viernes, 31 de mayo de 2013

Leí otra novela de P. D. James, "Cubridle el rostro" editada por EDHASA en Barcelona. Nuevamente el detective, del Scotland Yard, Adam Dalgliesh deberá abocarse a investigar un crimen en la mansión de la familia Maxie. Del hogar de madres solteras recomendarán como mucama, para esa casa, a Sally una mujer con un hijo pequeño. La señora Maxie necesitaba una ayuda para atender a su esposo postrado. Allí Sally terminará asesinada donde, aparentemente, le había caído bien a la dueña.
El estilo de P. D. James es fluido y conoce muy bien el oficio de narrar, además sus novelas no son simples ficciones policiales, siempre hay una trama social en ellas. Sally era una madre soltera, sin padre conocido, que tenía una historia y el detective-poeta Dalgliesh se tomará su tiempo para descubrir al asesino. Tiene una técnica muy similar al inspector Maigret de Simenon, que juega con la tensión interna del culpable. No me sedujo tanto esta novela como "Una cierta justicia" y "La sala del crimen"; porque a pesar de ser una novela corta, extiende hacia el final, con vueltas de tuerca, la tensión del relato demorando su resolución. Pero, no obstante, la sigo valorando como una gran novelista a la que es difícil dejar de leer.
J. C. Conde Sauné     

No hay comentarios:

Publicar un comentario