jueves, 21 de febrero de 2008

CLASES DE LITERATURA

Para leer a Edgar A. Poe, recomendó un entendido literato (de los que abundan), se requiere una dosis de imaginación para agregar a la imaginación de Edgar.
Unos vasos de whisky y una ensoñación plena, lo situará a Ud. frente a Ligeia Villegas, esa suave,bella y refulgente empleada de una boutique de la Avda. Corrientes, en el barrio de Once. Verá que languidece y muere rodeada de yins, camisas y chalequitos fileteados en oro, muy en juego con los tornasolados de la cortina que cae al costado del escaparate; que se desliza suavemente hacia el sótano de las mercaderías, en donde se ha preparado un catafalco que hará posible un entierro prematuro: el de Ligeia, la tierna vendedora, que ofrece su sonrisa, aún la postrera, a un taciturno transeúnte de Corrientes al 2700, muy cerquita de la Avda. Pueyrredón, en las puertas mismas de Baltimore, si se quiere...


J. C. Conde Sauné

No hay comentarios:

Publicar un comentario