domingo, 27 de marzo de 2016

MILES Y SUS SIETE PASOS AL CIELO

Ahora está en el camino y se encuentra con Charlie. Éste lo estaba esperando, igual que antes, cuando vivían juntos y tarareaban, de regreso a casa, algún blues. Charlie siempre le decía: "Debes saber, que si puedes oír una nota, también la puedes tocar".
Llegando a un descampado, Charlie baja la cabeza y saca un saxo, no sabe de donde, porque todo el lugar está vacío y no hay ni siquiera un atril. Además, Bird perdía siempre los saxos y aquí lo saca como de una galera. De pronto se da cuenta, él que partió sin nada, más solo y negro que nunca, tiene una trompeta en las manos. Charlie hace un guiño y le dice: "Groovin' High". Miles opina que no, eso es para Dizzy y ahora no quiere competir con él, no podría. Charlie, algo amoscado, retruca: "¡Oh,  inténtalo!" Pero Miles no le hace caso y arranca con "Seven Steps To Heaven". Charlie lo acompaña a regañadientes, porque no era lo que él quería.
Miles no logra concentrarse, hace frío y muchas cosas pasan por su mente. Recuerda a su primer profesor de música, al que su padre dentista, le arreglaba los dientes: "No ejerzas presión sobre la boquilla, para que  el sonido sea neto y claro; toca sin vibración, ya cuando seas viejo temblarás por si solo". Y a su madre, que no lo había dejado ir con la banda de Sonny Stitt, porque era muy chico. Él hizo sentir su enojo, por semanas no habló con ella. Sí, ahora tiene frío y sigue sin concentrarse y piensa en todo. ¿Porqué aquel policía lo detuvo? Diciéndole que un negro, no podía tener un coche sport de lujo y le dio unos bastonazos. Renegado de mierda en un país jodido, con gente que no comprende el jazz, porque se la pasa comiendo pochoclos y mirando estupideces en la televisión. Debería haber nacido en otra parte, no sabe en donde, pero no allí. Pero todo está bien allá con Bird, más aún cuando están Thelonious, Christian el otro Charlie, el de la guitarra, John con su saxo tenor y Tony Williams dándole a la batería y se arma una linda jam sesión. Pero no le gusta, siente todavía frío y sigue sin poder concentrarse. Pero él ya se va a familiarizar; siempre venció los contratiempos y la lucha es su fuerte... Está moviendo los dedos, ya se desentumecen y acarician los pistones de nuevo. Es su vieja trompeta "Regent", no la bella "Yamaha" azul y oro diseñada para él. Sí su vieja trompeta, igual que en los comienzos. Se siente un poco mejor, cree que si Bird le hace compañía, atacan con "Groovin' High".
Con los primeros compases, está de nuevo en Alton, corriendo por la pradera, inmensa, grande, interminable y con Bird la recorren y aunque dejan sus instrumentos en el suelo, la música sigue y sigue siempre hasta el infinito. Le agrada que así sea, ya no siente frío... cree que se quedará allí para siempre...
J. C. Conde Sauné

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