jueves, 9 de octubre de 2008


Mi devoción, en la literatura norteamericana, a Poe, Hawthorne, Henry James (si bien optó por ser inglés), Faulkner, Wallace Stevens y Toni Morrison; hizo dejar de lado a Flannery O'Connor y Carson Mc Cullers, dos narradoras notables.
Pero, ahora, me referiré a O'Connor, porque acabo de leer "Un hombre bueno es difícil de encontrar".
Ella describía a la sociedad del sur de USA, de una manera impiadosa, como antes lo hiciera Faulkner.
Delata en sus cuentos, cierta religiosidad macabra: "El templo del Espíritu Santo", "La vida que salven puede ser la vuestra" y "La persona desplazada".
Desprecio por el ser humano, racismo y xenofobia: "Un hombre bueno es difícil de encontrar", "El negro artificial" y "La buena gente de campo"; seis relatos de excelente nivel. El resto, de los diez, son cuentos muy buenos, sólo "Un golpe de buena suerte", me pareció el más flojo.
La prosa de Flannery O'Connor es brillante, por momentos poética y a ratos descarnada. Creo, como había dicho, que hay puntos de contacto con Faulkner, tal vez por eso me haya gustado.
J. C. Conde Sauné

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