domingo, 29 de marzo de 2020

Hace unos días, que había refrescado un poco, me encontré con un vecino en el ascensor. Hombre de edad avanzada, como quien dice; al verlo desabrigado, le dije que tenga cuidado porque el virus famoso, que anda dando vueltas, le gusta el frío y ataca. Me contestó: "yo con la mala sangre que tengo, si me llega a tocar lo hago bolsa". En un lugar que compramos a veces comida, la chica que atiende y nos conoce. nos dijo al vernos juntos: "ustedes tengan cuidado y no se besen, porque ese 'corona' anda suelto". Yo siguiendo la broma le contesté: "no sólo evitamos besarnos, sino que dormimos separados, ella en la cama y yo en el sofá". Es cierto, la verdad que no es para reírse; pero a veces, la gente lo hace para distraerse un rato. La tensión es mucha y uno necesita respirar un poco. Creo que es acertada la actitud del gobierno, con el apoyo de la oposición, esta cuarentena hasta fin de mes y que ahora se extendió hasta el término de la  Semana Santa. Nosotros hace tiempo que salimos, únicamente, si es necesario. Ahora por supuesto, lo que compramos es comida y lo que nos hace falta, en el almacén que tenemos cerca de casa o algún remedio en la farmacia.
Y sí, estamos preocupados por lo que ocurre también en otras partes del mundo, donde hay amigos y gente que sufre las consecuencias de este coronavirus.
Después otros interrogantes, que pasará con la economía del país con este "parate"; ya que anda tambaleante desde hace tiempo. Siempre recurrimos a los que saben más que nosotros; en este caso a SÉNECA: "La vida no tendría ya ningún valor, ni las desventuras medida alguna, si tuviéramos cuanto se puede tener; préstanos en ello ayuda la prudencia; con la energía del espíritu combate el miedo del mal, hasta cuando sea claramente justificado, y por lo menos atempera el temor con la esperanza, combatiendo un defecto con otro defecto".
J. C. Conde Sauné