Alguna vez hablé del azar, por el cual algunos libros llegan a nuestras manos. Siempre consideré a Borges un gran poeta y leí, con gusto, casi todos los libros que escribió en poesía, incluso sus milongas "Para las seis cuerdas". Es decir, yo creo que él mas que ninguno encontró un lenguaje genuino para nuestro decir poético, limpiando de ripios españolizantes a los que nos tenían acostumbrados Banch, Lugones y cía. Hoy día gracias a las liquidaciones de libros que existen, adquirí otros libros de él que no había leído: "Otras inquisiciones" y "Evaristo Carriego", ahora ya en mis manos como patrimonio de lectura. Y bien, Borges siempre me sorprende, aunque esta vez para mí tardíamente; "Evaristo Carriego" es un libro que debería haber leído hace cuarenta años atrás cuando lo hacía con sus cuentos , poesías y varios de sus ensayos.
¿Este libro es una biografía o un ensayo?. Yo creo que ambas cosas a la vez. Carriego no sólo es su obra, sino su tiempo y su trascendencia en los letristas del tango que vinieron después. Rescato de este libro un párrafo de la sabia visión borgiana, que algunos menoscababan diciendo que era un gran poeta e intelectual, pero desconocía la realidad argentina: "... el argentino, a diferencia de los americanos del Norte y de casi todos los europeos, no se identifica con el Estado. Ello puede atribuirse al hecho general de que el Estado es una inconcebible abstracción; lo cierto que el argentino es un individuo, no un ciudadano. (El Estado es impersonal, el argentino sólo concibe una relación personal. Por eso, para él, robar dineros públicos no es un crimen...)".Bueno esto lo comprobamos día a día, nosotros no tenemos obligaciones ni deberes que cumplir con nadie, aunque sí reclamamos continuamente nuestros derechos y prebendas. Yo diría que lo veo como una enfermedad incurable. Me quedó en el tintero "Otras inquisiciones", que estoy leyendo de a poco.
12-10-2002 * J. C. Conde Sauné
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