martes, 18 de noviembre de 2008

Días de laxitud o más bien de "nonchalance" (como dicen los franceses, me gusta mucho esa palabra) y especulando en lo por venir y en el porvenir.
Escuchando música, mucha música y reordenando mi discoteca. Poniendo a mano los compactos que me gustan. Dejando un poco aparte, los que escucho menos. Ejemplo: Corea y Hancock en dúo de pianos, "An evening With Chick Corea y Herbie Hancock". ¡Cómo erraron el camino estos muchachos! Confunden arte con técnica o sentimiento con maestría. Es cierto, que la expresión artística tiene que intentar nuevos caminos, pero hay que tantear sintiendo, por lo menos, hacia donde se va. Será por eso, a veces, que uno se conmueve más con Teddy Wilson, Red Garlan o Tommy Flanagan que con Corea, Hancock y Jarret juntos. Pero hay que apostar a la modernidad, derribando lo viejo y construyendo algo nuevo, aunque inconsistente.
Así como nació el rock y la fusión, parientes pobres del jazz, sin la imaginación y la creatividad de éste, se llegó a la música electrónica y ahora un ingeniero avispado, puede hacer también música. Además, hay otras rarezas, John Cage se dio el gusto de componer una pieza para piano, que denominó 4' 33'' , sin una nota escrita. En 1952 el pianista David Tudor, se ubicaba frente al piano los 4' 33'' sin ejecutar nota alguna. Los "sabios" críticos llaman a esta pieza "célebre", porque juega con la reacción del público, por cierto bastante sumiso, que no se fue del teatro y pidió que le devolvieran la plata de la entrada...
"One night in The Hotel" (5' 53"), escuchando a Michel Petrucciani que interpreta a Ellington, como acto de desagravio a la música.
29-08-2002  *  J. C. Conde Sauné

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