lunes, 2 de julio de 2012

En una entrevista que Jorge Fondebrider, le hace en Ñ (Nº 429), a Arnaldo Calveyra, al referirse a Perón y los gobiernos peronistas, él responde: "(...) Puedo apenas hablar por mí y señalar que, cada vez que se lo invoca a Perón, siento cierto desconcierto. No veo que en otros países del mundo, al cabo de tanto tiempo, la gente siga agitando una única bandera por muy importante que esta haya sido para la población. Ni en Francia se lo invoca a De Gaulle ni en Inglaterra a Churchill ni en los Estados Unidos a Kennedy. Pero acá se sigue hablando enfáticamente de Perón, y eso a mí me deja sin palabras. Entiendo por qué vino, que vacío llenó y cuáles fueron las consecuencias, pero hasta ahí llego. Lo demás me parece un malentendido".
Agrego de motu proprio: el peronismo es una ficción kafkiana. Sobrevive porque se metaforsea según los vientos históricos. Puede ser de derecha (su verdadero gen), de izquierda, de centro o neo-liberal. Los simpatizantes o adeptos, no se preocupan mucho por ello. Lo importante, es que tienen una estrategia para perpetuarse en el poder. Si hay que refritar la historia, como ahora, forman un centro de estudios históricos a medida. Mariano Moreno (pasa a ser el primer desaparecido). Rozas (un dictador que odiaba a los ingleses, pero fue a morir bajo el imperio británico, un gran patriota), Evita, Perón (otra vez y van...) y por ahí hasta agregan a este rezago setentista, porque parece que reinventaron la patria. ¿Pensaremos alguna vez en el presente y el futuro? En fin Calveyra, hasta ahí llego yo. Séneca me da una mano: "¿Qué es la sabiduría? Querer siempre lo mismo, rechazar siempre lo mismo".
J. C. Conde Sauné 

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