miércoles, 3 de octubre de 2007


¿Donde vi la luna?. Pienso, mientras levanto la cortina de la ventana en la cocina y no la veo por ningún lado, en lo alto del cielo. No obstante,recuerdo haberla visto. Miro por el medio y por las dos puntas de la ventana, nada. ¿Habré alucinado?. Vuelvo a recapacitar: siempre estoy distraído pensando en algo, esta vez mientras enjuagaba una taza.Al apagar la luz de la cocina, intrigado, vuelvo hacia la pileta para guardar el trapo (ballerina) y allí la veo, en un charquito que dejó la pileta, en cuarto menguante. Vuelvo a correr la cortina y otra vez, nada. Miro la pileta y ahí está en el charquito reflejada. En la misma dirección levanto la cortina y sólo alzando mucho la cabeza, pegado a la ventana la veo. Misterio resuelto, pero extraña casualidad la de esta luna que se filtró por un resquicio, entre la ventana y un pliegue de la cortina. Así discurre nuestra vida, entre intersticios, a veces, apenas visible.
J. C. Conde Sauné

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