sábado, 25 de abril de 2015

Mail enviado a la revista "Ñ" y que me publicaron en el N° 173 del 20-01-2007. "Un voto para el regreso del Lorraine":
El artículo de Jorge Carnevale de la semana pasada, me da más "nostalgias" que el tango de Cadícamo y Cobián. Hace poco revolviendo mis bártulos, encontré los cuadernillos números 1 y 2 (años 1961/1962) de las "Ediciones Lorraine". Tenía otros, pero fueron víctimas de la no-devolución. *[El primero dedicado al cine polaco y ahí están, entre otros, Alexander Ford, Andrzej Munk, Jerzy Kawarelowicz y Andrzej Wajda. Recuerdo que vi allí en el viejo cine Lorraine: "El octavo día de la semana" de Ford, "El verdadero fin de la guerra" de Kawarelowicz y "Cenizas y diamantes" de Wajda; todas películas entrañables. En el número 2, publicaron los diálogos de "Hiroshima mon amour" de Alain Resnai con traducción de Agustín Mahieu; aquel notable crítico con el que aprendimos a mirar cine. Y aquí coincido con Carnevale, el buen crítico ayuda a ver buen cine; como toda guía bien fundada.]
En el primer cuadernillo, Alberto Kipnis dice en el prólogo "que el cine Lorraine encara un nuevo sistema de programación sobre la base de filmes de repertorio (...) y nos dirigimos al público encarando al cine como algo más que un mero entretenimiento". Por eso don Kipnis, nosotros en Quilmes, parias del séptimo arte, más de una vez nos subimos al colectivo 85 a una cuadra de casa y desembarcamos en el cine Duplex de Caballito. Y tenés razón Jorge, rara vez nos equivocamos a la hora de elegir.
! Bienvenidos entonces, Lorraine, Loire y Losuar¡
*(Lo que figura entre corchetes, fue cortado; posiblemente por falta de espacio, suele pasar con las cartas de los lectores).
20-01-2007   *   J. C. Conde Sauné

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