Podía recordar la primer búsqueda
de sus manos
en los pechos pequeños
y los labios apretando el estupor.
Se había asimilado al tiempo.
recordaba sus labios y
profano sensitivo
quisiera recordarla toda
¿En que laberinto del Perú
ondularía su cuerpo?
¿Y si estaba muerta?
Nada sabía...
sólo el roce de su cabello transparente
y el buril de la tarde
grabando un entonces.
J. C. Conde Sauné
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