viernes, 11 de enero de 2008


Leer a Toni Morrison, es siempre gratificante para los que amamos el jazz, allí la cultura negra se manifiesta en todo su esplendor y decadencia. Porque las llagas humanas están expuestas en cualquier raza que fuere, aunque los racistas opinen lo contrario. En "La canción de Salomón", que acabo de leer, Macon Muerto uno de sus personajes principales, es un arribista para quien el dinero es todo; porque sabe que así va a ser mejor considerado por los blancos de posición acomodada. Macon no es nada distinto, a algunos negros renegados que se pegaron al poder y se olvidaron de sus hermanos. (El boxeador Larry Holmes dijo: "Es duro ser negro. ¿Has sido negro alguna vez? Yo fui negro una vez, cuando era pobre"). "Lechero", su hijo, navega entre las dos aguas: la que asume su cultura y la que trata de renegarla y eso lo aniquila. Morrison es notable para armar y crear contradicciones y conflictos; una maravillosa narradora al fin de cuentas. Ya en "Jazz", una novela que leí hace tiempo, convierte un crimen pasional en una larga balada cargada de blues. Ahí, otra vez, la condición humana y el jazz viviendo en sus personajes, su letanía y su música.
Toni Morrison, a pesar de haber obtenido el Nobel de literatura en 1993, creo que es una escritora poco nombrada y leída. No obstante "Beloved" (1987), fue considerada por el Book Review de The New York Times, como el mejor libro de ficción norteamericana, publicado en los últimos 25 años. Fue la obra más votada entre 200 escritores, críticos y editores. Para mí, también, es una de las grandes novelistas de esta época.

J. C. Conde Sauné

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