lunes, 21 de enero de 2013

PARA ADA FALCÓN


Ada, sos el metejón de mi locura,
al seducirme con tu voz, que me sigue
y acompaña en los momentos de descarte,
cuando dejo el laburo-sustento
y busco en los duendes del tango
que me trae tu canto chamuyado.

ése que viene de los antiguos patios
con siestas interminables que ansiaban
el celo de la noche cuando las estrellas
se entregaban al titilar de otros chamuyos
amorosos y en los labios querendones de las 
mocosas dejábamos algún beso y entonces
allí aparecía una guitarra que alguien
acariciaba con ternura oh Ada cuántos
recuerdos y nosotros que tanto te queríamos.

Vos como la negra Simone, sos mi metejón
y lo sabés. Escucharte cantar es una
manera de quebrar la máquina
del tiempo. ¿O de vencer al olvido?

J. C. Conde Sauné

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