Vuelan los días, vuelan las horas hacia el acontecer nuevo. Sueña la noche, sueña el día con el acontecer nuevo. Sonríen los árboles en las plazas y juegan los chicos por adelantado, porque tarde o temprano acaecerá lo nuevo. También en las rutas, en los rascacielos y en las casas más humildes, lo nuevo va barnizando con su matiz de espera...
Aquí me pongo a volcar tinta, por lo nuevo y para que lo viejo, se ahogue.
J. C. Conde Sauné * ( A fines del 1983 )
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