy buena novela; bien narrada y mejor resuelta. Eso que, a veces, queda tecleando en las novelas policiales. Quisiera encontrarme, con alguna novela más de este autor.
Una apostilla: me causó gracia, en la  hoja que le sigue a la tapa del libro, un sello grande "Sin Canje"; por ahí le hago caso, es un bello libro de apariencia y contenido.
J. C. Conde Sauné

viernes, 28 de septiembre de 2012


Me baila tu tango en las orejas,
pibe de la Paternal, Fresedo;
y aquí, amontonando compases,
recuerdo que nace tu ritmo, para crear
otro distinto al De Caro canyengue.
Más pausado en los acordes,
más atenuado en el compás.
Y llega a instalarse en el trocen,
con señorío y "smoking".
Bruma de una estela feliz,
suerte de "belle époque" tanguera,
con Gardel y Mercedes Simone,
Ada Falcón y Sofía Bozán;
con mucho taconeo y sentada
y algunos cortes para la eternidad.

J. C. Conde Sauné

martes, 25 de septiembre de 2012

En una de sus visitas a la Argentina, mi amigo Gustavo, que vive en España con su esposa y dos hijas, me trajo de regalo una grabación de Clifford Brown. Consta de una caja con cuatro CD, sesenta temas y una duración de casi seis horas. Dada su extensión, trataré de elaborar un comentario destacando lo esencial.
Martin Williams, en "Bebop y después: un informe", considera a Clifford Brown "un solista 'inmaturo', limitado por lo que se refiere a tempi, ritmo y originalidad de línea". Pero, para mí, hizo de esa limitación un estilo y sobre todo en la escuela "hard-bop", que como su nombre lo indica, hay que dar "duro". Además se dice, que creció a la sombra de Fast Navarro y se los considera, a ambos, como los padres de la trompeta "hard-bop". Fast Navarro fue un gran trompetista, murió también joven y era de una solvencia técnica de sonido limpio, preciso y sin apoyatura; algo distinto a Clifford. 
El primer CD son grabaciones de 1953 con 16 temas, se destacan "De-Dah" ejecutado por un quinteto con Lou Donaldson, Elmo Hope, Percy Heath, P. Joe Jones y Clifford. También los que interpreta con la orquesta del pianista y gran arreglador (algo olvidado) Tadd Dameron: "Choose now", "Theme of no report" y "Falling in love with you", éste con dos solos de trompetas impagables de Idreas Sulieman y Clifford. Le siguen, con el sexteto del trombonista Jay Jay Johnson, para mi embeleso: "Lover man" (con un solo maravilloso de Johnson), "Turnpike" y "Sketch one". Clifford, Johnson, Jimmy Heat, John Lewis, Percy Heath y Kenny Clarke integran el sexteto.
El segundo CD, 12 temas, grabados en 1953/54. Marqué para mi gusto: "Hym of the orient", "Brownie eyes" y "Easy living"; ejecutados por un sexteto de lujo: Clifford, Gigi Gryce, Charlie Rouse, John Lewis, Percy Heath y Art Blakey. Con el quinteto de él con Max Roach, Para el recuerdo: "Jordu", "I don't stand a ghost of a chance with you" y "Delilah". 
El CD 3, 12 temas sin desperdicio, de 1954/55: "Stompin at the Savoy", "Joy spring", "Daahoud", "It night as well be spring", "What's new" y "Blues walk", también con el quinteto Brown-Roach; notables Richie Powell en "Blues walk" y Clifford en "It night as well...". Con Jack Montrose, como arreglador, "Gone with the wind" y "Born to be blue", con Quincy Jones en los arreglos y Helen Merrill cantando para los dioses; son dos temas para tener en cuenta.
Y llegamos al CD 4, con el Art Blakey Quintet. Cinco exponentes del "hard-bop" arrasando con todo: "Clifford, Lou Donaldson, Horace Silver, Curley Russell y Blakey. Un Clifford de lo mejor para mí, desarrollando toda su enjundia junto al saxo alto de Donaldson, el piano de Silver en el armado, Russell en el bajo llevando el compás y Blakey con sus "rolls" poderosos y su "beat" explosivo en los momentos precisos. 72:45 para el delirio: "Split kick", "Once in a white", "Quicksilver", "A night in Tunisia", "Mayreh", "Wee Dot", "If I had you", "The way you look tonight", "Now's the time" y "Confirmation-Lullaby of Birland".En este último tema, se dan el lujo de contraponer la composición vibrante de Charlie Parker con la de George Shearing, al final, jugando un aire de romanza jovial. Todo esto, lo disfrutaron los asistentes del "Birdland Club", en New York City, el 21-02-1954. Un gran regalo, para ellos y para mí, por supuesto.
J. C. Conde Sauné      

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Uno, a veces, da vueltas para leer ciertos libros. Más, si los temas que se tratan, se presienten y se viven a diario. Cuando adquirí "Un país al margen de la ley" de Carlos S. Nino (1943-1993); mi esposa lo leyó enseguida y me lo comentó con encomio. Pero yo lo fui dejando de un día para otro; siempre apunto para el lado de la ficción y la poesía. Pero ahora, después de unos años, me decidí. Algunas cosas se saben de oídas, por notas periodísticas y comentarios. La anomia generalizada en la vida social e institucional del país. Desde lo simple: no respetar los derechos del vecino-conciudadano, transgredir las normas de tránsito, aturdir con ruidos la ciudad, lo elemental de no arrojar papeles o basura en las calles y contaminar el ambiente. Después viene, lo que atañe al respeto de la Constitución: continuos golpes de estado, abandono de un gobierno antes de su mandato, decretos de necesidad y urgencia, dejando al parlamento como una figurita, no tolerar las divergencias, etc. etc.
El libro de Nino, editado por EMECÉ en 1992, analiza de una manera más sistemática y profunda todos estos asuntos, poniendo énfasis en la anomia (s/RAE.ES: 1-Ausencia de ley. /2-Psicol. y Sociol: Conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación).Este ensayo está dividido en seis capítulos y un epílogo. Tomo perlas al azar, en el capítulo 4º (pág. 158): "La inflación, que ha afectado a la Argentina durante cuatro décadas. Se originan por causas múltiples y en parte desconocidas aunque es cierto, un  lugar común, señalar como una de las más importantes la dinámica de explotación del Estado y de la evasión impositiva, que lleva a financiar el gasto público con una expansión indebida de la masa monetaria". Capítulo 5º (pág. 181): "Se diluyó el contrapeso a los mecanismos de representación popular, y cuando los grupos dominantes se vieron amenazados por los resultados del proceso democrático, debieron recurrir a los golpes de Estado. Así se fue oscilando entre experimentos de democratización restringidas, autoritarismos burocráticos y populismos corporativos; generándose la dinámica de interacción no cooperativa que es típica de los intentos de mantener situaciones de desigualdad". Epílogo (pág. 272): "Pero la democracia requiere la observancia de las normas que han sido sancionadas por la regla de la mayoría, luego de un proceso de discusión. En definitiva, la anomia que marca nuestra vida social y explica en parte nuestro subdesarrollo, es una deficiencia en la materialización de la democracia. Implica la existencia de bolsones de autoritarismo y anarquía en un contexto formalmente democrático".
Todas estas partes que tomé del libro de Nino, ahorra cualquier tipo de comentario; más, si concuerdo con la mayoría de sus enunciados. Podría citar más textos de esta obra, pero creo que es lo esencial.
Carlos S. Nino murió a los 50 años (yo solía escucharlo en algunos comentarios que hacía por radio, en el programa que tenía Carlos Rodari), colaboró con el gobierno de Alfonsín como asesor presidencial y no obstante, su ética, lo lleva a criticar, en este libro, algunos errores en su gobierno.
Para leer, discutir y comentarlo; sobre todo, en esta evidente actualidad.
31-01-2010   *   J. C. Conde Sauné

viernes, 14 de septiembre de 2012

Poema N° 7 ( Cuaderno IV ) * Los mitos


CORTÁZAR Y EL OTRO CIELO

El sabio maestro tiende las palabras y su voz, es un tenue concierto de compases distantes, que llegan a la tarde desde otros cielos y memoriosas rayuelas.
Oníricos bestiarios, agudizan su ingenio y su precisa arquitectura cabalística.
El sabio maestro mira a través de su octaedro y se ve flotando en un suave nenúfar del tiempo.

J. C. Conde Sauné 

lunes, 10 de septiembre de 2012

Debería haberla visto antes que "Manderley", pero lo hago recién ahora que la encontré para alquilarla. Hablo de "Dogville" el film del director danés Lars von Trier. Aquí empieza la odisea de Grace (en la piel de Nicole Kidman), en "Manderley" hará su papel Bryce Dallas Howard.  Pero me sorprende que Kidman, algo más que una cara bonita, haga muy bien su rol como después Dallas Howard.
En "Dogville", pueblo donde arriba Grace perseguida por unos mafiosos, que trabajan para su padre (James Cann,  se encarga de ese personaje); ella quiere despegarse de él y su experiencia, en ese poblado, resulta fatal. La visión de la sociedad norteamericana de von Trier, también guionista del film, es apocalíptica y desesperante. Se podría creer que exagera, pero cuando uno ve como se desarrolló esa sociedad, vemos que la visión es correcta. Von Trier, como un forense, la secciona  en pueblos chicos. Primero este "Dogville", luego "Manderley"; falta una tercera que completaría una trilogía sobre USA.
Un cine despojado de exteriores, en donde prevale el guión y el buen trabajo del elenco de actores, que completan entre otros: Lauren Bacall, John Hurt, Ben Gazzara y Harriet Anderson. Hay que verla, tiene lo que el cine norteamericano hoy no expresa. El negocio está en otro lado y la realidad pasa de largo.
J. C. Conde Sauné 

viernes, 7 de septiembre de 2012

He leído muy poco a Charles Dickens. En mi juventud pasé de largo a "David Copperfield" y "Oliver Twist". Sólo leí, en alguna antología, alguno de sus "Cuentos de Navidad" y unos por ahí. El otro día, en una liquidación de libros, aquí en el centro de Quilmes, me llamó la atención el magnífico diseño de la tapa de un libro. Era "La casa de pensión y otros relatos" de Dickens, editado por "Aguilar" en España (1995). En realidad, son dos relatos más aparte del mencionado. El precio era accesible y lo compré. 
Me acordé, cuando abrí el libro para leer los tres cuentos, de una anécdota que contó una vez Abelardo Castillo. En el grupo del "Escarabajo de oro" había alguien que había publicado un libro y andaba detrás de todos para que lo leyeran. A Humberto Constantini le preguntó varias veces, hasta que aquél se mosqueó y le dijo: "no leí todavía a Dickens y querés que te lea a vos". Bajo esa premisa yo me aboqué a Dickens y a su libro, cuyo título original es "Sketches by Boz" (1936); sus primeros relatos usando el seudónimo de Boz. Son tres cuentos para atesorar. El primero "La casa de pensión", se abre en dos historias y podrían ser dos cuentos en uno. Con personajes que tejen sus fantasías y sus pasiones; conviviendo en esa casa que regentea la señora Tibbs, con un marido en actitud pasiva aunque amorosa con una doméstica. "Cosas del corazón" es un cuento romántico, pero de un romanticismo decantado. Su protagonista, señorita Brook Dingwall, hija de un diputado que la interna en una escuela, para alejarla de un pretendiente que no es de su nivel. A pesar de una trama previsible, cierra a la perfección y con un guiño irónico. En cuanto a "El velo negro", promediando su lectura me di cuenta que antes lo había leído, aunque no recordaba su final. Sus personajes principales, un médico recién recibido y una mujer extraña que solicita sus servicios, en una noche lluviosa, pero recién para el día siguiente; un cuento perfecto. Había que hacerle caso a Constantini, estaba en lo cierto.
J. C. Conde Sauné

lunes, 3 de septiembre de 2012

MOQUEUR ALFRED JARRY


Jugador magnífico, verde
luz de la soledad
que cada día se desviste,
en los falsos mitos que se derrumban.
Caen cabezas
cortadas de un saque
y los fabulosos castillos
de luces se borran
repentinos, aunque tardíamente.

Jarry juega y la bagatela,
más banal de la opulencia,
le hace un último desafío.

Caen todavía las cabezas
de los déspotas, Jarry se burla.

J. C. Conde Sauné

jueves, 30 de agosto de 2012

Releo a menudo, una edición bilingüe de 1976 de "Librerías Fausto". Es una selección de "Poetas norteamericanos contemporáneos" a cargo de E. L. Revol, con un estudio preliminar, notas y también una óptima traducción de su autoría. Están los poetas más importantes: Conrad Aiken, E. E. Cummings, T.S.Eliot, Robert Frost, Edgar Lee Masters, Marianne Moore, Sylvia Plath, Ezra Pound, Laura Riding, Muriel Rukeyser, Wallace Stevens y William Carlos Williams; entre los 45 que contiene el libro. Hay un sólo verso de Laura Riding (1901-1991). Según Revol: "residió largo tiempo en Inglaterra, casada entonces con el poeta y novelista Robert Graves. Profundizó con espíritu filosófico en el "nonsense" e ideó, mucho antes que Henri Michaux, un reino metabiológico de criaturas extavagantes, que pueblan buen número de sus composiciones poéticas. En 1938 apareció la primera edición de sus "Collected Poems". El verso de referencia, publicado en la selección, "El viento sufre", consta de seis cuartetos que son antológicos. Aquí el primero de ellos: "The wind suffers of lowing,/ The sea suffers of water,/ And fire suffers of burning,/ And I of a living name. (...)". *** "El viento sufre de soplar,/ El mar sufre de agua,/ Y el fuego sufre de arder,/ Y yo, de un nombre de vivir".
Siempre quise leer algo más de ella, pero en las librerías no encontré nada; quizás ahora en Internet. Le debo a Laura Riding, el ánimo de ir despidiendo este agosto lluvioso, frío y húmedo con la calidez de un verso suyo.
J. C. Conde Sauné

viernes, 24 de agosto de 2012

Con el Poema Nº 64 (Cuaderno I), escritos entre 1966 y 1983, termino la publicación, en mi blog, de este cuaderno de poesías. El (Cuaderno IV) es casi contemporáneo, fue escrito entre 1968 y 1988; algunos ya fueron publicados en mi  "Breviario...", pero ahora lo pienso hacer de manera ordenada. El (Cuaderno II), dedicado al tango, lo comencé en 1960, pero quedó en 28 poemas; el último es de 1987. El (Cuaderno III), son poemas escritos en francés (un total de 62), lo empecé en 1972 y los últimos son del 2006. Y el (Cuaderno V), es una "mélange" que arranca en 1988 con poemas dedicados al jazz, unos referentes a Paul Klee y sus "Figuras y máscaras" (en 1997) y otros sin temática alguna, el último del 2008.
Pienso siempre en sentido poético o, al menos, trato de hacerlo. La poesía y la música son mi refugio y le hacen bien a uno. Para mí, el grave error de buena parte de la humanidad, es aferrarse sólo a lo material y desdeñar la creación artística.
En una fracción del poema "La lágrima", dedicado a un dibujo de Klee, escribí: (...) Klee es un niño,/ una lágrima que crea,/ poesía que vence a la muerte/ y vida que nutre sus dibujos./ Klee es un niño/ con un carbón en la mano,/ capaz de llenar con grafittis/ las paredes decadentes del mundo/ y reír sobre esa lágrima.
J. C. Conde Sauné

martes, 21 de agosto de 2012

Poema Nº 64 ( Cuaderno I ) * Variaciones

Vuelan los días, vuelan las horas hacia el acontecer nuevo. Sueña la noche, sueña el día con el acontecer nuevo. Sonríen los árboles en las plazas y juegan los chicos por adelantado, porque tarde o temprano acaecerá lo nuevo. También en las rutas, en los rascacielos y en las casas más humildes, lo nuevo va barnizando con su matiz de espera...
Aquí me pongo a volcar tinta, por lo nuevo y para que lo viejo, se ahogue.

J. C. Conde Sauné    *   ( A fines del 1983 )

viernes, 17 de agosto de 2012

"Manderley" el filme de Lars Von Trier, continúa la trilogía USA, todavía no completada, que inicia con "Dogville".  Se desarrolla la trama, en una plantación de algodón en Alabama en el año 1933. Las condiciones de vida, para los negros, no ha variado y son explotados en forma despiadada. Y ahí llega Grace (Bryce Dallas Howard), hija del patrón que trata de imponer nuevas condiciones de vida para los explotados. Ignora que éstos ya han creado un sistema, aún con humillaciones, menos cruento para sobrevivir. Von Trier emplea una técnica rudimentaria y efectiva, no hay exteriores, todo se filma como en un escenario teatral, con guión espontáneo y poca atención a la iluminación del ambiente; cámaras manuales y planos fijos, diría una técnica muy bergmaniana, donde pone especial cuidado en la actuación de los protagonistas, de un nivel parejo y excelente. Se destacan, aparte de Dallas Howard, Isaac Bankolé, Danny Glover y Willen Dafoe.
Hay mucho para reflexionar sobre ese gran país, que siempre soñó con ser le faro del mundo, pero adolece de condición ecuánime para serlo y sólo apostó al consumo desigual. Es cierto que Von Trier no descubre nada nuevo, esto ya lo habíamos visto en algunas películas de Spike Lee y leído en Faulkner, Carson Mc Culler o Toni Morrison. Pero la paradoja en "Manderley", es que alguien de afuera, un danés, lo vea como algo fatal y sin solución para la clase desposeída (como vemos, también nosotros,en nuestro país). Ahora el color ya no importa, si se ha logrado tener dinero y buena posición social. En "Manderley", aunque eso no se destaque, uno lo puede soslayar. Se tolera la humillación, con una paciente espera para la revancha.
30-12-2007   *     J. C. Conde Sauné 

martes, 14 de agosto de 2012

Entre los CD que escucho con frecuencia, está uno difundido por la "Blue Note": Michel Petrucciani (solo piano) - "Promenade with Duke". Es un registro excepcional, donde Petrucciani coloca a Ellington en una posición de músico clásico de concierto. La formación europea de Petrucciani, hace que la raíz negra en las composiciones de aquél, conlleve un género concertista en los lindes del jazz. Algo que ya habían hecho, entre otros, Bill Evans y Dave Brubeck, en este último priva la influencia de Bach y Darius Milhaud, y en Evans cercanías a Chopin y Schumann. Yo disfruto con las dos corrientes jazzísticas, me gustan tanto Monk o Basie como Evans y Petrucciani. Por otra parte, hubo pianistas que se sintieron cómodos tanto en una  u otra tendencia, por ejemplo Art Tatum y John Lewis; y funden, a veces, los límites.
Volviendo a Michel Petrucciani, la grabación que comento contiene nueve temas del gran Duke: "Caravan", "Lush life", "Take the A train", "African Flower", "In a sentimental mood", "Hidden joy", "One night in the hotel", "Satin doll" y "C-Jam blues". Este CD es notable por donde se lo escuche. A medida que uno lo hace, como en este sábado que pasó, encuentro que "Hidden joy", mi preferido, ahora ocuparon su lugar "Lush life" y "One night in the hotel". Y así, iré descubriendo nuevas vetas, en las composiciones de Ellington, con las magnificas interpretaciones de Michel Petrucciani.
J. C. Conde Sauné

viernes, 10 de agosto de 2012

En junio de este año, mi "Breviario del ocelote" cumplió 5 años en Internet. El que llevo escrito en mis cuadernos 16 años, lo empecé en julio de 1996. Fue algo espontáneo, que surgió al ordenar mis papeles sueltos. Cuando uno trabaja todos los días, por el sustento, es un poco dificultoso crear algo y ordenarlo. Hay que ver lo que tiene algún significado y conservarlo. Me encontré con retazos de posibles cuentos o novelas, pequeños ensayos, poemas y otros que no pude acordarme para qué los había anotado. La poesía es un poco más fácil de clasificar y ordenar, pasaron sin ningún problema, a cinco cuadernos aparte. Los cuentos terminados, los pasé por lo menos a máquina y quedaron ahí para una posible revisión.
Entonces cuando comienzo a publicar en mi blog, me encuentro con once años de retraso. Pude ir intercalando, a lo largo del blog, algunos artículos o notas; colocando la fecha, si la situación lo requiere. Esto es, un poco, la cocina de mis escritos; creo que es similar al de otros escritores. Salvo los que tienen un método preciso, de ir escribiendo, corregir y publicar al toque. Yo no sé, si me sentiría cómodo en ese trance. A mi me gusta escribir y dejar reposando un tiempo, como los vinos, y recién probar si puedo valerme de esos escritos. En fin, son métodos. Ya lo decía Nietzsche: "Las ideas son las ideas, pero lo importante es el método".
J. C. Conde Sauné

martes, 7 de agosto de 2012

Parafraseando a Alfredo Le Pera, el siglo pasó  y el mundo sigue andando. El 31 a la noche, creo que hubo tres o cuatro habitaciones ocupadas en el hotel que trabajo; que ya andaba tecleando. Estaba terminando mis tareas de recepcionista, en la parte administrativa, que consiste en cerrar el día anterior y abrir el nuevo en los libros, cuando apareció M. Ch... en la recepción. Él era uno de los ocupantes del hotel, me saludó dándome  buenos augurios para el año nuevo, eran las 0.15 hs , día primero del esperado 2000; realmente no sé para qué. Se propuso ir a buscar alguna bebida para festejar, pero todos los negocios y boliches estaban cerrados y en el hotel sólo hay agua mineral, té o café para tomar a la noche porque el bar está cerrado. Se quedó conversando conmigo, hablándome de sus amores contrariados con una tal Rita y que no pudo verla por un enojo que había tenido con ella. Se lo veía triste y desanimado. Siempre charla conmigo, porque soy el único que habla francés en el hotel. No sé en que momento me puse a cantar, para animarlo, una canción de Georges Brassens: "Tout est bon chez elle, il n'y a rien a jeter. Sur l' île déserte il faut tout emporter...". Entonces se le iluminó el rostro y me dijo: "¡attendez!". Subió a su cuarto y volvió con un libro de "poche" que contenía las canciones de Brassens. Lo hojeé y me dediqué a cantar algunas de las canciones que conocía. Reconfortado M. Ch..., me acompañó en alguna de ellas e hicimos un hermoso dúo desafinado. Así hasta agotar el repertorio, es decir las canciones que yo conocía del gran Georges. La tristeza volvió a su cara, bostezó y dijo: "je vais me coucher, il est trop tard. Amusez-vous avec leur travail". Miré el libro, que me faltaba terminar ocupado como estaba en mi empeño como "chansonnier".
Cuando M. Ch... se fue, me quedé mirando hacia la calle Paraguay, ni un coche, ni una persona, nada... No sé porqué me acordé, que ahí no más a 50 metros en Paraguay y Alem, habían transcurrido nueve años de mi vida trabajando en la que era la Editorial Abril. Ahora este hotel, el siglo había terminado. Sin estridencias ni júbilo, sin pena ni gloria. O con más penas que gloria, Me dije: un año más para remontar, como la piedra Sísifo. Ni Brassens y M. Ch... y menos, aún, Rita la esquiva amante, pudieron detener el paso del tiempo. Luego se oyó un gato maullar en la calle y el mundo siguió andando. Merci , drôle chat.
3-01-2000   *   J. C. Conde Sauné 

viernes, 3 de agosto de 2012

RESPONSO PARA ANÍBAL TROILO


Dogor volvés en cada madrugada,
cuando casi no queda whisky ni esperanza.
Volvés y en la misma esquina de escolaso
y mishiadura, de los primeros años, están:
Centeya, Barquina, Homero, Catunga y
alguno que otro colado, porque tu whisky
es buenazo y alcanza para todos.
Tus fueyes andan ahora en otras manos:
el "gato" Astor y el "pardo" Piro,
también herederos de tu raza inaudita,
la que derriba olvidos y postergaciones
y vence la herejía de vivir sin soñar
con un cielo de tango, parecido al tuyo.
¿Cómo vivir, no sintiendo que una noche
la vida se nos escapa por entre las rodillas?
Mientras buscamos otras nadas, otros misterios
y la realidad es que la pasamos
amasijándonos en un jotraba.
Sí, tiene que haber tiempo para
que tu fueye nos acaricie los oídos,
cuando volvemos cansados a casa, embroncados,
con la vida y con la suerte, con ganas de
desquite y de crear algo trascendente.
Entonces Pichuco, es cuando tu fueye hace falta.

J. C. Conde Sauné  

lunes, 30 de julio de 2012

Algunos libros de W. Somerset Maugham, fueron mis lecturas de adolescencia. Hoy esta palabra está devaluada por ciertos críticos, porque hay que mirar para adelante y leer a los nuevos; pero es verdad, que mucho de lo que se escribe no puede competir con Somerset Maugham. Además, habría que dejar de lado a Turgueniev, Chejov, Maupassant o Dostoievski porque también fueron leídos en mi adolescencia y cada tanto los releo. Haciendo caso omiso a esos avanzados de la literatura, me traje para casa un libro de Maugham que no había leído. Contiene dos "nouvelles", "El misterio de la villa" y "Soberbia" (que en realidad es "La luna y seis peniques", su título traducido del inglés y la anterior "Up at the Villa", tampoco fue respetado el original).
"El misterio de la villa, es una buena novela. Con un personaje, Mary Panton, que describe muy bien el autor, sus estados cambiantes de ánimo. Algo raro, en los escritores que pocas veces incursionan en el alma femenina. Un rol apropiado, para Kristin Scott Thomas que la interpretó en el cine. Pero lo verdaderamente atractivo del libro, para mí, es "La luna y seis peniques"; que viene a ser una biografía novelada de Paul Gauguin, el gran pintor del "fauvismo". El relato que construye Somerset Maugham, es admirable. Esconde a su personaje en un supuesto Charles Strickland y lo define como un obsesivo soberbio. Siempre en todo acto creativo hay una obsesión, es cierto; pero cuando esta supera a la vida misma del creador, hay una especie de locura. Este Strickland (Gauguin), un día abandona a su esposa y a sus dos hijos y se va a Francia. Su mujer piensa que se ha ido con una amante; ignoraba que era afecto a la pintura. Pero el narrador lo encuentra en París, viviendo en un cuartucho miserable, con sus pinceles, pinturas y telas. Pidiendo plata prestada o trabajando de cualquier cosa para poder vivir. Alejado del mundo de los artistas, importándole un rábano lo que los otros pintan. Como una lección dice: "crea tu propia obra e interésate poco por lo que piensan de ti". Para los que lo conocen, sólo un pintor holandés de paisajes piensa que sus pinturas son muy buenas; aún el narrador duda del valor de ellas. Un acierto, del novelista, es reformular a cada instante como seguir escribiendo el libro. Eso lo aclara al comienzo,ya que conoce muy poco del personaje y cómo llegó Tahití, donde realiza lo mejor de su pintura y finalmente muere.
Paul Gauguin, con otros de su escuela,entre ellos el primer Van Gogh, Henri Matisse, André Derain y Raoul Dufy iluminaron el arte pictórico de su época. Una suerte de primitivismo que preanuncia a las nuevas escuelas, como el arte abstracto. La forma y los colores no son perfectos, sólo son como los ve el artista. Todo esto lo vio muy bien el novelista, que precisamente le puso a su obra "La luna y seis peniques"; según dijo, porque mientras unos andan de noche mirando el suelo buscando algunas monedas, otros miran a lo alto y ven la luna. Eso fue lo que hizo Paul Gauguin, siempre buscó, en el infinito, la belleza.
J. C. Conde Sauné   

lunes, 23 de julio de 2012

Poema Nº 63 ( Cuaderno I ) * Variaciones


Mientras te veo dormir, así enfundada en tus labios tiernos, pienso en que camino, de tu laberinto onírico, ambulará tu cruel poeta; ése, el de las palabras amargas.
Ahora, sin embargo, te siento más mía porque correteo por tus sueños, juego con vos en ellos y nos divertimos mucho.
Lejos, tan lejos nos hemos ido, que ninguna vaciedad humana puede tocarnos; incontaminados, una mano mía sobre tu latir tibio, vamos hacia el mundoamor todavía por venir.
Encuentro, en él (mundoamor), un beso tuyo debajo del yo te amo, dentro de mi sangre, en mis ardientes venas, acariciándome.
Nada, en el universo, puede dolerme en este momento, o mejor dicho, todo se atempera cuando tu cuerpo tibio me abriga.

J. C. Conde Sauné

lunes, 16 de julio de 2012

Alguien dijo por ahí, que el azar signa todos nuestros pasos por la vida y que el camino, salvo pequeños desvíos, es lineal hacia un solo objetivo. ¿Discutible? Pensando en algunas cosas, que a uno le acontecen, creo que no. Estuve leyendo un  libro que me gustó mucho y si no fuera producto del azar, quizás no lo hubiera leído, "Cuadernos de infancia" de Norah Lange. Es cierto que la conocía como escritora y por haber sido la mujer de Oliverio Girondo. Pero  nunca se me había ocurrido comprar un libro de ella, si bien tenía comentarios de algunos que eran muy buenos. Lo cierto es que recorriendo, vez pasada, los puestos de libros usados del Parque Rivadavia encontré los "Cuadernos...", lo hojeé y me pareció que iba a interesar. Cada tanto voy al parque y canjeo libros que no deseo conservar, una porque es difícil que vuelva leerlos si no lograron impactarme de entrada y como en nuestro pequeño departamento no hay mucho lugar para acumular libros y discos, cada tanto los cambio. No voy a cometer la indiscreción diciendo los libros que canjeé para obtener el de Norah y "El corazón de las tinieblas" de Conrad. Tengo un gran respeto por la gente que escribe y el hecho que a uno le guste o no un libro, al margen de su calidad, es una cuestión de "feeling" o por sentirse un alma gemela, como diría Bryce Echenique. Pero lo cierto es que llegué a Norah Lange por esa vía y no me arrepiento para nada del canje. Es realmente un libro para tener en la biblioteca, no sé si tiene otro que sea tan bueno como este, pero procuraré averiguarlo. Otra conjetura, a parte del azar. ¿Cuántos libros de autores, conocidos o no conocidos no se llega a leer en la vida? Pero como decía Pindaro: "El hombre es el sueño de una sombra" y no hay tiempo para muchas cosas, en el corto lapso que correteamos por la vida. 
A propósito de Norah, lo fascinante de su libro, es la sencillez y profundidad con que fue escrito. Relata su infancia tomando distancia, pero a la vez inmersa en ella y a pesar de conmover en algunos pasajes, no es cursi o banal. Algo difícil de obtener, cuando se quiere narrar hechos tan emotivos como la muerte del padre y la pequeña hermanita. Se ganó un lugar en mi biblioteca junto a "Días de infancia" de Máximo Gorki y "Mémoires d'une autre vie" de Francis Carco. Otros dos libros sobre recuerdos de la infancia, que también atesoro.Esto me impulsa a recordar hechos de mi infancia, pero soy tan reacio a escribir sobre mí, siempre me pareció que las cosas importantes le ocurren a otra gente. No obstante, algunos cuentos de "Dos veces el mismo río" son autobiográficos. Nunca se sabe en que momento la nostalgia nos acorrala y empuñando la Parker, uno sale a relatar algunos recuerdos, para que también por azar, sean leídos por otras personas.
25-04-2000   *   J. C. Conde Sauné 

viernes, 13 de julio de 2012

En cualquier artículo que se haga de una orquesta de tango, rara vez se menciona a los arregladores. Mucha gente amante del tango lo ignora. Vez pasada leí una biografía de Aníbal Troilo en "Perfil-cultura" y allí no se menciona ni a Héctor María Artola, Argentino Galván, Astor Piazzolla, Julián Plaza o Raúl Garello. Hablando de este último, contó que una vez, él había hecho un arreglo para Pichuco y se sentía pleno de satisfacción. El tema era cantado y cuando la orquesta lo ejecutó ensayando, en una parte Troilo paró la música y dijo "no, eso no va". Garello contaba que se había quedado con una bronca bárbara. Troilo hizo ejecutar nuevamente el tema y lo paró en "ese" compás. Lo llamó y le dijo "su arreglo ahí me está tapando al cantor y eso no puede ser". Entonces Garello, quedó conforme al comprenderlo; y al oído atento del director.
Todas las grandes orquestas tuvieron arregladores. Osvaldo Pugliese, aparte de él mismo, contó entre otros a Ismael Spitalnik, Argentino Galván. Emilio Balcarce, Mario Demarco, Julián Plaza, Víctor Lavallen, Juan José Mosalini y Mauricio Marcelli; y la orquesta no perdió su particular sonido y estilo. Osvaldo Fresedo tuvo a Roberto Pansera, Emilio Barbato y Roberto Pérez Prechi, que Julio Nudler lo destacó en el CD de Fresedo que comenté. Alfredo Gobbi empleó a Pascual Mamone, Mario Demarco y Eduardo Rovira. Miguel Caló a Osmar Maderna y Argentino Galván. Carlos Di Sarli a Emilio Brameri, entre los que recuerdo. Y lo vuelvo a repetir, no perdieron sus particulares estilos.
En las grabaciones de jazz, casi nunca se omite a un arreglador, aún cuando el mismo líder lo realice. Me parece que en  el tango, cuenta más el aspecto anecdótico, que no está mal, pero si omitir la parte técnica de una grabación en lo referente a escuelas,influencias y arreglos. Eso no pasó en el CD de Fresedo que mencioné (aunque no se nombró a Roberto Ray y Héctor Pacheco, dos de los cantores importantes que tuvo la orquesta ) y en algunas reediciones del "Círculo de amigos del buen tango", que poseo y que algún día voy a comentar.
J. C. Conde Sauné 

martes, 10 de julio de 2012

Comento, como prometiera, la película de Roman Polanski que me recomendara Carnevale, cuando hablé con él. Se trata de "El escritor oculto" ("The ghost writer", su título original) del año 2010. Lo que me sorprendió, después de verla, es el comienzo y el final; una muestra decantada en el arte de filmar. Empieza el filme con un coche abandonado en la rampa de un ferry y luego la policía, en un plano distante, tomando cartas en el asunto. Le sigue una secuencia, con un cadáver en la playa que trae una marea. Uno intuye, ya de entrada, que algo malo se avecina. En el final, también, después de cruzar una calle el personaje, unos manuscritos que llevaba vuelan por el aire. En ese ínterin, se había visto pasar a un auto a gran velocidad. Sólo eso se ve, pero uno ya sabe como terminó la cosa. Al ver estas escenas, pensaba de la manera truculenta que algún director de la nueva camada hubiera hecho estas tomas.
El argumento de este "thriller", basado en una novela de Robert Harris, que colaboró en el guión con Polanski, es sencillo pero de una gran intensidad. Un escritor es contratado para escribir, por él, las memorias de un primer ministro, que otro dejó incompleta por su muerte bastante sospechosa. Ese escritor, además de hacer su cometido, se pone a investigar la causa de la muerte de su antecesor y ahí está el eje de la trama. Ewan McGregor, interpreta al escritor oculto en magnífica actuación.  Pierre Brosnan, también impecable, a Adam Lang el primer ministro. Olivia Williams a Ruth Lang, su esposa y Kim Catrall a Amelia Bly, secretaria de Lang;  las dos ajustándose muy bien a sus personajes. 
En una entrevista, adicional al DVD de la película, Polanski dice que no sabría como definir los distintos géneros de las películas que hace. Piensa que hace películas para adultos y que no sólo entretengan. Además, hay originalidad en sus filmes. Entre las que vi de él recuerdo, por ejemplo: "El bebé de Rosemary" (como crea el terror sólo sugiriéndolo); "El cuchillo bajo el agua", realizada en Polonia en 1962 (nada más que con tres personajes, mantiene la tensión del relato) y "La muerte y la doncella" de 1994, con argumento de Ariel Dorfman y reminiscencias de los años de dictadura en Chile. Esta que comenté ahora, la voy a recordar, también como una gran película.
J. C. Conde Sauné  

viernes, 6 de julio de 2012

El poema que le dediqué a Billy Taylor fue escrito en los 90, cuando tenía el programa de radio dedicado al jazz. Tengo una sola grabación de Billy Taylor, "Jazz - los pianistas" es una cassette que se salvó de casualidad, varias veces se había trabado y logré pasarlo a una cinta nueva, cuando casi no se vendían. Nunca lo vi en CD.
Lennie Tristano dijo, que Bud Powell había llevado "el piano más allá del piano". Es cierto, eclipsó a pianistas tan notables, entre otros de su escuela, como Al Haig, Toshiko Akiyoshi, Wynton Kelly, Russ Freeman, Tommy Flanagan, Richie Powell (su hermano, destacado pianista del quinteto C. Brown-Max Roach y que murió, muy joven, en un accidente que también le costó la vida a Clifford Brown); y desde luego, a Billy Taylor que al principio creció bajo la influencia de Art Tatum.
El registro de Taylor, con su trío, a que me refería, tiene diez temas: "But not for me" (I. y G. Gershwin), "All the things you are" (J. Kern), "Cheek to cheek" y "It's too late now" (I. Berlin), "Between the devil and the deep blue sea" (Arlen-Koehler), "I'only have eyes for you" (H. Warren-A. Dubin), "More than you know" (Rose-Eliscue), "Satin doll" (D. Ellington), "Then i'll be tired of you" (Stewart-Harburg) y "You don't know what love is" (Raye-De Paul). Integran el trío de Taylor (él en piano), Earl May (contrabajo) y Percy Brice (batería). Es una de las versiones que yo llamo "redondas", no hay un resquicio por donde buscar una imperfección. Hay consonancia, cambios inesperados de ritmo y alternancia tonal, eso tan caro a Bud Powell. Cada tanto me siento como alejado del mundo, escuchando estas maravillosas armonías.
J. C. Conde Sauné     

lunes, 2 de julio de 2012

En una entrevista que Jorge Fondebrider, le hace en Ñ (Nº 429), a Arnaldo Calveyra, al referirse a Perón y los gobiernos peronistas, él responde: "(...) Puedo apenas hablar por mí y señalar que, cada vez que se lo invoca a Perón, siento cierto desconcierto. No veo que en otros países del mundo, al cabo de tanto tiempo, la gente siga agitando una única bandera por muy importante que esta haya sido para la población. Ni en Francia se lo invoca a De Gaulle ni en Inglaterra a Churchill ni en los Estados Unidos a Kennedy. Pero acá se sigue hablando enfáticamente de Perón, y eso a mí me deja sin palabras. Entiendo por qué vino, que vacío llenó y cuáles fueron las consecuencias, pero hasta ahí llego. Lo demás me parece un malentendido".
Agrego de motu proprio: el peronismo es una ficción kafkiana. Sobrevive porque se metaforsea según los vientos históricos. Puede ser de derecha (su verdadero gen), de izquierda, de centro o neo-liberal. Los simpatizantes o adeptos, no se preocupan mucho por ello. Lo importante, es que tienen una estrategia para perpetuarse en el poder. Si hay que refritar la historia, como ahora, forman un centro de estudios históricos a medida. Mariano Moreno (pasa a ser el primer desaparecido). Rozas (un dictador que odiaba a los ingleses, pero fue a morir bajo el imperio británico, un gran patriota), Evita, Perón (otra vez y van...) y por ahí hasta agregan a este rezago setentista, porque parece que reinventaron la patria. ¿Pensaremos alguna vez en el presente y el futuro? En fin Calveyra, hasta ahí llego yo. Séneca me da una mano: "¿Qué es la sabiduría? Querer siempre lo mismo, rechazar siempre lo mismo".
J. C. Conde Sauné 

miércoles, 27 de junio de 2012

BILLY, TIERNO BEBOPPER


Ellington perdona que "Satin doll"
sea más suave que lo imaginado, Billy
puede suavizar lo más áspero y ríspido.
No se sabe si los dedos llegan a las teclas
o las maneja a control remoto.

Billy es un tierno bebop para el gusto
de Thelonious o Bud Powell, su maestro.
Se las arregla y Ellington puede sonar
igual que Irving Berlin en "Cheek to cheek"
o a Gershwin y "But not for me" sea algo
percusivo, aunque tenue a la vez.

Salta con su son y sueña
canta muy quedo muy tenso
muy melódico teclas y teclas
bajan los dedos negros y el
piano es orquesta es presagio
es olvido y recuerdo y tristeza
porque Billy Taylor lo toca.

J. C. Conde Sauné 

viernes, 22 de junio de 2012

Siempre leo en "Ñ", la columna que Jorge Carnevale le dedica al cine. Y me enteré, hace un tiempo, por una nota publicada allí, de la muerte de su mujer Angélica Manero. Ella era una querida amiga de tertulias literarias, allá por los años 60 y fueron con Jorge, mis compañeros de estudios en el Instituto de Lenguas y Cultura. Tenía el teléfono de él, anotado en una vieja agenda; me lo había dado una vez que estuvo en Quilmes, presentando una película en el Círculo Médico. Pero hacía tiempo que no nos hablábamos, por falta de oportunidad. Se toma distancia, involuntariamente, cuando uno pierde el contacto cotidiano. En una circunstancia, como la referida, es aún más difícil hablar con alguien. Ya que las palabras están de más. Pero lo hice y a él le causó una sorpresa afectiva. Hablamos largamente de los buenos y viejos tiempos, cuando uno tomaba impulso para crear algo trascendente. A mí siempre me gustaron algunos de los poemas que escribía Angélica y no sé, me olvidé de preguntarle a él, si lo siguió haciendo. Y seguimos, obviamente, con el cine. Me preguntó si había visto "Millennium" ( que consta de tres capítulos) y "El escritor oculto" de Roman Polanski. Le dije que no las había visto, me las recomendó para que las viera. Cuando alquilamos "Mis tardes con Margueritte", me acordé de la recomendación y nos trajimos "El escritor oculto",  quedamos atrapados de entrada, Polanski es un maestro en el arte de filmar; tengo por ahí un borrador para hacer el comentario en mi blog. El cine, la literatura y la música son mis debilidades. Hablando de música, tengo un recorte de "Ñ": "Chopin, el polaco errante", nota de Gustavo Fernández Walker, en mi cuaderno de apuntes. El otro día lo miré y no me acordaba porqué lo había guardado. Tal vez quería hacer un comentario en mi Breviario. Cuando lo doy vuelta, en el reverso, hay un artículo de Carnevale: "Sobre el pasado y la actualidad de Polanski" -Una vida de película. Entre las películas que nombra está "El escritor fantasma" (título original "The ghost writer"), que ganó el premio al mejor director en Berlín. Había leído el artículo, pero no recordaba la película; otra vez me falló mi CPU. A veces, estas casualidades me sorprenden. Encuentro esta hoja de la revista, mirando mi barullo de papeles, después de hablar con Jorge y encuentro estas notas, muy buenas, de estos dos grandes polacos. Y en una de ellas la película que me acaba de recomendar. 
J. C. Conde Sauné  

lunes, 18 de junio de 2012

GARDEL SIGUE COPANDO LA PARADA


El Charles llega a la parada, cuando
todas las cartas están sobre la mesa.
Saca la viola y con voz de ñorse
se manda "Mano a mano" o "Recuerdo malevo",
y sigue deslizando a través del tiempo
su canto que no sabe de mancadas.
Está siempre ahí, con su sonrisa y su funyi;
ya nadie se acuerda, o pocos, que era amigo
de Barceló cantando en los mitines conservas.
Está con el reaje porque éste se sabe
sus tangos de memoria y envidia su pinta
de cheronca y ganador con las minas.
Tampoco nos importa que sea "made in france"
y que pronuncie la ene a lo franchute.
El Morocho vive en cada esquina
de los suburbios envejecidos,
en los yotivencos descacarados
del Dock, de la Boca o en el Abasto
aunque ya no sea el mismo
y los cacas sean mayoría.
Venciendo a la forrería
de alaridos estridentes
que quiere hacer la pata ancha,
el choromo les dice
que hay gola para rato.

J. C. Conde Sauné

martes, 12 de junio de 2012

"La condena", una visita impensada a releer estos cuentos de Franz Kafka. Una edición de EMECÉ, año 1967. Él se adelantó a los tiempos, de este absurdo contemporáneo. Cortázar, en una de sus cartas a Sara y Paul Blackburn (17-05-95), dice que "respeta a Kafka pero no le tiene afecto, lo siente casi inhumano de a ratos". Precisamente es la visión de Kafka, sagaz y objetiva del mundo moderno. En "La condena", primer relato del libro, el tema es el filicidio; y uno rememora todos los chicos inmolados por los padres en la actualidad, donde a veces en una separación de pareja se usan como botín de guerra. "Ante la ley" (cuento en mi antología personal). ¿Qué se puede esperar detrás de esa puerta, en la que un simple campesino aspira a entrar? Insiste, pero le es denegada la entrada y muere, frente a ella, sin poder hacerlo; aunque estaba hecha para él. Me suena en los oídos, casi todos los días que veo el noticiero: "¡Quiero justicia, quiero justicia!". En "Informe para una academia", un mono explica cómo logró convertirse en hombre y dice por ahí: "¡Era tan fácil imitar a la gente! Escupir pude ya en los primeros días...". Y la imperdible "Josefina la cantora o el pueblo de los ratones". Esa ratona con pretensión de cantante, cuyo talento consiste en un chillido más fuerte que el de los demás. Ellos saben que canta para el carnero y sin embargo la aplauden, la alaban y siguen sus actuaciones. Vean como la describe Kafka: "Sólo siente desprecio hacia los que son de opinión contraria, y probablemente odio inconfesado".  Y sigue más adelante: "Pero hay algo en las relaciones entre el pueblo y Josefina que es más difícil de explicar todavía. Y es ésta: Josefina no sólo cree que el pueblo la protege, cree que es ella quien protege al pueblo. Piensa que su canto nos salva de las crisis políticas o económicas, nada menos, y cuando no aleja la desgracia, por lo menos nos inspira fuerza para soportarlas".
Kafka, sí un visionario genial que no se puede hacer cargo de cierta gente falta de humanidad y ansiosa de poder. Me hizo bien la relectura de este libro maravilloso que tiene 39 relatos, uno en colaboración con Max Brod, "El primer viaje en tren"; que iba a ser una novela, pero que nunca se conocieron otros fragmentos.
J. C. Conde Sauné

viernes, 8 de junio de 2012

A los dieciocho años de edad, después de haber leído bastante ficción y poesía, se me ocurrió hacerlo con algunos filósofos. Antes, ya conocía a Pascal ("Pensamientos"), Aristóteles ("Poética") y Heráclito ("Fragmentos"). Entonces compré un  "Diccionario de Filosofía" y empecé a leer otros pensadores. De manera anárquica y autodidáctica y sin ningún orden. Pasaron por mis manos: T. Adorno, A. Camus, F. Engels, Hegel, Kierkegaard, Kant, Montaigne, Nietzche, Platón, Sartre, Schopenhauer y Santo Tomás, entre los que recuerdo. Una vez que llamé al médico, por un estado gripal, se asombró de ver todos esos libros en una biblioteca arriba del diván en que yo dormía. El médico, después de  atenderme, miró asombrado los libros y al ver los de filosofía, me preguntó si yo leía todo eso. Creo que le respondí, que intentaba. Sonrió, me palmeó el hombro y antes de salir, de la habitación, me dijo "cuidate".
Escuché decir, que la filosofía plantea muchas dudas y pocas certezas. A mí me habían impactado: Aristóteles por su "Poética"; creo que poco se puede agregar a su visión sobre la filosofía del arte. Heráclito, por su interpretación más amplia del universo que los socráticos. Engels, en "L. Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana", vio con certeza como iba a desarrollarse la sociedad pos-feudal. Shopenhauer, por su claridad conceptual, enseñó de que manera hay que explayarse en temas filosóficos y Santo Tomás, por atreverse a emplear la razón aristotélica en el dogma religioso, que sólo es creencia.
Con todo lo leído, me hice agnóstico y bastante desconfiado de la autoridad social y su uso del poder; sobre todo cuando se usa la sinrazón.
Todo esto viene a cuento, porque después de mucho tiempo, adquirí un libro de filosofía: "Elogio de la ancianidad" (Epístolas morales a Lucilio) de Séneca. Es un texto que conviene tener a mano, sobre todo porque alaba el estoicismo; creo que por estas pampas, lo venimos practicando hace tiempo. Su pensamiento está muy a la sombra de Epicuro. Cada tanto, le roba una cita o un pensamiento y lo aclara. Rescato algunos de sus pensamientos: "Toda porción de nuestra vida que queda tras nosotros, pertenece al dominio de la muerte" (Valor del tiempo -Carta I); "Cuántos poetas no han dicho cosas que deberían haber dicho los filósofos" (Del retiro del sabio - Carta VIII) ; "Hay tres cosas que un viejo mandamiento nos ordena evitar: el odio, la envidia y el menosprecio" (De la solicitud que merece el cuerpo" - Carta XIV) ; "¿Qué importa que seas más joven? Los años no cuentan. Es incierto el lugar en que te aguarda la muerte; tú, sin embargo, espérala en todo lugar" (Elogio de la ancianidad - Carta XXVI).
Aquí los dejo, en cualquier momento sigo con la filosofía, aunque según Séneca, muchas cosas las dijo antes el poeta; Goethe, un ejemplo: "Gris es toda teoría y verde, el árbol de oro de la vida"
J. C. Conde Sauné   

martes, 5 de junio de 2012

"La tête en friche" (La cabeza sin cultivar), el filme del año 2010, dirigido por Jean Becker y que aquí conocimos como "Mis tardes con Margueritte", fue lo último que disfrutamos en la platea hogareña; ese título adoptado, no desentona con el contenido de la historia.
La relación entre Germain, un hombre inculto, menospreciado por la madre y concebido en una aventura juvenil, y una anciana llamada Margueritte son el eje de la trama. Margueritte (en una interpretación descollante de Gisèle Casadesus), conoce en una plaza, adonde iba a menudo, a Germain; ayudará a éste a ser mejor persona por medio de la lectura, a la que ella es afecta. Al principio a Germain, falto de lectura, le cuesta interpretar los textos; pero se va adaptando de a poco, ayudado por un diccionario que le da Margueritte. La madre de Germain (actuada por Claude Maurier en forma aceptable), nunca se ocupó con afecto de su hijo y éste encontrará en Margueritte, un tanto de madre como de abuela. Ayudándolo, también, a estabilizar la relación con su pareja.
Como el DVD no tenía ficha técnica, busqué en internet los datos. De los actores, por supuesto, conocía a Gérard Depardieu que interpreta muy bien a su Germain. Y me encontré con algunas críticas curiosas, donde se objeta la reiteración de textos leídos, sobre todo al final de la película. El crítico no comprendió, me parece, que eso es casi la subtrama de la misma. Aparte, el final me pareció inobjetable, aunque pueda sonar acomodaticio.Pero hay que pensar, que todavía hoy, existe gente sobre la tierra como Margueritte y gente como Germain, que quiera aprender. Pasamos una tarde agradable de cine. Muy adecuada para sentirnos más buenos y tomarnos unos mates mientras la veíamos.
J. C. Conde Sauné

viernes, 1 de junio de 2012

Poema Nº 62 ( Cuaderno I ) * Variaciones

POR SI ACASO

Si nombrar fuera:
atestiguar,
nutrirse de lo sublime;
volvería de aquí
a un tan siquiera.
Sobrándome paño poético,
para llenar
de sublimidad el mundo.

J. C. Conde Sauné

lunes, 28 de mayo de 2012

EL GORDO CHUMI ( relato ) *


El gordo había estado tomando vino, toda la tarde, en lo de Fachino. Yo lo estuve campeando, porque no me quería perder la propina que me daba Zulema, su mujer, cuando lo ayudaba a llegar a su casa; además, Zulema me resultaba simpática.
Al salir de la casa de aquél, como la calle era de tierra y había llovido, más el vino que llevaba encima, resbaló y se fue cuan largo (o ancho) era a la zanja que bordeaba el camino. Mi primer impulso fue dejarlo y que se ahogara en ese pozo cenagoso. No podía olvidar aquella vez que saltó la pared de la casa de fin de semana de don Nuñez y le robó todas las mandarinas,y nosotros ( o sea el Nené, Dumbo y yo) cargamos con la culpa, pues siempre saltábamos para buscar la pelota que caía adentro, cuando jugábamos en la calle y si bien nos comíamos una que otra mandarina, nunca saqueamos el árbol de manera tan evidente, pero cargamos con el fardo y nos aguantamos las reprimendas de nuestros respectivos viejos. Y fue también este gordo atorrante que un día le robó todas las uvas moscatel , al mismo don Nuñez, que tenía en el corredor del fondo más una reposera que guardaba en el galpón. Aunque fuera por alguna de esas cosas, merecía morir ahogado en la zanja, pero con mucho esfuerzo y la ayuda de otro tipo lo sacamos hacia la vereda, es decir, hacia un pedacito alisado de cemento y el gordo todo embarrado se miraba la camisa y el pantalón cagándose de risa a más no poder y yo con una rabia bárbara de sólo pensar que por ejemplo esa chica que pasaba y nos miraba pudiera pensar que yo también estuviera borracho. Pero lo llevé a la casa, no por él, el muy guacho, sino por su mujer que siempre lo esperaba después de cada borrachera como una verdadera santa y lo curaba si se peleaba con alguno y le rompía la cara o se caía y se lastimaba, y lo desnudaba como a un chico y lo acostaba en la cama. Le daba más trabajo ese condenado que los tres chicos que tenía: dos nenas de seis y dos años y un varón de cuatro. "Gracias, me dijo, seguro que lo traés de lo de Fachino o lo encontraste en algún bar del bajo y pasá y tomate un refresco, si querés una granadina con soda o un jugo de pomelo". Y abría la heladera y ni una botella de vino en la misma , ella no compraba bebidas alcohólicas, pero el gordo buscaba surtirse por otro lado y cuando llegaba estaba tan saturado que no necesitaba más que una cama y una samaritana que lo atendiera y lo cuidara. "No es malo, decía Zulema, pero cuando toma se transforma". Y yo me preguntaba cuándo no tomaba ese gordo esponja. Sólo cuando se embarcaba en el buque que trabajaba y no aparecía por cuatro o seis meses o lo que durara el viaje, no lo veíamos mamado, aunque lo haría por donde anduviese. "Sentate y comé algo, agregaba cariñosa Zulema" y yo con más ganas de irme que de quedarme, no era un cuadro muy edificante ver como trataba de acostar al gordo, en calzoncillos con las bolas colgándole por el costado, en la cama. "Y ya te preparo un café querido" y el gordo que balbuceaba: "ésta sí que es una mujer no como las otras que te chupan...", pero ella ya le estaba tapando la boca y los chicos jugando, como si nada, con el rompecabezas que le había traído ese gordo piojoso, porque un poco de bronca le tenía; aunque realizó actos heroicos como aquella vez que el Diego, su hermano menor, trajo para esconder en la casa unos motores que había robado en el puerto en complicidad con otros tipos del sindicato, en el que ya había empezado a pisar fuerte. Y el gordo le dijo que se llevara los motores y Diego no quería, entonces cuando se fue el hermano, el gordo se llevó los motores, uno por uno, y los tiró en el río. El hermano se enojó y no apareció más con la Blanca una putita fina que tenía y le decía "mi señora" y que a Zulema le daba asco por lo relajada que era. Pero era lindo, de todas maneras, sentarse un poco en el patio y tomar esa granadina con soda porque hacía mucho calor y mirar a Zulema y pensar como podía aguantar a ese gordo y acostarse con él; pero eso no importaba, porque en el fondo era un atorrante como nosotros aunque más atorrante, porque a quien se le ocurre regalarle un pollo, que se le había muerto en el gallinero, al comisario y éste, que se dio cuenta del pollo en mal estado, lo mandó a buscar para meterlo en cana, si no fuera porque mi viejo, que jugaba al truco de vez en cuando con él, le habló y entonces aquél dijo: "bueno por esta vez pasa, pero cuando lo vea mamado lo voy a arrestar". Y le avisaron al gordo, pero éste se rió y una vez que estaba pasado, no se le ocurrió mejor cosa que mearle el auto al mismísimo comisario y éste que justo salía y  lo vio, lo metió adentro de la comisaría a empujones y creemos, también, que alguna que otra piña y se tragó cuarenta y ocho de sombra por ebriedad y desacato y dijo el comisario que no quiso agregar exhibición obscena, porque sino la cana era mayor y pensaba que la mujer y los chicos no tenían la culpa, aunque Zulema cuando le llevó la comida al marido, le entregó una docena de huevos fresquitos y le dijo medio humildemente , al comisario, que era para borrar la mala impresión del pollo muerto y aquél que le decía: "yo no sé, una santa como vos con ese tipo".
Pero el gordo no era tan malo , no señor, aquella vez que dejó el laburo de cambista en Colegiales y se emborrachó tres días seguidos, fue porque vio como a un compañero le quedó la mano agarrada entre dos paragolpes y parecía una feta de mortadela diría el gordo "un verdadero sanguche". Entonces se dedicó a vender primero tomates y luego sandías en un carro o cirujeaba cosas como un botellero y este del barco era uno de los mejores trabajos que había tenido, se lo había conseguido Diego antes de pelearse con él; pero después de aquella tranca de cuando se cayó en la zanja, ya no se pudo levantar más. Se quedó mirando el techo, comentaba Zulema, ahora llorando. Y pensaba que sólo le quedaban tres de los cuatro chicos que tenía para cuidar y que quizás preguntarían porqué ese chico grande y gordo no gritaba más y tenía el labio como torcido y Zulema no sabría que decirles porque nunca supo decir nada a nadie , ella tan chiquita, tan frágil, tan devota. Y posiblemente después, cuando organizaran el velorio volveríamos a verla de vuelta con algún vestido negro cerca del gordo, ya en la tranca definitiva y una buena granadina con hielo no nos vendría mal al Nené, a Dumbo y a mí.  El calor sería muy sofocante en aquella pieza tan chica, tan blanca, con su techo de fibrocemento, el que Chumi miró por última vez.

J. C. Conde Sauné          *   Integra el tomo "Dos veces el mismo río" (Este cuento, antes se publicó en la revista literaria "El molino de pimienta" - Nº 7 año 1985)