Mi pequeña biblioteca, cuando tenía catorce o quince años, consistía en cinco libros de poesía. Los ubicaba, en un estante lateral de la mesita de luz y cada tanto leía algún poema; cuando quería leer algo más, iba a la Biblioteca de San Isidro en la que era socio. ¿Quiénes eran esos autores? ¿Y porqué vinieron a mi memoria? Todo tiene que ver, porque leí unos artículos, conmemorando los cien años de la muerte de RUBÉN DARÍO (18-01-1867 /6-02-1916 /Nicaragua) y porque uno de aquellos libros era de él. Los otros que poseía: LOPE DE VEGA (1562-1635 /España), GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER (1836-1870 /España), FRANCISCO DE QUEVEDO (1580-1645 /España) y AMADO NERVO (1870-1919 /México). De ésto se deduce, que ya amaba la poesía y mi sangre hispana. Hoy en mi biblioteca sólo tengo, de los nombrados, a Lope de Vega y a Quevedo; por supuesto no son aquellos libros. Pero sí de la "Colección Austral" de Espasa-Calpe, años 1957 y 1952, respectivamente. De los dos, sigo admirando sus sonetos. Estuve leyendo, en internet, algunos poemas de Rubén Darío; ahora no logran mi entusiasmo. En cambio, admito que a Bécquer y Amado Nervo los encuentro más cercanos a mí. Hallé un verso, de Nervo, que me pareció brillante: Autobiografía * "¿Versos autobiográficos? Ahí están mis canciones,/ allí están mis poemas: yo, como las naciones/ venturosas, y a ejemplo de la mujer honrada,/ no tengo historia: nunca me ha sucedido nada,/ ¡oh noble amiga ignota!, que pudiera contarte.// Allá en mis años mozos adiviné del Arte/ la armonía y el ritmo, caros a la musageta,/ y, pudiendo ser rico, preferí ser poeta,/ -¿Y después?// - He sufrido, como otros y he amado.// ¿Mucho?// - Lo suficiente para ser perdonado..."
Como ven, la poesía sigue siendo mi pasión.
J. C. Conde Sauné
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