La ciudad, en otoño,
es una magnificencia húmeda.
Una ruptura tristona
del lento día.
(La gente se deshilacha
en agonía mansa).
La ciudad está descubriendo
la soledad de un duende,
en cuclillas,
aguardando el sol.
Como una filosofía experimental
roza la esencia de las cosas,
para hundirse en la plenitud del silencio.
J. C. Conde Sauné
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