miércoles, 27 de enero de 2010

PEQUEÑA FÁBULA

Un travieso adolescente (en etapa de "rompimiento", como dirían los discípulos de Lacan), escupe, varias veces, por la ventanilla de un colectivo en movimiento.
La primera escupida cae sobre el parabrisas de un auto, la segunda en plena calva de un señor, otra se la devuelve el viento en la cara.
Otras se pulverizan en el aire. Ninguna acierta en el suelo, que era su objetivo.
Moraleja: hijo, cuando escupas, no esperes resultados inmediatos.
J. C. Conde Sauné

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