sábado, 29 de junio de 2013

Estuve viendo en "You Tube", unos dúos de magníficos pianos: Tommy Flanagan - Billy Taylor,   John Lewis - Billy Taylor y Dick Hyman - Billy Taylor. Disfruté las interpretaciones de estos grandes pianistas, que parecen haber tocado juntos toda la vida y a Billy Taylor adaptándose a estilos tan distintos como el de Tommy Flanagan, John Lewis y Dick Hyman; pero todos en la línea clásica del piano europeo, salvo Lewis con alguna reminiscencia del Harlem-Blues. Al costado, en la guía  de los videos, me encontré con uno de Thelonious Monk interpretando "Blue Monk" en Oslo (Noruega - año 1966), con un cuarteto integrado por él en piano, Charlie Rouse (saxo tenor), Larry Gales (bajo) y Ben Riley (batería). Tengo esta grabación en un CD, pero ahora al verla en vivo uno experimenta algo distinto que no tiene explicación. Al escuchar el solo de piano de Monk, pareciera a primer oído, haber quedado detenido en el tiempo. Más si se lo compara con la técnica pianística de Billy Taylor, Dick Hyman o Bill Evans. Monk usa, a ratos, de manera imprevista el "stride" (llamado también Harlem stride o estilo Harlem), que consiste en los característicos saltos que da la mano izquierda al tocar, lo que entonces se llamaba, "vamp bass" (porque hacía el efecto de un contrabajo), alternando potentes notas en el tiempo débil del compás, por lo general en octavas, décimas u otros intervalos y acordes en el tiempo fuerte.  La mano izquierda daba saltos rápidos, generando impulso y ritmo al swing. Es una técnica que usaron, allá por el año 1920, pianistas como James P. Johnson, Fast Waller y Lucky Roberts, entre otros; más acá en el tiempo, en ocasiones, Duke Ellington y Art Tatum. Pero en Monk todo es a simple oído, porque fue un arquetipo del jazz moderno y volvió a emplear el "stride" con frecuencia, pero con una variante muy personal que puede ser calificada como "stride with a limp" (salto al descuido), pero incorporando desplazamientos rítmicos y estructuras irregulares que lo vuelven imprevisible.
Mi oído, formado en la escuela europea, devoto de los músicos que la introdujeron en el jazz, siente al escuchar a Thelonious Monk que dio un "stride" más hacia el futuro y me apasiona igual; como fiel aficionado del jazz que soy.
J. C. Conde Sauné   

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