martes, 29 de enero de 2008


Una buena lectura: "En la bahía" de Katherine Mansfield. No había leído casi nada de ella, pero los libros que leo, más que por libre-elección, llegan por elección-limitada. Ahora mi proveedor, en esta etapa de mi "economía recesiva", es una librería de canjes y usados ; muy bien surtida a tres cuadras de casa, aquí en Quilmes. Chejoviano como soy, está de más decir que Mansfield me gusta y sobre todo por su visión poética del relato. No soy muy amigo del relato seco, despojado de brillo poético, aunque esto suene a obsoleto para los discípulos de Barthes. Pero siempre espero algo más de la ficción, para prosa descarnada está el periodismo y allí se justifica ese estilo. Obviamente, por lo general, no leo novelas históricas y de no-ficción. Volviendo a Katherine Mansfield, de las cuatro novelas cortas sobresalen "Preludio" y "Garden-Party"; las dos restantes "En la bahía" y "Las hijas del difunto coronel", también son dos relatos admirables, pero es inevitable que uno se incline más a unos que a otros.
Mansfield decía: "Solamente siendo fiel a la vida, puedo ser fiel al arte" y en sus relatos, vida y poesía conforman una perfecta simetría.
J. C. Conde Sauné

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