martes, 16 de abril de 2013

Tomado de una nota de Ezequiel Alemian, de "Perfil"-Cultura del 26-07-2009: "En 1960, en Buenos Aires, vuelve a verse (se refiere a Witold Gombrowicz) con Roberto Santucho, a quien ha conocido dos años antes en Santiago del Estero. El discurso de Santucho, 'tonto, presuntuoso y apodíctico,  imbuido de una retórica de la que no es capaz de extraer las narices', le produce el mismo sentimiento de impotencia que le provocaba el discurso de Hitler. En Santucho ve Gombrowicz celos, complejo de inferioridad, superficialidad y confusión. 'Miraba su cabeza y su mano, una mano dispuesta a matar en nombre de una niñería. No hay que olvidar que los que no escriben con tinta escriben con sangre'". Las afirmaciones de Gombrowicz, fueron tomadas de su "Diario (1953-1966)". No obstante mi fallida lectura de "Ferdydurke", siempre tuve deseos de leer su "Diario"; encontraría no pocas certezas semejantes a las mías.
30-07-2009   *   J. C. Conde Sauné 

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