viernes, 24 de octubre de 2014

Cuando escribo un cuento o una poesía, rara vez vuelvo a leerlos enseguida. Pasan un tiempo apiñados entre mis papeles, hasta que en algún momento les doy unos vistazos finales. Con las lecturas de los libros, de otros autores, me pasa lo mismo. Aún cuando me gusten mucho, transcurre bastante tiempo hasta una nueva lectura. Es una gran experiencia, se tiene otra visión distinta a la primera leída. Lo compruebo, porque hago marcas que significan una valoración para mí.  "Nueve cuentos" de J. D. Salinger, cuando lo leí la primera vez hace bastantes años, me pareció un libro magnífico. Pero ante esta nueva lectura, me sigue pareciendo excelente, pero mis preferencias, hacia determinados cuentos, variaron. Anteriormente tomé, para mi antología personal del cuento, "El hombre que ríe". Me sigue pareciendo un gran cuento, pero ahora opto por "Para Esmé, con amor y sordidez". En este cuento, Salinger quiebra el recurso normal del cuento encerrándolo en un círculo, abre la trama y lo maravilloso del caso, es que la tensión del relato se mantiene. Aquí un escritor conoce, en forma circunstancial, a Esmé y esta chica le pide que le escriba un cuento con un tema sórdido, que a ella le encantan; dándole previamente la dirección para que se lo envíe cuando lo realice. Salinger utiliza la misma táctica para "El período azul de Daumier-Smith" (un gran cuento) y "El hombre que ríe". Con argumentos mas lineales, también logra cuentos relevantes: "Un día perfecto para el pez banana" (un relato trágico, a pesar del título), "El tío Wiggily en Connecticut", "Justo antes de la guerra de los esquimales", "En el chinchorro" (ficción con una gran ternura), "Teddy" y "Linda boquita y verdes mis ojos" (en este cuento, desarrolla la historia de una manera mordaz; el marido engañado le cuenta al amante de su mujer los adulterios de ésta, sin saber que su confesor es uno de sus festejantes).
Este libro, que publicó "Sudamericana" en 1971, por primera vez, es admirable por donde se lo mire. Consta de nueve cuentos maestros y con un diseño de tapa muy bueno. Además de una traducción inmejorable hecha por Marcelo Berri y revisada por Alberto Vanasco.
J. D. Salinger (1919-2010) publicó solamente: "El guardián del centeno" (1951), "Nueve cuentos" (1953), "Fanny Zooey" (1961), "Levantad, carpinteros, la viga del tejado" y "Seymour: una introducción" (1963); después de su muerte se esperaba que aparecieran otros libros de él.
J. C. Conde Sauné

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