martes, 16 de octubre de 2007

Contrariamente a Sara Gallardo, Stanley Ellin (1916/86) se propone narrar y lo logra en "La especialidad de la casa" un libro de cuentos (colección Séptimo Círculo), de nivel excelente; donde sobresalen el cuento que da nombre al libro, "La pata del gato", "La reunión en la casa" y "El instante decisivo". Aclaro que es una relectura, a menudo vuelvo a los libros que me gustaron.
Siempre pensé que es más fácil innovar, que atenerse a la lógica al narrar un cuento. Si uno innova y arriesga y le sale mal, muy pocos críticos se dan cuenta y algún esnobista, por ahí, dice que es un nuevo camino para la literatura. Cuando por cierto, hay muy poco nuevo para rescatar. Y lo único nuevo en la literatura, es el ADN de quien escribe: su estilo. Creo que ya lo dije en otra oportunidad, cuando uno crea una composición, siempre hay que tener en cuenta al lector, que es en cierta medida quien completa una obra. Sin lector no hay literatura. Pensar que uno escribe para si, es una burrada. Por suerte Stanley Ellin no pensaba lo mismo. Cuentos como "La especialidad de la casa" (en mi antología personal del cuento, éste sería uno de mis elegidos), nos deja ese asombro de entrar en un mundo ajeno, pero a la vez cotidiano. ¿O no vivimos en una sociedad canibalesca?


10-09-2006   *  J. C. Conde Sauné

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