UN DOMINGO DE AGOSTO
Alguien encendió una radio,
se escuchan pasos y unos murmullos
en el piso de arriba.
Las 23 horas y el fin de semana,
es un hilo delgado que se rompe;
caen sus bordes hacia el lunes,
martes...la rueda inerte
de un país en crisis, asolado
por la inercia y la rapiña.
Día del niño, día del hambre
y del futuro trunco,
rueda trabada e inerte,
casi cerca del abismo...
Pienso en estos 25 años con Malen y
durmiendo aquí, a mi lado;
lejos muy lejos en el sueño,
pero muy cerca de esta pena mía...
¿Apagarán de una vez la radio?
J. C. Conde Sauné
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