viernes, 28 de agosto de 2009


En el Nº 299 de "Ñ", apareció un artículo de Fabián Casas sobre Borges. En él, por un lado, refuta la antinomia Arlt-Borges, que nutrió a gran parte del supuesto "intelecto progresista" de la Argentina. Después destaca, que la bella y talentosa pelirroja Norah Lange, al optar por Oliverio Girondo, cambió el destino literario de Borges, algo que, más tarde, un lector de la revista, en una carta refutó. Pero veraz o no, además los escritores solemos reinventar frecuentemente, la nota me sigue pareciendo muy buena, cosa que le ocurre a uno cuando coincide con el autor. Por cierto, me incitó a leer de nuevo "El informe de Brodie", donde en su cuento "El indigno", rinde homenaje a Arlt con un personaje llamado Alt, algo que no advertí cuando lo leyera hace años. En la relectura del libro de Borges, vi las marcas que hago con los cuentos que me gustaron. Aquí hay un Borges menos cabalístico y fantástico, pero es el gran Borges, aún, en cuentos como: "El encuentro", "Juan Muraña", "La señora mayor", "El duelo", "Guayaquil" y "El evangelio según Marcos" y de un nivel apenas menor, los cinco restantes.
Una veta distinta, en la que demuestra porqué es un escritor fuera de lo común.
J. C. Conde Sauné

miércoles, 19 de agosto de 2009

Resultó raro encontrar una película de Bergman, en un canal de aire de TV. Aquí en el canal 5 de Quilmes pude ver, aunque con alguna interferencia, "Un verano con Mónica". En esta película del año 1952, el arte de Bergman parece no haber sido afectado por el tiempo transcurrido.
La vi, por primera vez, en el viejo cine "Lorraine" hace como 40 años. Eran tiempos mejores para el cine y para la exhibición. También siento, como muchos cinéfilos, nostalgia por los cines "retro" que había; hoy sobreviven el Lugones, el Malba, el Centro Cultural Borges y alguno que otro por ahí.
No hay un Ingmar Bergman todos los días, es cierto. Pero en esta película, una de las primeras, tan simple y bella a la vez, demuestra que se puede hacer cine, con una historia trivial, pero de una manera personal y profunda. ¿Cuál es el secreto?. Un buen guión, muy buenas actuaciones actorales y la cámara buscando el ángulo justo en la cara de los protagonistas, eso tan caro a Bergman. En esta época de cámaras saltando de un lado para otro y acción continua sin diálogo, porque se presupone que el espectador puede aburrirse, este film puede resultar anticuado. Pero con ese criterio, también son anticuados Liszt o Chopin porque no emplearon la técnica dodecafónica.
Resumo: me resultó gratificante ver esta pequeña gema que cuenta, algo tan simple, como aprender a vivir y ser responsable. (Y una impecable Monika: Harriet Andersson).
 J. C. Conde Sauné

miércoles, 12 de agosto de 2009

FRASES AMAÑADAS

* Elvira vira la calle y al ver la víbora revira.
* Miriam mira por la mirilla, maravillas que maravillan.
* Avisa a Elisa y revisa el freezer y ve la lisa y las hortalizas.
* Sonia, dueña de la cabaña, daña el mañana con maña y ñañas.
* El perro Cuchi entra en la cucha y encuentra una cucaracha mocha.
* ¿Cronopio, es propio el acopio de opio?
* Desata la mata que ata a la pata y trata de no meter la mano en la lata.
J. C. Conde Sauné

viernes, 7 de agosto de 2009

¿Cuántas veces volveré a Chejov?. Es difícil saberlo, chejoviano como soy. "Extraña confesión", una novela publicada en la colección del "El séptimo círculo", cae en mis manos y la leo por primera vez. Me asombra su estructura, su tensión e interés que depara el relato, a pesar que, casi de entrada, Chejov hace guiños con lo que va a pasar y quien es el posible asesino. ¿Cómo se mantiene el entramado a pesar de éso?.
Hoy en día escucho, a menudo, que poco importa el interés por el relato, uno tiene que hacer un esfuerzo y leer aunque se amontonen palabras si sentido; entramos en la posmodernidad, la trama y el estilo no importan. Hay que asombrar y confieso que no entro en ese juego. A mí, me asombra este Chejov que displicentemente lo va llevando al lector a su juego en 1884/85, fecha del término de esta novela; y nos decía: "Hay un tema, una idea y, lo que es esencial, es un relato sui generis. En suma, vale la pena leerlo. Aquí está". No voy a contar la trama, sólo digo, escuetamente, hay dos crímenes y como pasa hoy en día se consiguen "perejiles" para que se los endilguen. Como ven, hasta en eso, Chejov era un precursor. Además no hay detectives, ni nada por el estilo; lo descubre la persona menos pensada. ¡Oh, gran Anton!.
J. C. Conde Sauné