viernes, 16 de mayo de 2014

"El juguete rabioso" (1926) la primera novela de Roberto Arlt, venía con la revista "Ñ" y aproveché para leerla de nuevo. Lo había hecho allá por los 60 y desde entonces lo consideré como un escritor importante. Esa novela, como se sabe, son los comienzos en la vida de Silvio Astier su protagonista; un joven fantasioso, con ínfulas de inventor, que oscila entre el delito y la influencia de su madre para que consiga un trabajo digno. Ella es el sostén del hogar, su marido se ha suicidado y la dejó prácticamente desvalida con sus dos hijos. En el primer capítulo, "Los ladrones", Silvio linda el delito con unos asuntos menores. "En los trabajos y los días", a ruegos de su madre, se propone trabajar; pero luego abandona esa tarea. En el siguiente tramo, "El juguete rabioso", una vecina lo informa para que vaya a la "Escuela Militar de Aviación" en el Palomar; porque allí necesitan aprendices mecánicos. Lo toman a confirmar, pero Silvio sigue con la cabeza llena de invenciones y se las comunica a algunos oficiales; también resulta despedido. En "Judas Iscariote", el último capítulo, Silvio asume nuevamente el delito, pero de manera más elaborada, por algo es un muchacho con bastante ingenio.
Esta novela es un indicio de lo que, para mí, va a ser su obra capital: "Los siete locos" - "Los lanzallamas". Fue escrita cuatro años antes de la llamada "década infame", no la única, por desgracia hubo varias en la Argentina. Todo gran creador deja boyando algo más de lo escrito, para que el lector saque sus propias conclusiones. Yo veo, en esas ficciones, explícito el futuro si no se hace algo para cambiarlo. La falsa quimera de la vida fácil, donde el trabajo no tiene sentido y en donde la fantasía instala su reino.
Roberto Arlt le dedicó este libro a Ricardo Güiraldes, él lo instó a que siga insistiendo para publicarlo, ya que en algunas editoriales se lo habían rechazado.
J. C. Conde Sauné   

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