sábado, 4 de abril de 2009


"La cerilla sueca" (cuentos) de Anton Chéjov, edición Espasa-Calpe del año 1944; otra de las joyas encontradas, en una librería de canjes y usados que recorro a menudo.
Y siempre me gusta volver a Chéjov y verificar que su arte nunca envejece, que sigue vigente en el tiempo.
"Perpetua mobile", lo podría haber escrito, hoy aquí, en la Argentina; con funcionarios holgazanes que no cumplen con sus tareas, no obstante los sueldos que cobran.
"El signo de exclamación", que desnuda la incompetente burocracia estatal. ¿Les resulta familiar?
"El drama", "El amor de un contrabajo" y "El primer galán", fueron los cuentos de menor nivel; pero los demás, incluido el que da título al libro, demuestran porqué Chéjov es uno de los maestros del cuento.
25-03-2007   *   J. C. Conde Sauné

No hay comentarios:

Publicar un comentario