viernes, 1 de agosto de 2008


Recién ahora, a pesar de mi afición por la novela policial, leo a Georges Simenon. "El loco de Bergerac", obtenido por una de mis tantas operaciones de canjes de libros, fue el elegido.
Simenon posee una manera de narrar, que quizás a muchos no pueda gustar. Su estilo es directo y sin ambages, muy distinto a la novela policial inglesa y más cerca de la norteamericana; pero logra lo que se propone, mantener al lector en vigilia hasta el fin de la novela, resolviéndola de una manera eficaz. El inspector Maigret, su personaje, es realmente insufrible para los que lo rodean, pero todos les vienen al pie; me hace recordar al detective Frost, aquel individuo entrañable de la serie televisiva, cuyo autor no recuerdo y que también sacaba de quicio a sus superiores.
Estilo magro, pero contundente, Simenon logra cautivar y hace, para los que escribimos historias, que lo envidiemos un poco. Armar una trama que mantenga atento al lector, no es tarea fácil.
J. C. Conde Sauné

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