martes, 29 de abril de 2008


Imagen de otoño: al bajar del colectivo, a dos cuadras de la estación Quilmes hay una plaza cuyo nombre no recuerdo...
Un tapizado amarillo de hojas y más amarillas, aún, las que todavía quedaban en los árboles; todo en un contorno de cielo gris y una llovizna fría. La belleza fugaz del otoño, marca un fin hacia la muerte que prenuncia el invierno. ¿Cómo la vida? Quizás no, el otoño tiene algo de frágil y bello. Como el anochecer prematuro y la savia adormecida, esperando el despertar hacia una nueva aurora, que ahora no le pertenece. Sí, el otoño fascina de una manera especial, aunque tal vez inconsistente. Amo esta inconsistencia, este aferrarse apenas a la vida.


J. C. Conde Sauné

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