martes, 18 de marzo de 2008


La modernidad tiene sus contrasentidos. No se puede pensar que algo es malo, porque es nuevo; como en el caso del blog y que augura la muerte del libro. Pienso que pueden subsistir, tanto uno como otro y hasta complementarse.
Antes de armar mi Breviario del ocelote, hice un estudio, hay de todo un poco: escritos a los apurones y hasta triviales, diarios íntimos que no sorprenden a nadie, autoestima exacerbada e intercambio de elogios "vos sos un genio y yo también". Pero vi allí muchos de ellos muy buenos: blogs y revistas literarias en la web; hacia eso aposté. Todas estas consideraciones vienen al caso, ante el ataque, en algunas publicaciones culturales, que sufre el blog. Como si sólo en el blog, hubiera cosas que no vale la pena leer. ¿Y en algunos libros, revistas o diarios? ¿Todo vale la pena leer?
En fin, yo recurrí al blog como una opción para publicar lo mío. Parte de mi Breviario, que llevo desde 1996, año de las primeras publicaciones en él; no puse la fecha real, sólo cuando un hecho en el tiempo lo exige, lo hago. También parte de mis poesías y cuentos escritos (únicamente los breves, más adelante veré que hago con textos extensos).
El blog, es un recurso como cualquier otro. Borges y hablo de Borges, no pegaba sus poemas en las paredes de Buenos Aires, cuando no era conocido. Y convengamos que, en las paredes, hay cualquier cantidad de basura pegada y escrita. Obviamente, Borges, realzaba a las paredes.
J. C. Conde Sauné

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