lunes, 29 de septiembre de 2014

En la librería de canjes, donde voy siempre, encontré otra novela de Georges Simenon y la traje para enfrascarme en ella. El título: "La amargura del condenado" y el original en francés: "La guinguette à deux sous". La traducción correcta podría ser: "El merendero de cuatro cuartos" (como se lo nombra en la ficción) o "El mesón/ hostal/ parador - barato/ módico"; pero la verdad, no sé porqué no se respetan los títulos originales. El resto de la traducción, que hizo Joaquín Jordá para "Planeta", está muy bien. Hago un comentario breve sobre esta ficción, ya que sobre Simenon escribí otras veces. Un condenado a muerte, Jean Lenoir, le confiesa al inspector Maigret que él y un amigo, hace años, presenciaron cuando una persona arrojaba un cadáver al canal Saint-Martin y la estuvieron chantajeando para no denunciarla. Luego aquel individuo desapareció, pero Lenoir volvió a verlo pero no tuvo tiempo de extorsionarlo de nuevo ya que él fue apresado por un delito y condenado a muerte. Le da el dato a Maigret que, cuando lo vio, frecuentaba "El merendero de cuatro cuartos". Maigret indaga sin ningún resultado, tratando de aclarar un crimen impune, hasta que una casualidad lo pone en la senda del caso, para tratar de resolverlo. En la trama que sigue hay adulterios, otro asesinato y la ambición de vivir mejor de lo que se puede; para eso están los que prestan dinero.
Repito una vez más, Simenon era un gran novelista que excedía lo policial. Manejaba con solvencia la sicología de sus personajes y armaba una ficción apasionante con menos de doscientas páginas. En donde no faltan la ironía, el desasosiego y la visión impiadosa de la naturaleza humana; cualquier método es válido para lograr un objetivo y el temor al castigo poco importa.
J. C. Conde Sauné            

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Una de mis grabaciones preferidas de Piazzolla que tengo, es el CD "Lo mejor de Astor Piazzolla" difundido por Music Hall. Antes lo tuve en un LP (Tango en Hi-Fi - 1957); estaba muy deteriorado pero no lo tiré porque tenía un análisis muy bueno de sus temas, en la contratapa, que ahora en el CD ni figura. Le saqué una fotocopia y tiré el vinilo que ya no se podía escuchar. Con las orquestas de cuerdas y el "Octeto Buenos Aires" creo, para mí, que están los logros supremos de Piazzolla. A pesar que con el quinteto, parecía abordar otras estructuras armónicas.
Este CD que comento ahora, "Lo mejor de Astor Piazzolla", tiene diez temas con su orquesta de cuerdas y como solistas a Elvino Vardaro (violín), Jaime Gosis (piano), José Vasallo (bajo) y José Bragato (cello); y en el canto Jorge Sobral. Las Obras: "Tango del ángel" (4:15). Una composición estupenda de Astor, de la que él después hizo una trilogía. Se emplea al máximo el aire de "concerto" e interviene en forma destacada el piano de Gosis, las cuerdas y en el primer plano el violín de Vardaro. Más adelante la orquesta en "tutti" con el bandoneón de Astor. Un paradigma de orquestación, este arreglo. "Melancólico Buenos Aires" (4:03). Otro tema de Piazzolla y uno de mis tangos preferidos. Un solo notable de Elvino Vardaro, la melancolía requiere un violín. "Loca bohemia" (2:55). La gran creación de Francisco de Caro, me sigue golpeando el "cuore"; porque es otra composición que quiero. Astor aparte de gran compositor, hacía unos arreglos magníficos. Jaime Gosis, uno de los grandes pianistas que tuvo el tango, se luce a sus anchas. "Siempre París" (3:30). Tema de Homero y Virgilio Expósito que cantó con sobriedad Jorge Sobral, sugiriendo el tono dramático del tango. "Tres minutos con la realidad" (3:05). Tema de Piazzolla, que él mismo define como lo más avanzado que había compuesto hasta ese momento y que lo considera como una "Toccata" para piano y orquesta de cuerdas; con esencia de tango. Jaime Gosis se luce, como un verdadero concertista. "La cumparsita" (3:20). Éste, de Gerardo Matos Rodríguez, es uno de los tangos que menos me gusta, con su monocorde chan-chan y las estandarizadas interpretaciones que escuché siempre; salvo la de Osmar Maderna dándole su swing desde el piano. Pero Piazzolla la realza al extremo, tanto que los críticos uruguayos la llamaron "cumparzola". Comienza el tema invirtiendo la composición y sólo insinuando el "leit-motiv". La orquesta apoya los solos con acordes disonantes, dejando la melodía sin continuidad previsible. La verdad, me quedo con esta "cumparzola". "Fuimos" (4:20). La sublime obra de Homero Manzi y José Dames. Otro logro de Astor y de Jorge Sobral, cantándola hasta un final, según aquél, resuelto en base al acorde de RE mayor. "Del bajo fondo" (3:30). Gran composición del pianista Osvaldo Tarantino y muy en la vena de Astor su ejecución. "Inspiración" (4:00). Otro tango en mi canon, éste de Peregrino Paulos y Luis Rubistein. El primer arreglo de Piazzolla lo hizo para Troilo en 1941. Este de 1957, tiene una puesta al día en lo que hace a la instrumentación. José Bragato, en cello, dice presente y nos da un solo soberbio. "Prepárense" (3:15). Esta creación de Piazzolla tiene un arreglo del año 1953 y el más sencillo de este compacto. Pero lo sencillo puede resultar muy bello y hasta elevado ; como en este caso. Temo averiar este CD y el otro del "Octeto Buenos Aires", que son dos de los que más valoro y escucho de Piazzolla.
J. C. Conde Sauné    

martes, 16 de septiembre de 2014

"Union Générale d'Éditions" publicó en 1963, en su "Colección 10/18", "L'Elève et autres nouvelles" de Henry James. "L'elève" (1891), es una ficción muy singular, en donde el narrador maneja la ironía de una manera acabada. La familia Moreen, de vida disipada, le consigue un profesor a su hijo Morgan. Pemberton, su profesor, percibe que el chico es más inteligente que su propia familia, que vive al azar. Y le sugiere a su profesor que los deje y se consiga un trabajo mejor; aparte cobra por su labor, de vez en cuando. Este soberbio relato, a pesar de la traducción no muy buena del inglés al francés de Pierre Leyris, es lo mejor del libro. James explora el alma humana hasta sus límites.
"L'image du tapis" (1896), tiene una traducción muy buena de Marie Canavaggia. Cuando lo leí por primera vez, había dejado una nota escrita en lápiz sobre ese aspecto. En cambio la trama de la "nouvelle", para mi gusto, resultó un tanto reiterativa. Aquí se trata de indagar el significado de la obra del escritor Hough Vereker. Percibo el tono satírico del relato, pero me pareció un poco redundante. La buena traducción, como dije, me ayudó a llegar al final.
A "La bête de la jungle" (1903), no le había hecho ninguna marca en el índice, en la lectura anterior; me pareció raro, además había pasado mucho tiempo. Lo comencé a releer, con un argumento también reiterativo, pero bien traducido por Marc Chadourne me fue envolviendo en su lectura. John Marcher, protagonista de esta historia, conoce en una reunión a May Bartram. Hablando con él, ella le confiesa que sabe algo sobre su vida que lo podrá afectar en el futuro. Marcher queda intrigado y entabla una relación amistosa con la mujer; originando con ella una vinculación enfermiza. Ante su requerimiento, para que le diga el posible percance. Ella le dice que prefiere no alarmarlo anticipadamente. Esta "nouvelle", que bien podría haber escrito Kafka, me pareció cautivante por todo lo que deja traslucir; se vive de una manera muy superficial y nos damos cuenta de ello cuando ya es muy tarde. Vino a mi mente aquella frase de John Lennon: "La vida es eso que pasa mientras estamos ocupados en otra cosa".
J. C. Conde Sauné      

viernes, 12 de septiembre de 2014

A través del puente algo me atrae, pero tengo recelo en cruzarlo. ¿El puente o ese algo me atemoriza? ¿Pero cruzar el puente significa algo?... Cayó una niebla intensa, desaparecieron el puente y los anhelos, cubiertos por la bruma de lo inasible.
15-09-2007   *   J. C. Conde Sauné

sábado, 6 de septiembre de 2014


"A summer story" es un filme dirigido por Piers Haggard (Reino Unido-1988). Acá se lo difundió como "Aquel inolvidable verano". En realidad fue un verano, que años más tarde, volverá a la memoria de Frank Ashton; de aquel amor fugaz que tuvo con Megan David. Él iba de viaje, con un amigo, por Dartmoor un pueblo rural de Inglaterra, cuando se fracturó un tobillo y quedan unos días hospedados en una granja cercana. Megan le hace unos empastes con unas hierbas y lo cura. El amigo parte y él se queda unos días más entablando un romance con Megan. Ésta, al morir su madre, fue criada por su tía la Sra. Narracombe y anhela que su sobrina se case con su hijo Joe. Ahí empiezan los problemas y aquélla le pide a Frank, ya restablecido, que abandone su granja. Frank emprende la partida, pero antes le pide a Megan que se escape con él, que se irá primero y luego volverá a buscarla en la casa de una amiga de ese pueblo. Una serie de inconvenientes que soporta Frank, en un pueblo cercano, con un Banco donde necesita extraer dinero, retrasan su vuelta para buscar a Megan. Luego vendrá el desenlace de esta historia romántica, pero a la vez dramática. Creo que este filme inglés es muy bueno, sobre todo cuando deja traslucirse un vano afán de unir una refinada cultura londinense contrapuesta a la de una campesina; más en el año 1915, en que transcurre la acción. Megan no es una mujer ignorante, pero no va al tono de Frank con una educación universitaria. Él, prejuicioso, lo nota cuando se encuentra, embrollo bancario de por medio, con unos amigos de su ambiente.
Este filme está basado en "The apple tree", una novela del escritor inglés John Galsworthy (1867-1933 / Premio Nobel 1932); con un guión impecable de Penélope Mortimer. También actuaciones sobresalientes, siempre presentes en el cine británico, de: Imogen Stubbs (entrañable como Megan David), James Wilby (Frank Ashton), Sophie Ward (Stella Halliday, amiga de Frank), Susannah York (la Sra. Narracombe), Jerome Flynn (Joe Narracombe, hijo de la anterior) y John Elmes (Mr. Halliday, hermano de Stella); en los roles principales y la música de Georges Delerue muy en sintonía con la trama. Este filme, fue otro acierto en nuestra platea hogareña y vale la pena verlo.
J. C. Conde Sauné   

lunes, 1 de septiembre de 2014

Poema N° 48 ( Cuaderno IV ) * Los recuerdos

El día de la lluvia,
prolongándose
por el verano de los techos
hirvientes.
Vuelve a herir
tanta amargura,
encerrada por paredes,
cimentadas
en pilotes de negaciones.
Esta lluvia
que golpea hasta cansarse:
carteles, autos, paraguas,
algún rostro
y alguna estatua
de un prócer, burlado,
de nuestra independencia.
Esta lluvia,
lavando
en un  tiempo por venir
tanta ignominia,
será un nacer de hijos nuevos;
en una tierra
envejecida de esperar.
J. C. Conde Sauné