viernes, 18 de julio de 2008


Creo que en "La chute" (La caída), que Albert Camus afirmaba: uno se puede sentir solo en un estadio de fútbol rodeado de 40.000 personas. Me viene a la memoria esta reflexión, después de leer la novela de Carson McCullers, "El corazón es un cazador solitario". Con cinco personajes centrales, ella construye una novela tan paradójica como entrañable. De esas ficciones que nos dejan pensando: ¿hacia donde va el futuro de la humanidad?
La novela fue publicada en 1940, cuando la autora tenía 24 años, pero tranquilamente, de haber vivido, la podría haber gestado hoy; ya que muy poco cambió la sociedad en USA, sino que se ha ido deteriorando, más aún. Volviendo a la reflexión de Camus, Singer el mudo, uno de los protagonistas, entabla relación con otras personas: Antonapoulos (mudo como él), que termina internado en un loquero; Biff, dueño de una fonda donde Singer suele comer; Mick Kelly, una chica enfilando hacia la adolescencia; Jake Blount, un borracho agitador y el Dr Copeland, un médico negro que se niega a la discriminación racial que impera, allí, en el sur. Todos ellos se reunen y comparten momentos como amigos, pero llevan la soledad como un blasón dentro de ellos. McCullers tenía un estilo clásico en la novela americana, no ostenta el modernismo de Faulkner, su contemporáneo. Más bien, es un poco proustiana, escarba dentro de sus personajes y logra una novela excelente; está entre las mejores que leí. Esta gran novelista se suicida en 1967, a los 50 años, dejando una obra más que importante en la literatura universal.

J. C. Conde Sauné

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