martes, 16 de julio de 2013

EL MONO QUE LLEGÓ A SER PRESIDENTE

 
No es que el hombre descienda del mono. Es que sigue descendiendo.
SOFOCLETO (Sinlogismos)
 
Había una vez un mono, un poco más listo que los demás. Dije listo, no preparado o con talento. Sabía sonreír mostrando todos los dientes, palmeaba a los monitos chiquitos en la cabeza y sobre todas las cosas jugaba al fútbol, deporte nacional y popular por excelencia. No era gran cosa con el balón, más bien un tronco, pero hacía monerías y eso a la tribuna le gustaba. Era galante con las monas y sabía como acicalarse para tener imagen. Convenció a los demás monos, que era el elegido. Hubo una oposición suave a su cometido, se sabe que los monos son muy conservadores y para lo único que usan la izquierda es para masturbarse (o hacerse la del mono, hablando mal y pronto).
El día de la elección llegó y ganó por un amplio margen. Ya en el poder, vendió casi toda la jungla. No dejó yacaré con piel, ni león con melena. Los monos en edad de retiro, continúan trabajando, como monos, para comprar una mísera banana. Pero lo siguen adorando, dicen que lo van a reelegir, por su carisma y su desfachatez. ¡Al fin y al cabo son monos y las monerías los llenan de felicidad!
 
J. C. Conde Sauné     

No hay comentarios:

Publicar un comentario