van y no van
sucediéndose
las cosas que ayer
juntaste
en el gris enmarañado
de tu sonrisa oculta
estabas parada en el invierno
venías de una esquina
en la que nunca
nadie sublimó tardes
acaso él
que deseó
tu cuerpo
claro y transparente
triste y oculto
se brinda
entero para amarte
y soñar
en tu regazo tierno.
J. C. Conde Sauné
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