lunes, 16 de julio de 2012

Alguien dijo por ahí, que el azar signa todos nuestros pasos por la vida y que el camino, salvo pequeños desvíos, es lineal hacia un solo objetivo. ¿Discutible? Pensando en algunas cosas, que a uno le acontecen, creo que no. Estuve leyendo un  libro que me gustó mucho y si no fuera producto del azar, quizás no lo hubiera leído, "Cuadernos de infancia" de Norah Lange. Es cierto que la conocía como escritora y por haber sido la mujer de Oliverio Girondo. Pero  nunca se me había ocurrido comprar un libro de ella, si bien tenía comentarios de algunos que eran muy buenos. Lo cierto es que recorriendo, vez pasada, los puestos de libros usados del Parque Rivadavia encontré los "Cuadernos...", lo hojeé y me pareció que iba a interesar. Cada tanto voy al parque y canjeo libros que no deseo conservar, una porque es difícil que vuelva leerlos si no lograron impactarme de entrada y como en nuestro pequeño departamento no hay mucho lugar para acumular libros y discos, cada tanto los cambio. No voy a cometer la indiscreción diciendo los libros que canjeé para obtener el de Norah y "El corazón de las tinieblas" de Conrad. Tengo un gran respeto por la gente que escribe y el hecho que a uno le guste o no un libro, al margen de su calidad, es una cuestión de "feeling" o por sentirse un alma gemela, como diría Bryce Echenique. Pero lo cierto es que llegué a Norah Lange por esa vía y no me arrepiento para nada del canje. Es realmente un libro para tener en la biblioteca, no sé si tiene otro que sea tan bueno como este, pero procuraré averiguarlo. Otra conjetura, a parte del azar. ¿Cuántos libros de autores, conocidos o no conocidos no se llega a leer en la vida? Pero como decía Pindaro: "El hombre es el sueño de una sombra" y no hay tiempo para muchas cosas, en el corto lapso que correteamos por la vida. 
A propósito de Norah, lo fascinante de su libro, es la sencillez y profundidad con que fue escrito. Relata su infancia tomando distancia, pero a la vez inmersa en ella y a pesar de conmover en algunos pasajes, no es cursi o banal. Algo difícil de obtener, cuando se quiere narrar hechos tan emotivos como la muerte del padre y la pequeña hermanita. Se ganó un lugar en mi biblioteca junto a "Días de infancia" de Máximo Gorki y "Mémoires d'une autre vie" de Francis Carco. Otros dos libros sobre recuerdos de la infancia, que también atesoro.Esto me impulsa a recordar hechos de mi infancia, pero soy tan reacio a escribir sobre mí, siempre me pareció que las cosas importantes le ocurren a otra gente. No obstante, algunos cuentos de "Dos veces el mismo río" son autobiográficos. Nunca se sabe en que momento la nostalgia nos acorrala y empuñando la Parker, uno sale a relatar algunos recuerdos, para que también por azar, sean leídos por otras personas.
25-04-2000   *   J. C. Conde Sauné 

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