viernes, 3 de agosto de 2012

RESPONSO PARA ANÍBAL TROILO


Dogor volvés en cada madrugada,
cuando casi no queda whisky ni esperanza.
Volvés y en la misma esquina de escolaso
y mishiadura, de los primeros años, están:
Centeya, Barquina, Homero, Catunga y
alguno que otro colado, porque tu whisky
es buenazo y alcanza para todos.
Tus fueyes andan ahora en otras manos:
el "gato" Astor y el "pardo" Piro,
también herederos de tu raza inaudita,
la que derriba olvidos y postergaciones
y vence la herejía de vivir sin soñar
con un cielo de tango, parecido al tuyo.
¿Cómo vivir, no sintiendo que una noche
la vida se nos escapa por entre las rodillas?
Mientras buscamos otras nadas, otros misterios
y la realidad es que la pasamos
amasijándonos en un jotraba.
Sí, tiene que haber tiempo para
que tu fueye nos acaricie los oídos,
cuando volvemos cansados a casa, embroncados,
con la vida y con la suerte, con ganas de
desquite y de crear algo trascendente.
Entonces Pichuco, es cuando tu fueye hace falta.

J. C. Conde Sauné  

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