miércoles, 25 de junio de 2008

EN EL BONDI ( 7 ) Memorias de un pasajero


Otras veces las historias no son recientes y se remontan a muchos años atrás. Aunque ustedes no lo crean, fui adolescente y, desde luego, viajaba en colectivo; pero, casi siempre, venía del Comercial de San Isidro, en donde estudiaba, caminando hasta mi casa frente a la estación "Las Barrancas".
Era un buen tramo, casi como 25 cuadras, pero a mí me gustaba. Un día, como estaba lloviendo y me encontré con mi amigo José (Tito o Dumbo) que estudiaba en el Industrial, decidimos tomar el 168. Fue cuando el bondi dio la vuelta, frente al CASI, que lo vimos al viejo. Nos miramos espantados y poniéndonos de espaldas, fuimos enfilando hacia la puerta de adelante del vehículo, para evitar al que, aunque medio corto de vista, parecía habernos reconocido. Atemorizados, seguíamos avanzando hasta la puerta de salida y le pedimos al chofer que parara. Éste protestó porque no era parada, ahí por Acassuso, como todo el mundo tenía coche, el colectivo paraba, por lo menos, cada cinco o seis cuadras, pero se detuvo no sin antes musitar: "esta pendejada hincha pelotas". Con José nos bajamos justo, cuando el viejo llegaba casi a la puerta; pero al no darle tiempo, nos miró desde arriba con enojo y agitando la mano. Apenas bajamos, nos tiramos en la vereda matándonos de risa, a más no poder, casi como diez minutos. Cuando emprendimos rumbo, a nuestras respectivas casas, éramos vecinos, la lluvia había parado y terminé reprochándole a José: "todo por tu culpa, grandísimo pajero". Y éste que me decía"y yo que sabía que iba a llover". Sí, el libro de cuentos de Maupassant "Mis Harriet", que yo había sacado de la Biblioteca de San Isidro, se había arruinado bajo la lluvia. Después de haberlo leído se lo presté y José lo había dejado en el patio, encima de una mesa, adonde estuvo leyendo la tarde anterior a la lluvia. Por supuesto, el viejo furioso que nos perseguía sin darnos caza, era el bibliotecario, que en varias ocasiones me había reclamado el libro y yo lo iba dilatando.
J. C. Conde Sauné

No hay comentarios:

Publicar un comentario