lunes, 29 de octubre de 2018

De vez en cuando, releo el libro "Jazz Is", de NAT HENTOFF, en donde encuentro dichos de los músicos del jazz, que son para destacar; en un apartado de "El jazz es":
Miles Davis: "Yo prefiero oírla con Bobby Tucker (pianista)... Billie (Holiday) no necesita instrumentos de viento. Su voz ya suena como uno de ellos".
Dizzy Gillespie, que dice, sonriendo, a un trompetista de veinte años: "He tardado toda la vida en aprender qué es lo que no hay que tocar".
Don Cherry: "Me gusta tocar cosas de (Thelonious) Monk, porque uno se ve impulsado a improvisar sobre la melodía y no sobre los acordes. Uno piensa sin pensar, como una especie de inconsciencia consciente. Algo así".
Sonny Rollins, mientras da una clase magistral para tres estudiantes de la Universidad de Howard: "A veces puedo salirme de mí mismo y oír lo que toco. Las ideas fluyen, simplemente. El saxo y yo somos una misma cosa".
Bessie Smith, que cuando John Hammond le dice que ha contratado a Big Sid Catlett para grabar con ella, contesta: "No quiero un baterista. El tiempo lo marco yo".
Big Sid Catlett: "Con una escobilla de alambre y una guía telefónica, puedo dar swing a una banda de diecisiete tipos".
Nat Hentoff (1925-2017), dijo que se hizo devoto del jazz a los once años. Paseaba por su Boston natal y en un negocio de discos escuchó el clarinete de Artie Shaw. A mí me pasó lo mismo, pero a los dieciséis años. Conté ya, en mi Breviario, que un amigo estudiaba el clarinete y me hizo escuchar un disco 78 rpm de Artie Shaw, en el que cantaba Billie Holiday "Any Old Time". Y ya tuve dos amores más, el jazz y Billie.
J. C. Conde Sauné

No hay comentarios:

Publicar un comentario