martes, 4 de mayo de 2010

Tanto se ha dicho sobre Chejov, que más se puede agregar. Sería repetir lo mismo: estilo conciso y claro, de una aparente simplicidad; pero a medida que avanza el relato, los personajes quedan al desnudo: sus miedos, frustraciones y un desacomodo en la época que les tocó vivir, anunciando un quiebre en la sociedad.
En "El reto", novela breve que acabo de leer, se vuelven a repetir esos conceptos. Los dos personajes confrontados: Laievski (empleado estatal) y Von Koren (un zoólogo), hacen que Chejov arme la trama, de una manera tan simple como humana. También hay un doctor, Samoilenko y un diácono Pobiedov, que juegan un papel importante en el relato y tratan, por todos los medios, que los dos enemigos no se enfrenten en un duelo. Pero "el reto" se produce y no hay marcha atrás. Como se ve, la intransigencia no es un vicio de hoy en día; la terquedad, el falso orgullo y la sinrazón, llevan al ser humano a un camino sin retorno. Es allí donde Chejov explora, sabiamente, la condición de las personas. Uno de sus personajes nos dice: "...¿Y qué es la especie humana? Una ilusión, un espejismo...Los déspotas siempre han tenido la cabeza llena de ilusiones...".
Hacia el final, Chejov arregla la situación con una vuelta de tuerca y culmina esta pequeña joya narrativa.
Libro que encuentro de él, no leído, siempre está a mi disposición para su lectura.
J. C. Conde Sauné

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