miércoles, 16 de noviembre de 2016

Estuve escuchando, una vez más, el "Concierto N° 2 para piano de SERGEI RACHMÁNINOV, interpretado por la Lucerne Festival Orchestra dirigida por Claudio Abbado y en el piano Hélène Grimaud; esa prodigiosa pianista francesa.
Recordamos a nuestros seres queridos muertos, con momentos de tristezas y alegrías. Ese concierto reúne, en su composición: Moderato - Adagio sostenuto - Allegro scherzando; todos los recuerdos que de ellos tenemos. Rachmáninov supo interpretar el alma humana, como ninguno. Me hace bien escuchar, cada tanto, esta composición. Siento en ella la fugacidad de la vida, la nostalgia y la evocación de los maravillosos años, que vivimos queriendo y amando, hasta el límite; a los que sabíamos que algún día nos iban a faltar.
Rachmáninov es uno de mis compositores predilectos. Tengo en mi discoteca este concierto, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Budapest y en el piano Jenö Jandó; que también me gusta mucho. Pero el video, que ya había visto otras veces, lo encontré justo el día en que se conmemoraba a los fieles difuntos, el 2 de noviembre; y sentí todo lo que les cuento.
J. C. Conde Sauné   

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