viernes, 7 de octubre de 2011


Me encontré con otro libro, del escritor chileno JORGE EDWARDS, "El museo de cera", una "nouvelle" de apenas 129 páginas; un buen hallazgo. Estoy pensando que, de aquí en más, voy a leer lo que el destino del canje y usados me depare; aunque claro, eligiendo muy bien lo que veo. El precio de los libros nuevos o recién editados, me llevan por ese camino./// Esta novela de Edwards, es una primera edición de la editorial Andrés Bello (Chile) de 1992. Sus personajes principales: el Marqués de Villa Rica, su mujer Gertrudis Velasco, el amante de ésta (Sandro un profesor de piano), la cocinera del marqués; Serafín Bermúdez y el mariscal Aguilera (unos amigos en la mesa de baccarat y adherentes al Partido de la Tradición) y Paredes, un escultor del que luego, también, se hará amigo. La acción transcurre en un tiempo imaginario, pero quizás una alegoría, con reminiscencias de los años anteriores a la dictadura pinochetista. Con grupúsculos de extrema izquierda desestabilizando, más que como apoyo a Salvador Allende. (Eso lo leo entre líneas). Sobre todo con los dichos del mariscal Aguilera: "Pero los tiempos se han puesto difíciles. Los pobres, alentados por demagogos están a punto sublevarse" y más adelante: "... desde el punto de vista de la ciencia militar, se podría sostener que el gobierno había caído en poder de las fuerzas disolventes 'como una pera madura' (...) ¡No es con pétalos de rosas que vamos a destruir al enemigo"./// El relato avanza hacia ese extremo, con un marqués viejo, aferrado al pasado, enfermo y en decadencia, a punto de ser saqueado por la cocinera, que será luego una flamante señora de la sociedad, apoyando a las logias conservadoras. Solo, ya su mujer vivía con Sandro el pianista, encuentra su distracción en el juego y sus nuevos amigos juerguistas del taller de Arte, al cual pertenece el escultor que patentizará la infidelidad de su mujer con una escultura./// Con esta simple historia, Jorge Edwards crea una ficción brillante, con un estilo narrativo depurado y por momentos, no exento de un humor satírico. Para tener en cuenta, otro libro que encuentre de él.

J. C. Conde Sauné

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