lunes, 9 de febrero de 2009


El cuento "Verónica como pretexto", que estuve releyendo el otro día, todavía inédito, lo debo haber escrito a fines de 1969. Me sorprendió mucho cuando vi la película de Krysztof Kieslowski "La doble vida de Verónica". Obviamente, Kieslowski no leyó mi cuento y ni sabía quien era yo. En algún momento, años atrás, vista la película, intenté cambiarle el título por "Maricel como pretexto", pero lo estoy corrigiendo y voy a insistir con "Verónica como pretexto". La trama del film y el cuento son parecidas, pero no iguales. En el film, Kieslowski cuenta la vida de dos mujeres semejantes, Veronika y Veronique, una polaca y otra francesa, pero en latitudes distantes comparten enfermedades, gustos y pasiones. Era una película admirable, a mí me gustó mucho y reitero mi sorpresa, si bien la Verónica de mi cuento es sólo una que lleva una vida en dos lugares distintos, como en los sueños. En realidad, fue gestado a través de un sueño.Me agradaría publicarlo en el blog, aunque es un poco extenso, trato de publicar textos más cortos, facilitan su lectura. Pero tal vez me anime, no para competir con el maestro polaco; a esta edad me sigo considerando un alumno, de los grandes que iluminaron mi vida.
J. C. Conde Sauné

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