miércoles, 23 de diciembre de 2009

Un tiempo atrás leí un cuento, cuyo autor no viene al caso, que estaba bien construido y el tema, en el cual narraba una antigua relación, era interesante. Pero no pasaba de ahí, de ser un cuento simple como los que escribía Maupassant o éstos que leí ahora de Katherine Mansfield. ¿Cuál es, entonces, la diferencia entre éstos y aquél?. Creo que estriba en el espacio abierto que dejan, tanto Maupassant como Mansfield, para que el cuento no termine cuando uno llega al final. En estos cuentos completos de Katherine Mansfield, que acabo de leer, ella muestra la habilidad para, con tan poco, hacer un relato asombroso. Agrupados en dos partes, esta vieja edición de Schapire: "En una pensión alemana" y "Algo pueril y otros cuentos", de los cuales tomo "Un nacimiento" y "Dirección equivocada", para citar uno en cada parte, comprueban porqué se la cita a ella como una gran escritora. En el primer cuento, el protagonista esperando el parto de su mujer, revive los sucesos pasados del matrimonio y planea los futuros, con la incertidumbre de que todo salga bien, con ese tema tan pequeño, logra un relato fuera de lo común. En "Dirección equivocada", una anciana tejiendo pasa las horas y siente el cansancio de los años; mientras lo hace, una carroza fúnebre, que equivoca la dirección, para enfrente de su casa y ella experimenta el anuncio de una muerte, que todavía no esperaba. Sale a recibir al funebrero y aclara el caso, no es ése el domicilio. Pero al irse ellos, no es la misma, ahora siente más miedo que cansancio; como pensando, esta vez no fue, ¿pero cuándo?.
Estos 38 cuentos, del tomo I, el único que conseguí, es una muestra acabada de un talento notable. El secreto: hacer distinto, lo que otros harían de una manera convencional.
J. C. Conde Sauné

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